El teléfono móvil se ha convertido en un elemento imprescindible en la vida de la mayoría de personas. Desde usarlo para su fin más básico como hacer llamadas, hasta darle salidas complejas como invertir en bolsa. Este dispositivo suele estar pensado para que nos haga la vida más fácil y nos ayude con ciertas tareas pero, tal ha sido su impacto en la sociedad a lo largo de los años, que en la actualidad muchos pueden llegar a verse casi esclavizados por su teléfono. Noticias relacionadas estandar No Atento a quién duerme con la radio encendida: el aviso de una psicóloga a cómo afecta a nuestra salud A. Cabeza estandar No Dinamarca se prepara para prohibir los móviles en los colegios AFP / ABC Una de las prácticas que parecen haberse normalizado en nuestro día a día es el de despertarnos con el móvil y que mirar su pantalla sea lo primero que hacemos en el día. Algo que, de primeras, puede parecer inofensivo, pero que realmente acarrea consecuencias negativas para nuestro cuerpo y nuestra mente . Si te sientes identificado con esta vivencia, a continuación te contamos lo que dice la psicología sobre las personas que lo primero que hacen al despertarse es mirar el móvil. Esto es lo que significa que mires el teléfono móvil nada más despertarte, según la psicologíaMirar el móvil cada día nada más despertarnos puede considerarse una costumbre negativa que tienen millones de personas en el mundo. Según recoge la web ‘Cuidateplus’, la psicóloga clínica Laura Fuster , muchos «lo hemos incluido dentro de nuestras rutinas» posiblemente por habernos acostumbrado a querer estar siempre informados de lo que pasa a nuestro alerdedor: «Por ello, cuando nos despertamos, necesitamos saber qué ha pasado en las horas que estamos sin información por haber estado dormidos» . La profesional indica que al principio lo hacemos de manera consciente, pero esto «poco a poco va convirtiéndose en un hábito, mucho más automático e inconsciente» . Así, llevar a cabo esta práctica desvela algunos rasgos de la personalidad según la psicología y, desde la citada web, indican los siguientes: – Impulsividad : cuesta resistirse a la acción de mirar la pantalla y no conseguir la información que queremos o no leer ese mensaje en el que pensamos, haciéndolo apenas sin pensar.- Dependencia : sobre todo si la motivación de mirar el móvil va relacionada con las redes sociales. En estos casos es posible que la persona en cuestión necesite una aprobación constante y un refuerzo positivo, comparándose con el resto y adaptándose a lo que está socialmente aceptado. – Alto nivel de estrés : aunque parezca que usamos el móvil para ayudarnos en algo o como pasatiempo, la psicóloga indica que «pronto esa intención se da la vuelta. En lugar de relajarnos nos estresan ya que podemos obtener información inesperada que aumente nuestra ansiedad o nos puede llevar al miedo a perdernos algo (FOMO, por sus siglas en inglés ‘fear of missing out’) y entrar en una espiral de estar constantemente informados, aumentando así nuestro nerviosismo».- Falta de control para poner límites : a veces sabemos que esta práctica es perjudicial, pero aún así terminamos cayendo en ello cada mañana: «A una persona que no ha tenido límites le costará detectar cuándo los necesita y autoimponérselos. Por ello, es necesario tener en cuenta que primero será complicado que identifique que no es bueno mirar el móvil a primera hora de la mañana y después, una vez que lo detecte, le costará prescindir de esa acción», cuenta Laura Fuster.Otros rasgos de la personalidad que pueden caracterizar a una persona que lo primero que hace al despertars es mirar el móvil serían la procrastinación, la baja autoestima, el deseo de validación o la dificultad para priorizar , recoge la citada fuente. Recomendaciones Si queremos poner fin a esta práctica que aumenta nuestro estrés y nos perjudica a nivel físico y mental, la psicóloga Laura Fuster da recomendaciones sobre lo que podríamos poner en práctica. Lo más efectivo sería ponernos una rutina consciente por la mañana «porque de ello depende, en gran medida, nuestro bienestar el resto del día», y esto lo podemos conseguir marcando una hora concreta para revisar el teléfono , siempre de manera consciente y controlada. «Seguramente el primer día nos resultará complicado resistir la tentación de mirar el móvil nada más despertarnos pero es cuestión de establecer una nueva rutina», concluye la profesional.

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