Le Normand: «Cuando escucho el himno de España siento orgullo»

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Le Normand: «Cuando escucho el himno de España siento orgullo»

Después de conquistar la Eurocopa el último verano, la selección española se ha puesto en marcha para un nuevo plan: la Liga de Naciones. Invariable, Luis de la Fuente cuenta con Robin Le Normand (Pabu, 28 años), un futbolista con historia. Es ciudadano francés, de la atlántica Bretaña, que juega con España. El jueves se mide por primera vez a su país en la semifinal del torneo. Le Normand no se altera, suda por el calor, tiene aprendida la lección y charla con ABC antes de viajar a Alemania.—De nuevo con la selección española. Se ha convertido casi en un intocable para Luis de la Fuente…—Bueno, no sé si un intocable, pero es verdad que siempre agradezco que el míster piense en mí en esos partidos importantes y nada, yo intento luego devolver esa confianza. Es verdad que desde el primer minuto el grupo me ha acogido de una manera espectacular y nada, ahora estoy intentando devolver con mi trabajo de la mejor manera.Noticias relacionadas estandar Si Seis años después, Isco vuelve a la selección para la Liga de Naciones José Carlos Carabias estandar No FÚTBOL Kike Salas, investigado por apuestas ilegales, convocado para el Europeo sub-21 Daniel Cebreiro—Usted, futbolista francés, va a jugar por primera vez contra Francia. ¿Cómo vive ese momento especial?—Bueno, la verdad no veo muchas cosas que me cambian. A ver, es un partido importante porque es una semifinal de otro título y yo intento, aunque sea con mi club o con la selección, preparar los partidos de la misma manera. Con mis rutinas y nada especial, la verdad.—¿Cómo fue aquella conversación con Luis de la Fuente, cuando le convenció para jugar con España?—Bueno, tuve varias charlas con diferentes personas. Esa llamada de Luis fue importante porque desde el primer minuto noté mucha confianza, cariño y todo eso. Y también que contaba conmigo y que veía eso en el futuro. Hemos visto desde el primer minuto que él creía en mí y eso lo agradezco mucho. Hubo conexión.—¿Y cómo fue la conversación con Deschamps, el entrenador francés?—Bueno, éramos dos personas que hablaban del tema, de lo que hacía falta, pero como siempre he dicho, yo desde el primer minuto y desde esa charla con Luis, pues lo tenía muy claro.—¿Le costó decir que no a Francia, al país donde nació?—Yo, como siempre he dicho desde mi primera entrevista aquí con la selección, he crecido de una manera con mi vida, luego he evolucionado como persona y como hombre primero en el País Vasco, ahora en Madrid y nada. Lo que sentí siempre fue intentar devolver la oportunidad de haber cumplido mi sueño y no había mejor manera que hacerlo de esa forma.—Se dice en Francia que los nacidos en Bretaña son bastante diferentes culturalmente al resto del país. ¿Lo puede confirmar o tiene esa impresión?—Sí, sí, está claro. Es cierto. Lo único que tienes que hacer es hablar con mi abuelo, con mi padre, son gente diferente, gente con mucho carácter… Y eso encontré luego en el País Vasco, gente muy lista, muy cariñosa, pero muy educada y con muchos valores. Y por eso siempre me ha adaptado muy bien al País Vasco. Me han acogido de una manera espectacular, me han permitido cumplir mi sueño y eso nunca lo puedo olvidar.—¿Hubo rápido flujo entre bretones y vascos?—Sí. Creo que en la forma de ser, la forma de trabajar, la forma de dar todo, de dejar todo, la humildad, sobre todo destacaría la humildad y el trabajo. Siempre son valores que he encontrado ahí y que había en casa de mis padres desde pequeño.—¿Y ahora qué siente cuando juega para la selección española y escucha el himno?—Siempre es un orgullo, de verdad, lo siento así. Un orgullo por la suerte que me han proporcionado, la oportunidad que me dieron para confiar en mí desde el País Vasco, desde la Real Sociedad, y luego desde la selección. Vieron en mí un jugador que podía aportar y solo tengo palabras de agradecimiento. Y que sigamos así, peleando los títulos con la selección y la verdad es que siempre vengo aquí con una sonrisa y con muchas ganas.—¿Percibe que los aficionados lo entienden? Que son profesionales y se mueven por un trabajo, más que por un sentimiento o una nacionalidad.—Como siempre, no voy a convencer a todos, yo creo que en los clubes se entiende más porque esto también es un trabajo. Para mí siempre ha sido una pasión desde pequeño, pero luego se ha convertido en un sueño y un trabajo. Hay que entender desde los clubes, pero luego yo, como siempre he dicho, me viene de la tripa, del corazón, de lo que siento y siempre lo he llevado así. Por eso digo que la decisión ha sido fácil porque de verdad he crecido a nivel personal y donde me han dado la oportunidad y la suerte de cumplir mi sueño ha sido en España, en el País Vasco y ahora en Madrid. Y así lo siento. Y mis compañeros, cómo me siento aquí. Es un orgullo y siempre lo agradezco.