Cada vez tenemos más acontecimientos que requieren tiempo de pie: bodas, ferias, otros eventos sociales… Y aunque puede que durante ese tiempo nos encontremos bien, lo cierto es que de algún modo, tarde o temprano, los pies hablan : ese rato sin apenas descanso se nota y mucho.Y no importa si vamos con tacón o en plano… permanecer mucho tiempo de pie no es bueno, así que qué menos que saber cómo cuidarlos y elegir un buen calzado (y no solo hablamos del tipo ‘barefoot’).Héctor Alonso, podólogo especializado en biomecánica y cirugía del pie y embajador de FitFlop, comenta que «son el punto de partida, lo primero que toca el suelo cada mañana los responsables de sostener nuestro cuerpo, de movernos y de impulsarnos». Sin embargo… ¿cuánto los escuchamos?Tapamos los roces con tiritas, nos olvidamos de que la piel de esta zona del cuerpo hay que cuidarla, y qué decir de las uñas… En definitiva, no gozan de la importancia que merecen. «La salud y el estilo no están reñidos. El calzado puede ser una herramienta de expresión y también de protección. Muchas veces elegimos el calzado con los ojos, no con el cuerpo, y nos dejamos llevar por la estética sin pensar en la funcionalidad; lo que parece una buena elección para la foto, se convierte en un problema cuando caminamos más de 20 minutos.Consejos prácticosDolor, sobrecarga, cansancio, lesiones, uñas encarnadas, ampollas… No es necesario llegar a estos extremos si se siguen los consejos del Dr. Víctor Hidalgo, podólogo en Clínica del Pie la Malagueta y colaborador de Doctoralia:1. Haz una visita al podólogo si has tenido molestias previas o quieres revisar el estado general de tus pies.2. Corta bien las uñas : rectas, sin esquinas redondeadas para evitar uñas encarnadas.3. Hidrata los pies a diario con cremas específicas, sobre todo en talones y zonas de apoyo.4. No estrenes calzado en la fecha señalada: «Comienza a usarlo al menos una semana antes para que se adapte»5. Utiliza plantillas finas o almohadillas de gel para repartir la presión.A nivel instrumental, podemos echar manos de muchos utensilios que cuidan de nuestros pies, y cuanto más variado mejor. La podóloga Yolanda Tarriño señala que unos buenos alicates de uñas (no tijeras) y que sean de corte recto, una lima de uñas y una lima de piel sería lo básico. «Para un mantenimiento simple se necesita una lima profesional , una crema exfoliante y una loción intensiva hidratante. También es muy importante que la lima sea buena, sellando y suavizando la punta de la uña», aconseja la especialista.Ademas, sería conveniente que usásemos exfoliante de pies una o dos veces por semana junto con una crema hidratante , en función de las necesidades. La hidratación mejor de noche, y si hubiera problemas de sudoración , aplicar por las mañanas unos polvos o espray antitranspirante antes de calzarse o de practicar deporte.Así debe ser el calzadoTal como indica Héctor Alonso, el pie «es una maravilla biomecánica: «Tenemos 26 huesos, 33 articulaciones, más de 100 músculos, tendones y ligamentos, y el pie soporta el peso del cuerpo, absorbe impactos, impulsa el paso y estabiliza la postura». Al parecer, cada paso que damos implica una cadena de movimientos que empieza en el pie… pero repercute en todo el cuerpo. Para él, FitFlop, que diseña desde la ciencia, la innovación y el cuidado real del cuerpo, es un calzado a tener en cuenta si se quiere cuidar esta parte indispensable de nuestro cuerpo.Cuando llevamos un calzado que no respeta esa estructura, el Dr. Víctor Hidalgo indica que: • El pie compensa. • El cuerpo se adapta.• Y con el tiempo… aparecen dolores, lesiones, desequilibrios posturales. La buena noticia es que esto se puede prevenir. Y el calzado es clave. Un calzado bien elegido puede: • Corregir tu postura sin que lo notes. • Hacerte terminar el día con más energía. • Prevenir dolores de espalda, rodilla o cuello. • Mejorar tu actitud al caminar, tu presencia, tu confianza.A la hora de elegir zapato hay que elegir materiales transpirables, flexibles y que no provoquen fricción, evitar los tacones finos si se van a estar varias horas con ellos puestos. En ese caso, mejor usar tacones que sean anchos y con algo de plataforma. El calzado debe ajustar bien, sin oprimir, y permitir algo de movilidad en los dedos.

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