Dos hombres muertos y una mujer herida de gravedad en Sentmenat , un municipio de Barcelona de unos 9.500 habitantes, en lo que los Mossos d’Esquadra investigan como un nuevo crimen machista . El presunto autor, Eduardo, un vidriero de 74 años, habría herido gravemente a su pareja, Nuria, para luego acuchillar mortalmente al hijo de ella y, finalmente, quitarse la vida. Fue este lunes cuando los agentes lo encontraron ahorcado en el interior de la nave donde ejercía su oficio desde 2022, en el polígono industrial de Can Clapers . Los investigadores llegaron hasta allí tras localizar en plena calle el cuerpo del joven, Dennis, de 22 años, con heridas de arma blanca, después de que varios vecinos alertasen a la Policía local tras ver al chico malherido, sobre las 6.30 de la mañana. Pese a sus esfuerzos, los servicios de Emergencias no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Los testigos apuntaron entonces que el supuesto autor del ataque había huido en una moto y fue así como localizaron el cadáver de Eduardo, que se había ahorcado, en el interior de la nave. Antes de quitarse la vida hirió de gravedad a su pareja, Nuria, de 60 años y vecina del municipio. Los agentes la encontraron malherida en su piso, a pocos metros del espacio donde su presunto agresor se ahorcó. La mujer, dedicada al sector químico, fue trasladada hasta el Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), donde sigue ingresada en estado crítico. Según trasladaron fuentes policiales a este diario, algunos vecinos hablan de algún incidente previo entre el hombre y el joven aunque, tras el suceso, el Ayuntamiento de la localidad precisó que no tenían constancia de antecedentes de violencia entre la pareja , cuestión pendiente de confirmación oficial por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La alcaldesa de Sentmenat, Montserrat Rueda, negó además que la familia hubiese entrado en el «circuito de atención» de los Servicios Sociales del municipio y manifestó su «enérgica condena» ante todo tipo de violencia. Por este motivo, el consistorio ha celebrado, este lunes por la tarde, un minuto de silencio como acto de «repulsa» ante lo ocurrido.Por el momento, la División de Investigación Criminal (DIC) de la Policía catalana se ha hecho cargo de las pesquisas y ahora tratan de esclarecer las circunstancias del suceso. El Juzgado de Instrucción 2 de Sabadell (Barcelona) es el que tutela la investigación. El presunto asesino, Eduardo, vidriero de profesión, nació en Barcelona en 1950 y desde febrero 2022 estaba al frente de una sociedad, Garuti Glass-Art, para desarrollar así su oficio en el municipio.Menores asesinadosEn el caso del territorio catalán, el 3 de abril del pasado año un individuo mató a su hijo, de 5 años , en Bellcaire (Gerona) e hirió de gravedad a su mujer, de 29. Los Mossos detuvieron horas después del suceso al progenitor que, desde entonces, se encuentra en prisión provisional por el asesinato y la tentativa . En ese caso, fue la madre quien consiguió salir de la vivienda, durante el ataque, para pedir ayuda a una vecina. En el momento del suceso, no existía ninguna causa judicial en curso entre la pareja, pero en julio de 2022, una tercera persona sí formalizó una denuncia ante la Policía, lo que derivó en una investigación por daños. La mujer se negó a declarar, y el caso finalmente se archivó.Sólo unos días después de este crimen, la Policía catalana localizó el 9 de abril los cuerpos de una mujer, Vanesa, y sus dos hijos gemelos, de 8 años , en una casa de El Prat de Llobregat (Barcelona). Su pareja y padre de los pequeños los mató y luego se suicidó, barajaron entonces los investigadores. Fue al localizar su cuerpo como los agentes se desplazaron entonces hasta el domicilio familiar y encontraron los de las tres víctimas. En otro caso, en la capital catalana, en enero de 2024, acabó descartándose la hipótesis de violencia vicaria. Los Mossos localizaron los cadáveres de un padre y sus dos hijos , Xavi y Noa, de 10 y 7 años, después de que la progenitora, de quien se había separado, alertase a la Policía porque este no los había entregado tras las vacaciones navideñas y tampoco habían acudido a clase aquella mañana. A pesar de las sospechas iniciales de los investigadores: que se trataba de un crimen, un juzgado lo descartó porque las autopsias no permitieron encontrar indicios de delito en los fallecimientos de los menores que, al igual que el hombre, fallecieron por intoxicación de monóxido de carbono.
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