—¿Ha vivido algún episodio de xenofobia?—Bueno, a ver, yo creo que hay de todo, hay que respetar la opinión de todo el mundo, yo no voy a convencer a todo el mundo, es imposible. Siempre he notado la puerta abierta, siempre mucho cariño, la acogida de mis compañeros, del staff, y de la afición. No podía esperar más, me siento muy bien, muy orgulloso, quiero seguir trabajando mucho y dar mi mejor nivel en el campo para devolver esa confianza.—¿Toca el piano, verdad?—Vale, vaya cambio, ja, ja, ja. Sí, toco el piano, a ver, lo intento. Me ayuda a desconectar. No soy muy bueno, pero lo paso muy bien. La verdad es que me gusta pensar en otra cosa, la música me da mucho, el arte me gusta.—¿Tiene un nivel alto?—No, no, no, que va, que va. Mi hermano más, mi hermano sabe mucho más, mi padre sabe tocar bastante bien el acordeón. Yo solo lo intento, como soy el hermano mayor, pues dar mis cositas, pero ellos tocan mejor que yo.—¿De dónde procede esa vena artística de su familia?—Pues no sé muy bien, supongo que es una manera de ver las cosas de otra manera, de entender el mundo de otra manera. Y a mí me gusta mucho, es una forma de desconectar.—Llama la atención que sea un virtuoso del piano y luego se transforme en un defensa tan agresivo en el campo.—Ja, ja, ja. Siempre desde pequeño soy alguien bastante tranquilo fuera del campo, pero es verdad que en el césped necesito ese punto de agresividad. Me encanta este deporte, necesito como has dicho esa agresividad y estar desconectado. Me gustan los duelos en el campo, me gustan los choques, ese intercambio, esa forma de encarar las jugadas. Me gusta, me gusta. Eh, y también me gusta jugar con el balón. En la Real me han enseñado y ahora con el Atlético también, tocar, tener la pelota siempre es un gusto y con la selección algo más todavía. Pero es verdad que los duelos los disfruto.—¿Qué balance hace de su primera temporada con el Atlético?—Ha habido muchas cosas, la verdad. Ha habido de todo, ha habido momentos muy bonitos, otros no tanto. El inicio ha sido espectacular, luego vino la lesión, momentos con más dudas. Al final de la Liga he recuperado mi nivel, he estado acercándome a mi mejor versión y en eso estoy, trabajando duro para seguir la evolución. Ha sido un cambio grande, una etapa importante en mi carrera, un año muy completo y quiero seguir mejorando. —¿Cómo es el liderazgo de Simeone? ¿Impone tanto?—Es alguien que vive mucho los partidos. Como jugador o como entrenador es una leyenda, sabe mucho y nos transmite mucho. Ha sido un año para mí de mucho aprendizaje.—Hay como dos versiones en la afición del Atlético. Por un lado devoción a Simeone, que ha conseguido resultados y grandeza para el club. Y por otro, el juego sin brillantez que describe al equipo. ¿Percibe eso?—Yo lo que percibo es que la afición siempre responde. En cada partido. Ha sido una de las cosas más impresionantes que he visto en mi carrera. Cada partido han estado apoyando y jugar en el Metropolitano es algo muy impresionante y que se disfruta. Cada vez que entro ahí es un momento que me gusta.—¿Cree que al equipo le falta brillantez en el juego?—Yo creo que sabemos a lo que jugamos. Este año hemos dado un paso adelante en cambiar. Ha habido partidos donde hemos ido a presionar, otros que hemos hecho bloque bajo. La idea todo el mundo la tiene y está claro que la afición nos pide más y la gente alrededor nos pide más y eso está bien, nosotros también nos exigimos mucho. Queremos más, este año se han mejorado cosas y está claro que todavía hay muchas que mejorar. También hay cosas positivas de este año. —¿Qué nivel de preocupación le causó la lesión de la cabeza? Porque el informe médico decía que tuvo una hemorragia en las capas que protegen el cerebro.—Suena feo, ¿verdad? Yo al principio no me he dado cuenta realmente de lo que me había pasado, choques en la cabeza a lo largo de mi carrera he tenido varios, pero es verdad que ha sido más grave de lo que pensábamos. Y luego nada, la gestión del Doc, Óscar, y de todo el staff ha sido genial. Han cogido el tiempo que hacía falta y luego he tenido que recuperar el ritmo de juego, he tenido que gestionar también el pensamiento porque no hay muchas lesiones así. Me he informado un poco, había pasado a algún jugador algo todavía más grave que a mí, pero no había mucho histórico de esa lesión, así que había que tener cuidado. La gestión por parte del club ha sido brutal, luego tuve varios golpes más y ya estoy bien.—¿Cómo fue eso de gestionar el pensamiento? ