A Úrsula Corberó no le gana nadie en insistencia. Tanto es así que le dieron su papel en ‘El Jockey’ por «pesada». «Me llegó a través de la gente. Ya le había dicho a todo el mundo que quería trabajar con Luis Ortega. Yo creo que me lo dio para que le dejara en paz durante unos años», reconoce la actriz entre risas a ABC. La catalana estrena hoy en España la última película del director argentino que durante su estreno en el marco del Festival Internacional de Cine de Venecia de 2024 recibió una ovación durante varios minutos. «El cine independiente cuesta un poco más sacarlo adelante. Viví todo el proceso, pero ahora pienso todo el recorrido que ha tenido y es alucinante como una película tan pequeñita ha podido dar la vuelta al mundo. Es el viaje que nunca termina».Noticia Relacionada Nominaciones a los Goya 2025 estandar No ‘El 47’ y ‘La infiltrada’ le quitan el protagonismo a Pedro Almodóvar F. Muñoz La película protagonizada por Eduard Fernández suma 14 nominaciones y la dirigida por Arantxa Echevarría, 13. ‘La habitación de al lado’ no optará al Goya a mejor película, donde sí estarán ‘La estrella azul, Segundo premio’ y ‘Casa en llamas’,La cinta, que navega en cierto modo a la atmósfera de David Lynch, gira en torno a Remo Manfredini (Nahuel Pérez Biscayart), un jockey legendario. Su comportamiento autodestructivo comienza a eclipsar su talento y amenaza su relación con su novia Abril (Corberó). El día de la carrera más importante de su vida deportiva, que lo liberará de sus deudas con su jefe mafioso Sirena, sufre un grave accidente, desaparece del hospital y deambula por las calles de Buenos Aires. Libre de su identidad, comienza a descubrir quién está destinado a ser en realidad. Pero Sirena quiere encontrarlo, vivo o muerto. «Me preocupa cero si la gente no entiende este trabajo o a mi personaje. Nuestro trabajo es muy artístico y creativo. A mí no me funciona hacer nada para agradar a la gente . Al espectador hay que tratarlo como alguien inteligente. Es la magia de esta película. No está hecha para todos los públicos y, sin embargo, creo que funciona para todos los públicos. A veces uno se empeña en agradar y se queda la energía focalizada en eso. Y esta película fue una búsqueda, una búsqueda constante de todo», reconocía la actriz. Aunque Corberó tampoco entendió muy bien este proyecto al principio. Y las preguntas tampoco se acallaban en su interior. «Me embarqué en esto porque realmente quería encontrarme a mí misma como artista y como intérprete desde un lugar mucho más reservado. Yo no sabía que la película trataba precisamente de eso, de la búsqueda interior, de la identidad. Preguntaba constantemente a Luis, era muy pesada. Y él me lo decía muy claro: Esta película no va de nada. Va de muchas cosas que pasan en la vida, pero en realidad no pasa nada». La película no arranca con palabras, sino que comienza con un baile. Un baile mudo. El guion de la cinta era muy corto, tan corto que las únicas indicaciones para el baile entre la actriz y el protagonista eran las siguientes: «Ahora está bailando. Llega Remo. Bailan juntos. Es un baile sensacional». «Siento que en todos sus proyectos hay algo muy misterioso en los personajes porque él en sí es misterioso. Nunca sabes lo que están pensando realmente. Porque miran mucho más que hablan, o mejor dicho, piensan mucho más que hablan. Mi personaje es una chica que no necesita hablar mucho para darte cuenta de que es una tía que está elevada, que está en otro nivel. ¿Por qué? Porque piensan mucho más que hablan». ‘El Jockey’ es un camino sobre la búsqueda de la identidad en un lugar donde las palabras sobran, pero las preguntas gritan. «No hay muchas respuestas en la película, pero te invita a hacer muchas preguntas y me parece ya válido como obra», reconoce la actriz, que al mismo tiempo que los personajes vivían este camino de búsqueda, ella experimentaba lo mismo en su interior. «Es la primera vez que iba a un proyecto sin prepararme nada. ¿Para qué? Iba a ser absurdo», reconocía entre risas Corberó.