«Es difícil aprobar la ley del tabaco porque cada ministerio tiene un interés»

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«Es difícil aprobar la ley del tabaco porque cada ministerio tiene un interés»

La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció esta semana que el borrador de la ley del tabaco ya está prácticamente terminado y que espera poder llevarlo pronto a Consejo de Ministros. Entre otras cosas, la norma prohibirá fumar en terrazas de bares y restaurantes y en otras zonas exteriores de ocio , en marquesinas de transporte público o en vehículos laborales, como furgonetas de reparto. Sin embargo, ha pasado ya año y medio desde la primera vez que el ministerio hizo alusión a esta norma, sin que de momento haya visto la luz. El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, donde están representadas todas las sociedades científicas que luchan contra los daños del tabaco, llevan años reclamando esta y otras medidas, como la subida de los precios de los cigarrillos o el empaquetado neutro. Su presidente y su vicepresidente, Francisco Pascual y Joan Soriano, reivindican en conversación con este periódico la necesidad de que la legislación salga adelante cuanto antes.—Recientemente Sanidad ha anunciado medidas que contendrá la ley, pero la legislación sigue sin llegar. ¿Por qué tarda tanto?— Francisco Pascual : Son medidas necesarias y esperemos que la ley salga cuando antes y que refleje estos espacios, que más adelante podrían ser ampliables. La primera fase es tener el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo aprobado y luego ya la ley, que tiene que encajar en el ordenamiento jurídico actual, tanto español como europeo. Parece ser que el borrador ya está redactado y ahora tiene que pasar por Consejo de Ministros. ¿Por qué la burocracia es tan lenta cuando hablamos de proteger la salud? Esperemos que vaya pronto, porque para ir bien de tiempo debería estar discutiéndose en el Congreso y en el Senado en el segundo trimestre del año. Sería una buena noticia y es la presión que estamos ejerciendo de cara al ministerio para que esto sea una realidad. Luego que se discuta no quiere decir que todos los grupos parlamentarios estén de acuerdo, pero yo les diría que antepongan el bien común al individual, que esto no es cuestión de partidos políticos ni de colgarse medallas. —Si no llega al Congreso en ese plazo, ¿puede terminar la legislatura sin que haya una ley del tabaco?— F. P .: Yo no voy a hablar de política, pero todos sabemos cómo tenemos el panorama político en estos momentos. Y ahora que el borrador está redactado, que es una cuestión de que el Consejo de Ministros lo pueda aprobar uno de estos martes, si nos pasamos de año no sé si puede haber elecciones o no, y eso nos rompería todo el esquema. O esto se hace ahora o la inercia que hemos cogido se va a desvanecer y igual pasamos otros cuatro años esperando a que se haga.— Joan Soriano : Nosotros somos optimistas y tanto la actual ministra Mónica García como su equipo tienen la voluntad de que salga lo más pronto posible. Lo que pasa es que luego hay otros ministerios. Por ejemplo, no se puede subir el precio porque Economía o Hacienda, aunque sea del mismo color político, se queja. O el Ministerio de Agricultura protege a algunos agricultores que en Extremadura o Canarias cultivan la hoja de tabaco. O Turismo porque las asociaciones de restauradores tienen la influencia de la industria del tabaco… Pero seguimos siendo optimistas. —Entonces, además de la burocracia, ¿hay otros factores que influyen en que esta legislación tarde en salir?— F.P. : Sí. El encaje es muy difícil porque cada ministerio tiene un interés, como lo que decía el doctor Soriano de no incluir, por ejemplo, el aspecto fiscal, el incremento de precios, que es una medida de las que más resultado tiene. Probablemente la ley salga sin ese punto y entendemos que no está bien, pero más vale que salga la ley y que esto se pueda sumar a posteriori a que lo paralicemos todo por una causa. —En la primera versión del plan integral sí se incluía ese aumento de precios pero luego desapareció en el que aprobó el Consejo de Ministros y ustedes fueron muy críticos.— F. P. : Y lo seguimos siendo. Lo que no queremos es quedarnos sin ley. Vamos a seguir siendo críticos y creemos que es una de las medidas más eficaces. No podemos mantener a España como el estado que tiene el precio del tabaco más barato de toda Europa. Igual que el empaquetado genérico. Hay que quitarle el atractivo al tabaco y ese atractivo pasa por tener precios baratos, colores, promociones… todo eso incentiva el consumo y un precio más alto lo restaría. Con lo cual, si sale sin aumento de precios, que creo que este punto no lo vamos a conseguir, desde el día siguiente estaremos reclamándolo como lo reclamamos también el día de antes. —El empaquetado neutro también desapareció del proyecto de real decreto que el ministerio envió a Europa.— J. S. : Porque son medidas que funcionan y los ‘lobbies’ y los otros ministerios imponen presión para evitarlas. Son medidas útiles, eficaces y efectivas, tal como se ha demostrado en otros países, por eso quieren reducirlas.— F. P. : El de la fiscalidad es un tema de encaje entre ministerios y el del empaquetado es un tema de encaje con la industria, ahí la presión está clara. Nadie quiere renunciar a su color, a que se identifique la marca o a su emblema, porque les da un mercado propio. Por un lado el encaje entre ministerios y por otro la presión de la industria ha hecho que estas dos medidas desaparezcan, pero espero simplemente que se pospongan. —Y sobre los nuevos dispositivos, ¿se está haciendo todo lo necesario para que los más jóvenes no empiecen a fumar?— F. P. : No, todavía no. Todos estos productos deben ir encajados en la ley y tener la misma regulación que el tabaco tradicional. Hasta ahora ha habido un vacío legal y hay que regular la edad de venta, la distribución, el consumo, las cantidades de nicotina, valorar otro tipo de sustancias, etc. No vamos tarde, pero sí con retraso, aunque aún estamos a tiempo. Si no lo hacemos, sí que llegaremos tarde. —¿Medidas como la de Reino Unido de prohibir la venta de tabaco a los nacidos a partir de un año concreto se plantean aquí?— F. P. : Eso sí que haría que las próximas generaciones fueran sin humo, pero habría que ver el encaje legal porque si no, podría tacharse de inconstitucional. La idea es buena, pero muy complicada y no sé si una utopía, aunque a veces las sociedades avanzan con utopías.

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