Fuera de la grave crisis que vive el aeropuerto de Barajas, con decenas de sintecho asentados en las diferentes terminales, Aena mantiene un segundo frente con buena parte del personal de la base por la reconfiguración del uso de sus aparcamientos. El aumento del tráfico aéreo provocará que a partir del 1 de junio, los empleados de empresas externas se vean obligados a estacionar sus vehículos en los párquines P5 (que da servicio a la T1 y la T2) y P10 (a la T4), dos espacios hasta ahora en desuso y mucho más alejados de sus puestos de trabajo. Ello obligará a los afectados a coger buses lanzadera, dispuestos por el propio gestor para enlazar con las terminales.En una comunicación remitida a los operarios, Aena justifica la fecha de la medida al coincidir con el inicio de la temporada de verano, «periodo de mayor uso de las instalaciones», e informa de que la frecuencia de paso de los autobuses de enlace «será de 5 minutos en horas pico y de 10 minutos en horas valle». La ruta, que tendrá paradas en el Dique Sur y T1, T2 y T4, contará adicionalmente con una pasarela peatonal para acceder a pie desde el P5 a las terminales. Y en el caso del P10, señala la nota, «se está trabajando para que pueda disponer igualmente de una pasarela peatonal en el futuro». Una decisión que no ha sentado bien en el grueso de los damnificados, conscientes del mayor tiempo que deberán invertir a partir de junio para ir y volver de la base. Por si fuera poco, la única opción de mantener sus actuales plazas de aparcamiento conlleva un significativo incremento del precio, lo que ha terminado de levantar aún más ampollas. «Si dicen que nos mueven para dejar hueco a los pasajeros, ¿qué sentido tiene que podamos quedarnos pagando más», advierten algunos de los operarios. Noticia Relacionada Acceso restringido estandar Si La bunkerización de Barajas no consigue expulsar a los sintecho Amina Ould Los controles redujeron el número de personas sin hogar, pero algunas llegaron antes o lograron colarse. Almeida se reunirá este jueves a las 18.30 horas con el presidente de AENAHasta ahora, los trabajadores que acuden con sus vehículos deben abonar un pago de 41 euros mensuales para estacionar en el P2, P4 o Dique Sur; una tarifa que Aena reducirá a 30 euros hasta el mes de septiembre (cuando se recuperarán los 41 habituales) para todos aquellos que se marchen al P5 o P10. Pero, «mientras la capacidad lo permita», los empleados que quieran seguir aparcando en el P2, P4 o Dique Sur podrán hacerlo «a un precio especial» de 70 euros mensuales.Los empleados que quieran mantener sus plazas tendrán que abonar «un precio especial» de 70 euros al mes y no los 41 que pagan ahoraEstos espacios dispondrán de cajeros automáticos para la recarga de abonos, aunque podrán continuar haciéndose igualmente desde los cajeros de cualquier aparcamiento y en las cajas manuales. También estará disponible un sistema de interfonía para poder contactar con el centro de control.Por todo ello, la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT) ha convocado una concentración para protestar contra la decisión, «una nueva forma de discriminación y segregación laboral», debido a que la reapertura de esos aparcamientos «castiga» a empleados de empresas de ‘handling’, seguridad, limpieza o mantenimiento, que trabajan a diario en el recinto aeroportuario pero no pertenecen directamente a la plantilla del gestor.«Aena presume del aumento del tráfico aéreo, pero responde alejando más a quienes hacen posible ese crecimiento», critica el sindicato en un comunicado, en el que también anuncia el lanzamiento de una recogida de firmas entre todo el personal del aeródromo, la petición de una mesa de diálogo urgente y la mejora del servicio de transporte lanzadera, especialmente en franjas nocturnas y turnos especiales.El acceso al estacionamiento debe realizarse con tarjetas nominativas y dentro de la jornada laboral, con tarifas diferenciadas y un régimen sancionador en caso de incumplimiento, según recogen las normas actualizadas para 2025.

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