La célebre dama de Elche, busto actualmente en posesión del Museo Arqueológico Nacional, siempre ha sido objeto de estudio para un posible traslado a su ciudad de origen. La respuesta del ministerio de Cultura a este respecto siempre ha sido clara. Los riesgos de deterioro de la pieza son demasiado grandes como para plantear moverlo. «Hasta que los expertos no avalen el traslado, no se autorizará el mismo», remarcaba Miquel Iceta, ministro de Cultura , en 2022. Lo mismo ocurría, por ejemplo, cuando Guernica reclamaba que se exhibiese la obra de arte de Picasso en el pueblo que la inspiró. ¿Qué hay diferente en los murales de Sijena, obras románicas del año 1200 que sobrevivieron a un incendio y fueron rescatadas de urgencia en 1936?El Museo Nacional de Arte de Cataluña está gobernado actualmente por un patronato que vela por el cumplimento de sus funciones. Dicho patronato está compuesto por el ministerio de Cultura, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona . Es, por tanto, un museo estatal. Después de la sentencia firme del Supremo, que obliga al traslado de los murales de Sijena, empieza la última decisión, esto es: quién ha de hacerlo, cómo ha de hacerse, y quién garantiza la conservación de una obras cumbre del románico español que ya se salvaron de milagro en 1936. Es, por tanto, responsabilidad del ministerio de Cultura velar por la integridad del patrimonio español. De momento, siguen a la espera de estudiar la resolución judicial, mientras Ernesto Urtasun pide la máxima colaboración entre Cataluña y Aragón para consensuar los caminos a seguir.Las murales, como se sabe, fueron a parar al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) , el gran centro museográfico del románico de todo el mundo, que las conservó y expuso al público a partir de 1961, ya no como pinturas murales, sino como pinturas en tela de algodón. «Hay que tener en cuenta que sólo sobrevivió el 50% de las pinturas murales y que las altas temperaturas alteraron sus colores originales», recuerda, Manuel Castiñeiras, catedrático de Historia del Arte Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona.Lo que se conserva, por tanto, poco tiene que ver con el original. Se trasladaron a Barcelona porque, desde 1910, la Ciudad Condal era el centro neurálgico de los mejores técnicos y expertos de conservación de pintura mural. Es más, el 30% de aquel 50% que se salvó fue una reintegración pictórica , ya que lo que quedó fueron partes inconexas del mural original que se unieron a partir técnicas específicas con acuarela que daban cohesión a las imágenes. Es decir, del original que existía en Sijena hay la parte de un ojo o una oreja, luego unidas estéticamente. «Lo que está claro es que esta sentencia se estudiará en las universidades. Nadie discute la propiedad de Sijena, pero qué es más importante, la propiedad o la conservación de las grandes obras de arte de la humanidad», se pregunta Castiñeiras.Además, lo que se conserva está levantado simulando la arquitectura original a través de unos estructuras curvas de madera. Esta instalación no se puede trasladar tal cual puesto que el Monasterio de Sijena no se adecua exactamente con la misma disposición arquitectónica actual. Tampoco se puede arrancar sin dañarla. A esto hay que añadir que las pinturas necesitan las condiciones precisas de temperatura, humedad e iluminación para garantizar su conservación. Uno de los problemas del traslado sería que sacados fuera de este contexto preciso de conservación surgiesen ciertos microorganismos como bacterias y hongos que, literalmente, hicieran caer a pedazos la pintura. «Sabemos de los riesgos del traslado desde el minuto 1, pero nunca ha sido el tema prioritario en el litigio. La sentencia del supremo no puede ser otra cosa que el fracaso de la historia del arte y la museografía», lamenta Albert Velasco, historiador del arte, especialista en arte medieval, y conservador del Museo de Lérida cuando la institución tuvo que devolver a Sijena 51 obras. El informe de la mayor experta del mundoCuando se inició el litigio para recuperar las obras, en las 86 páginas de la sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Huesca , sólo página y media se refería a las dudas de los expertos sobre los posibles daños que ocasionaría a las obras de arte su traslado. En aquella ocasión, las dos peritos de MNAC, Mireia Mestre y Rosa M. Gasol Fargas, ya apuntaron de los riesgos del traslado, pero no llegaron a decir que sería imposible, lo que no ayudó a la juez a tomar una decisión a favor de Sijena. «Ya sabemos como actúan los abogados. Lo cierto es que es un tema de sentido común y es un caso que puede abrir la caja de pandora», insiste Velasco.Uno de los informes más reveladores sobre los riesgos del traslado del mural fue el de Simona Sajeva, ingeniera civil italiana especializada en conservación del patrimonio arquitectónico y pintura mural, así como presidenta del Comité Científico Internacional de Pintura Mural. La conclusión del informe era clara, «es inviable sin causar daños irreparables». El informe incluso ponía en duda el posible nuevo emplazamiento de las obras en la sala capitular del monasterio de Sijena, expuesto durante décadas a la intemperie, con restos de bacterias y sales minerales en los muros.Por su parte, desde el MNAC ayer informaban que, ante un posible traslado, las pinturas no resistirían la vibración por el movimiento durante su viaje a Sijena. «Entendemos que un cambio de emplazamiento supondría dañar las pinturas y el riesgo es elevadísimo«, comentó Carme Ramells, jefa del área de restauración y conservación preventiva del museo.Noticia Relacionada estandar No Azcón: «Las pinturas de Sijena ya viajaron de Barcelona a Londres y Nueva York cuatro veces, así que ahora técnicamente es posible» Érika Montañés El presidente autonómico revela que los técnicos del MNAC declararon en el juicio que el traslado era viableLo cierto es que la sentencia es firme y de obligado cumplimiento. Encontrar una forma de asegurar la preservación de las piezas en este contexto es vital antes de que el daño sea irreversible. «Estamos en una decisión bíblica, como Salomón ante las dos mujeres que dicen ser madres del bebé. ¿Qué hacer? No se puede partir por la mitad al bebé, como tampoco se puede trasladar las obras. Es muy complicado», concluye Castiñeiras.

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