Tocaba este miércoles una mañana de Pleno extraordinario en Cibeles para aprobar el Plan Reside , la receta de choque del gobierno municipal para acotar el fenómeno de los pisos turísticos. Sin embargo, lo que ha acabado siendo extraordinario ha sido el momento de las votaciones, interrumpidas por una bronca entre la edil del PP Andrea Levy y el concejal del PSOE Antonio Giraldo, que tomaba la palabra para denunciar que la popular le había pedido que «hiciera su intervención desde una sauna». «Le pido que se retracte y pida disculpas tras proferir un asqueroso comentario homófobo», solicitó. Lejos de relajarse, la tensión creció. Mientras el presidente del Pleno, Borja Fanjul, trataba de sacar adelante las votaciones, Levy abrió su micrófono para «aclarar el asunto» y criticar «esa barbaridad» que defiende que nunca dijo dirigiéndose a él. Después de un par de llamadas al orden por parte de Fanjul y como no tenía el turno de palabra, la edil popular se levantó de su escaño y se acercó a la bancada rival para hablar directamente con Giraldo y explicarle que su comentario, al oír que él hablaba de locales reconvertidos en pisos, fue: «Será por las saunas del padre de Begoña». En medio del barullo, han concluido las votaciones con la previsible aprobación del Plan Reside y se ha levantado la sesión. No obstante, ahí no ha acabado la polémica, que se ha trasladado a la sala de prensa, donde Levy ha estado arropada por el resto de sus compañeros de partido. Allí, después de que Vox criticase el «poco edificante» y «carente de educación» final del Pleno, la líder de los socialistas, Reyes Maroto, acompañada de todos sus concejales, ha criticado la «intimidación» que sufre su partido y la «crispación» habitual que hay en el Pleno munincipal. «Hoy ha pasado algo inédito, se ha invadido el espacio de un concejal, algo que nunca se tenía que haber producido», ha sostenido Maroto, que ha anunciado que pondrán una queja formal por la forma en la que el presidente aplica el reglamento de la cámara. Otro contextoTambién emitirá una protesta oficial Más Madrid, ha trasladado su portavoz, Rita Maestre, por lo que considera una gestión «sectaria y partidista» del Pleno por parte de su presidente. Minutos antes, ha protestado, se había expulsado al edil Nacho Murgui en menos de un minuto después de que el presidente le escuchase llamarle «sinvergüenza». El ambiente en esta intervención estaba caldeado después de que Maestre dedicase el principio de su turno de palabra a mostrar su apoyo al pueblo palestino.Mientras Maestre defendía la posición de su partido, Giraldo y Levy tuvieron un nuevo intento de aproximación fuera de los micrófonos. «Yo me he sentido ofendido, pero me pides disculpas y ahí lo dejamos. Ya está», le decía el edil socialista, mientras Levy insistía en un tono más relajado y conciliador, que no se estaba refiriendo a él. De hecho, ha explicado después el concejal, en esa primera explicación dentro de salón de plenos, Levy le había dicho que se refería «a las saunas de familiares del presidente del gobierno».El último en intervenir para zanjar esta polémica ha sido el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que ha defendido el «muy buen trabajo» del presidente del Pleno y ha criticado que su oposición considere que «reventar y crispar los plenos es la única forma de tener titulares en la prensa». «Los madrileños no se merecen esto, deben cesar los insultos», apuntaba el regidor municipal, recordando que a él mismo Maroto le llamó «cara de payaso» en otra sesión y «asesinos» en un tuit , lo que provocó la ruptura institucional con el PSOE municipal. «Me hubiera gustado que Rita Maestre hubiera desautorizado también a Murgui, que ha llamado tres veces sinvergüenza al presidente del Pleno mientras le señalaba con el dedo».Sobre el rifirrarfe entre Giraldo y Levy, Almeida ha señalado que ambos han hablado «de forma muy civilizada, y ella le ha explicado el contexto». «Sacar de contexto ese comentario es parte de la estrategia de crispación de la oposición», apuntó. El contexto en el que estaba hablando Levy, refirió, es la posibilidad que da el plan Reside de transformar edificios dotacionales privados en residenciales. «Nada tiene que ver con Giraldo ni su orientación sexual, no había intencionalidad personal. No tenía ánimo homófobo ni nada por el estilo. Y ha tenido la gallardía de ir a su escaño y explicárselo. Son actitudes muy distintas al a que tuvo Maroto cuando me llamó cara de payaso, que no vino a explicarme nada ni pedirme disculpas», zanjó. Hasta la próxima trifulca.

Leave a Reply