Virginia Barbancho, exresponsable técnica del proyecto de Tragsatec en el que estaba adscrita Jésica Rodríguez, una de las mujeres presuntamente enchufadas por el exministro José Luis Ábalos en empresas públicas, ha admitido en el Senado que desde la Presidencia de Adif, en ese momento dirigida por Isabel Pardo de Vera , le advirtieron varias veces, verbalmente y por escrito, que « dejara en paz a Jésica » cuando detectó que no fichaba. «Estaba bastante indignada con la situación», ha dicho Barbancho, y «mosqueada» con las excusas de la «sobrina de Ábalos», que cobraba sin ir a trabajar, y las presiones de sus superiores para que hiciera la «vista gorda». Solo dos meses después, renunció al cargo.La comparecencia de este viernes en la comisión de la Cámara Alta que investiga el caso Koldo era, a priori, de menor calado, pero ha terminado siendo sumamente esclarecedora. En tanto que la compareciente, una empleada de tercer nivel en el organigrama de Tragsatec ( Grupo Tragsa , dependiente del Ministerio de Agricultura) en el momento de la contratación de Jésica, ha detallado tanto el procedimiento de selección como, sobre todo, las presiones a las que fue sometida para que ocultara las «irregularidades» que detectó en el fichaje de la mujer relacionada con Ábalos.Barbancho ha explicado que llamó a Jésica para avisarle del proceso de selección un día antes de que se abriera la ventana en la página web de la empresa pública, en la que resultó contratada entre 177 candidatos . Ha aclarado que ese era un procedimiento habitual para aquellos casos en los que, como el de Jésica, recibía el currículum por otra vía que no es la oficial, es decir, a través de la página web. En este caso, fue Ignacio Zaldívar, el director del proyecto de Adif que solicitó la contratación de personal, quien le remitió un tiempo antes el currículum de Jésica. Noticias relacionadas estandar Si El director de Tragsatec apunta a Adif por el absentismo de la ‘escort’ del exministro Iuri Pereira estandar Si Tragsa tenía un contrato millonario para «enchufados» de Adif Javier ChicoteUna vez contratada por su supuesta experiencia previa, de dos años, en otra empresa pública, Ineco, Jésica fue adscrita a Presidencia de Adif el 2 de marzo de 2021 por un periodo de seis meses, hasta el 1 de septiembre. « Fue una sorpresa para mí que se le asignara a Presidencia », ha reconocido Barbancho. Durante esos días, después del procedimiento de selección, pero antes de Jésica empezar a trabajar, Zaldívar le advirtió de que era la «sobrina del ministro» de Transportes, José Luis Ábalos . Según ha explicado, no le dio mayor importancia, aunque lo apuntó en un cuadro, porque le aseguraron que tenía experiencia. «Nadie me dijo que fuera ‘escort’ de nadie ni que no fuera a trabajar», ha asegurado.Conversaciones por WhatsAppLa situación comenzó a torcerse cuando le comunicaron, primero, que Jésica iba a teletrabajar. Barbancho le implantó entonces un sistema de fichaje, que la «sobrina del ministro» comenzó a ignorar durante semanas, alegando problemas informáticos. «Daba largas y, a finales de marzo, estaba bastante mosqueada. Se lo conté a mi gerente, Caridad Martín (el único cargo de Tragsa cesado por la contratación de Jésica) minuto a minuto, como todas las cosas que me pasaban con los trabajadores», ha explicado.«No hizo el parte horario de marzo y empecé a perseguirla. Insistí bastante, demasiado. Hablaba mucho con ella por WhatsApp»Jésica no fichaba, como ella misma admitió en su declaración en el Tribunal Supremo, y durante el mes de marzo tampoco completó el parte horario para la imputación de costes de personal, que debe rellenar cada trabajador. «No lo hizo y empecé a perseguirla. Insistí bastante, demasiado», ha desvelado Barbancho. De hecho, ha señalado que tenía un chat de WhatsApp en el que hablaba «mucho, demasiado» con ella , como parte de su labor de supervisión del personal asociado a sus proyectos. Tanto insistió que le llegaron a «echar la bronca», según ha denunciado en el Senado.Orden «de arriba»«Me han dicho de arriba que te diga esto». Fueron las palabras que le transmitió Ignacio Zaldívar, director del proyecto de Adif, para que «dejara en paz» a Jésica y callara. Según su versión, Zaldívar solo era el «mensajero» y que la orden venía de la entonces presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera , imputada precisamente en la causa que se sigue en la Audiencia Nacional para esclarecer la contratación de Jésica Rodríguez en las empresas públicas Ineco y Tragsa. Está citada a declarar como investigada el 29 de junio por su presunta participación en la contratación «caprichosa» de la mujer vinculada al exministro.En ese momento, Barbancho le envió «inmediatamente» un correo a su gerente porque le pareció «gravísimo» el aviso del responsable de Adif, que se repitió verbalmente y por escrito en varias ocasiones. «En ese correo digo ‘que conste que hace dos semanas que no hablo con ella’ para que no me riñan más, porque me estaban machacando », ha revelado sobre las presiones que recibió para que hiciera la «vista gorda» ante el absentismo de Jésica. Poco tiempo después, renunció al cargo porque no estaba «a gusto». «Hice lo que pude. Cumplí con mi obligación. Lo puse en conocimiento de mi superior jerárquico, que era mi obligación», ha reiterado. Tras la comparecencia de Barbancho, Zaldívar ha comunicado al Senado que «no está en condiciones» de acudir el lunes a la comisión.

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