«Al principio me sentía como un pez fuera del agua, como que no estaba en mi terreno. Me preguntaba: ¿Y si no estoy entendiendo el cine de autor? ¿Y si no sé hacer cine independiente? ¿Y si por mi culpa esta película lo peta y voy a Netflix? No quería ser responsable de eso», contó entre risas. Estar en terreno desconocido y rodeada de artistas y personas tan diferentes era un reto, pero al mismo tiempo algo necesario para comprender el proyecto: «Los actores no tenemos ni idea muchas veces de lo que estamos haciendo, cuando en realidad conocemos el por qué. Cuando hicimos ‘La Casa de papel’ no teníamos ni idea de lo que hacíamos. Y yo cuando hice ‘El cuerpo en llamas’, ni te cuento. Me iba dando golpes contra la pared. Pero también ahí está la magia del autor y de la edición, pero es muy instintivo todo.Y es extraño al mismo tiempo. Es una cosa muy palpable y real».Úrsula es observadora. Observa más que habla y es precisamente gracias a eso que fue consciente de que ella era válida para ‘El Jockey’. «Me di cuenta de que tenía esa inteligencia emocional requerida para hacer este proyecto. Al principio sí que metía más la pata y yo veía que nadie me decía nada. Parecía que todo el mundo lo había entendido menos yo. Cuando preguntaba por el sentido de las cosas no obtenía respuesta y me di cuenta de que no había nada que yo pudiera hacer para controlar eso Y pensé: es mi oportunidad perfecta donde puedo soltar todo, no hacer absolutamente nada y dejarme llevar por este director». Los personajes viven situaciones surrealistas, bailan, viajan, piensan, pero no esbozan ni siquiera una sonrisa. En cambio el público ríe, pero de un modo nervioso. «Es un humor que sale como casi natural, no, pero sin estar forzado, sino desde el silencio. Luis no le tiene miedo al silencio. Es mejor que no diga nada a que diga cualquier gilipollez. Es la incomodidad de que pasa cualquier cosa loca y el personaje reacciona como si no hubiera ocurrido nada». El delirio de los personajes y las situaciones que ocurren a su alrededor pone al espectador frente a preguntas sobre la identidad, que son las mismas dudas que tienen los personaje y que, sin embargo, están muy alineados con el viaje que tienen que hacer. «Ortega tiene el don de poder encontrar el equilibrio entre el mensaje, que es un mensaje poderoso y a la vez tintarlo con toques de humor, con la cultura argentina, con los bailes, con todos los números musicales, con canciones». ‘El Jockey’ supone para Corberó un sueño al haber trabajado por fin con Luis Ortega. «Es muy difícil de explicar el nivel de satisfacción. Es una putada trabajar con Luis porque después ya no quieres trabajar con nadie más. Te hace sentir que estás en paz. Tiene un gusto musical y un gusto a nivel estético que es super ‘cool’. Es la persona más ‘cool’ del mundo».A sus 35 años, Úrsula Corberó acumula más de 40 títulos y muchos de ellos grabados en diferentes partes del mundo. «Un rodaje es un rodaje aquí en Argentina, en España, en Estados Unidos y en Budapest, pero en este proyecto me sentí libre y probablemente no me sienta tan libre haciendo una película en EE.UU. A lo mejor me equivoco, pero siento que en Estados Unidos hay demasiada gente para una sola cosa y eso puede generar confusiones. El sistema de la industria americana es tan fuerte y tan fértil que aquí lo que hace uno, en Estados Unidos lo hacen cuatro, la misma cosa. Y para mí eso no es algo positivo porque son demasiadas opiniones, demasiada gente mandando, y eso a veces juega en contra».

Leave a Reply