El próximo verano, una vez el calendario futbolero haya terminado, la fuente de Cibeles cambiará las miradas de los turistas por la de arquitectos, conservadores-restauradores, físicos y químicos. La diosa que porta las llaves de la capital se esconderá tras una lona de junio a octubre de 2026 para someterse a un lavado de cara que permitirá sellar las grietas reabiertas, borrar la suciedad acumulada por el paso de tiempo y deshacerse de los elementos afectados por la corrosión.Después de 14 semanas y un exhaustivo estudio en torno a esta simbólica escultura ubicada en pleno Paisaje de la Luz, Patrimonio Mundial de la Unesco , los técnicos de conservación del Ayuntamiento de Madrid ya cuentan con un diagnóstico completo de este conjunto monumental y un plan de actuación para su restauración. «Nunca se ha conocido tan en profundidad la fuente de Cibeles», aseguró ayer María Domingo, subdirectora general de Patrimonio Cultural del consistorio madrileño.El estudio, que comenzó después de que los técnicos se percataran en una inspección rutinaria de la aparición de una pátina blanquecina que llevó a vaciar la fuente para que pasara una ‘ITV’ y que ha resultado ser inofensiva, ha contado con el trabajo de un equipo multidisciplinar para determinar el estado de la fuente. Han formado parte de este estudio desde historiadores que les han permitido conocer todas las actuaciones por las que ha pasado el monumento hasta físicos y químicos que les han asesorado sobre los productos, herramientas o técnicas con las que abordar con delicadeza este Bien de Interés Cultural (BIC) de la capital.Noticia Relacionada Última restauración del icono de Madrid visual No La Puerta de Alcalá, como la vio Carlos III Cris de Quiroga, Israel Viana, Javier Torres y Julián de Velasco El monumento que diseñó Sabatini se descubre, por fin, después de la mayor intervención de sus 245 años de historia, que ha limpiado cada centímetro de granito, caliza y hierro en pleno centro de la capital. Estos son los detalles de un retoque colosal de doce meses, cien expertos y 3 millones de euros de dinero público.Así, para poder echar el guante a esta obra diseñada por Ventura Rodríguez a petición de Carlos III , los técnicos de conservación del Ayuntamiento de Madrid han estudiado los acontecimientos por los que ha pasado desde que se puso la primera piedra. Un cambio de ubicación, actos de vandalismo o el maltrato que ha sufrido este monumento durante la Segunda República y la Guerra Civil han sido cuestiones que han tenido que tener en cuenta para la intervención que comenzará el próximo verano. Sin embargo, existen dos momentos recientes especialmente relevantes: las actuaciones llevadas a cabo en 1980 y en 2016.«En líneas generales, la fuente de Cibeles se encuentra en un estado aceptable de conservación. Su integridad material y su estabilidad estructural no presentan problemas de coherencia en el material ni daños mecánicos importantes que comprometan su permanencia. Sin embargo, sí que existen una serie de problemas que afectan al monumento y a los que da respuesta la intervención», explicó Victoria Sandstede, jefa del servicio de conservación preventiva del consistorio.Musgo, algas y calimaEntre ellos están, además de la historia material del monumento, las intervenciones integrales de restauración y mantenimiento, su emplazamiento en el centro de la ciudad o las características de uno de los dos tipos de mármol con los que está hecho. Este último material –mármol de Montesclaros– deja los granos minerales expuestos y hace que la superficie del monumento sea susceptible de atrapar las partículas en el aire, quedando un tono anaranjado en la escultura como consecuencia de los episodios de calima que ha vivido al capital.Así, los resultados del análisis de la Cibeles determinan que la fuente presenta acumulación de suciedad, grietas, oxidación de piezas de hierro y problemas de estabilidad en algunos de los elementos que la conforman. También se han encontrado colonizaciones biológicas de algas, musgos y líquenes , sobre todo en las partes del conjunto escultórico que entran en contacto con el agua.La fuente de Cibeles, durante su análisis Á. DE ANTONIOPara afrontar