Entre 2023 y 2024 se abrieron 352 nuevos supermercados en España. Pero según el un informe de Asedas, solo 3.500 de los 8.132 municipios del país cuentan con al menos una tienda de alimentación. La mayoría de estas aperturas, una vez más, se concentran en áreas urbanas.Además, el 51,6 por ciento de los municipios no dispone de oficina bancaria, lo que afecta a más de 1,3 millones de personas. A esta precariedad en servicios básicos se suma otra realidad menos visible pero igualmente preocupante: la brecha digital. Aunque la cobertura ha mejorado, más de 2.600 municipios siguen sin una conexión mínima de 10 megabits por segundo, según datos recientes.Con la llegada del verano, muchos regresan a sus pueblos para disfrutar de fiestas patronales y tradiciones. Pero para quienes viven allí todo el año, estas carencias no son temporales: son el día a día. La España rural no solo está despoblada, también está desatendida.Cada pérdida de servicios expulsa población. Cada pérdida de población justifica nuevos recortes. Es un bucle perverso. Y mientras tanto, el foco político se desplaza a otras urgencias. La cohesión territorial ya no parece prioridad en la agenda pública.Sin acceso a tiendas, bancos ni conexión digital digna, millones de personas viven en una realidad paralela al discurso del desarrollo y la modernización.¿Y quién cuida los pueblos? ¿Quién garantiza que vivir lejos no signifique vivir peor? La respuesta no puede seguir siendo el silencio.Pedro Marín Usón . ZaragozaEl experimento de Pedro SánchezAcabamos de conocer que el apagón del pasado 28 de abril tuvo como origen la orden del presidente del gobierno de hacer ‘un experimento’ energético, en base a operar, cuando sea necesario, casi en exclusivo con las renovables, despreciando las nucleares. El resultado fue el mayor desastre en un apagón sin precedentes en la historia de España, a costa del interés de los españoles. Pedro Sánchez es un irresponsable. Sólo con esta ‘anécdota’ ya sería motivo más que suficiente para exigir la inmediata dimisión del presidente al que le gusta experimentar a costa de sus ciudadanos. Y con daños a terceros, Portugal y el Sur de Francia incluidos.Es una vergüenza que tengamos este personaje como presidente del Gobierno. Ya que es imposible echarlo por culpa de los socios separatistas y extremistas, la Unión Europea debería intervenir en este terreno, porque es un peligro tóxico ya no sólo para los españoles, sino para el resto de Europa. Que se investiguen todas las causas y los responsables paguen por las consecuencias.José Elías Baturones . Sevilla

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