esta restauración integral, los técnicos municipales han tejido un plan de tratamiento «pormenorizado» y específico dependiendo de cada punto del monumento, de la patología encontrada y del material sobre el que se va a actuar para aplicar un material u otro.Por ejemplo, el polvo se retirará con un cepillado suave. Para acumulaciones de suciedad o costras de musgo, se espera incidir con mayor presión. Para los residuos más difíciles de eliminar, podría incluso llegar a utilizarse láser , pero siempre teniendo en cuenta el cuidado del material original. También se hará uso de materiales biocidas que extingan todos los microorganismos que existan y se tratarán los elementos metálicos que hayan sufrido corrosión.Además de las actuaciones de limpieza de la superficie pétrea de la fuente, se llevará a cabo la eliminación de los morteros de cal que se han deteriorado con el paso de tiempo. Sin embargo, en la intervención realizada en 1980 se pusieron unos en la parte más profunda del monumento que, explica Sandstede, «no han evolucionado mal pero tienen una gran rigidez», por lo que eliminarlos podría ser de riesgo para la piedra ya que podría fragmentarse. Estos deberán mantenerse.Control con sensoresOtro de los puntos del plan de actuación será sellar las grietas abiertas de la estructura. Entre ellas se encuentra la fisura que atraviesa de norte a sur el gran mascarón del frente de carro tirado por los leones Atalanta e Hipómenes. Lo habitual es que se sellen con mortero de cal, pero desde la última actuación realizada hace 9 años se ha vuelto a abrir.El origen de esta grieta está en los elementos metálicos, explica Sandstede, para los que tienen un plan de actuación para «pasivar [proteger de] la corrosión», además de la instalación en la galería inferior de la fuente un multisensor electrónico al que estarán conectados otros dos sensores de fisuras en zonas ocultas y protegidas de la parte inferior de carro. Así, con los datos obtenidos gracias a esta tecnología se podrá «controlar de forma constante y ver si ha sido efectiva la actuación o si hubiera que hacer algo más». Sin embargo, se trata de un «pequeño movimiento que no es preocupante ni agravante». Para rematar la restauración de la fuente de Cibeles, los profesionales llevarán a cabo un entonado de las superficies cuyo contraste distorsione con la unidad de toda la escultura; así como la aplicación de hidrogufante, un tratamiento que permitirá proteger la superficie y el cambio de las características cromáticas del mármol.Esta intervención supondrá una inversión superior a 350.000 euros, incluyendo la redacción del proyecto, la ejecución de los trabajos y la dirección de restauración. Sin embargo, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, no descarta la posibilidad de que estas obras cuesten lo menos posible a los madrileños. Al igual que con la rehabilitación de Neptuno, ya hay marcas interesadas en llegar a un acuerdo con el consistorio madrileño para que, mediante su patrocinio, se puedan financiar los trabajos.Otros proyectosLa Cibeles pasará el verano que viene por quirófano como ya lo hicieron Neptuno y la Puerta de Alcalá hace unos meses en unas actuaciones que se enmarcan en la estrategia municipal de conservación y puesta en valor del patrimonio cultural de la ciudad. Sin embargo, estos no son los únicos proyectos pendientes en el Paisaje de la Luz. Entre los planes del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida para este año también se encuentra la remodelación de la calle de Alcalá entre Cibeles y la plaza de la Independencia, donde se creará un bulevar peatonal que tendrá como objetivo «poner en valor la Puerta de Alcalá».La idea inicial del Ayuntamiento de Madrid, que ha presupuestado 1,5 millones de euros para este proyecto, es crear una «amplia zona de paseo con árboles y plantas» y dejar para el tráfico rodado dos carriles por sentido, en lugar de los cuatro actuales. También está en su lista la ejecución de la futura remodelación del paseo del Prado. Para todos estos proyectos pendientes tendrá que contar con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio y de la Unesco.

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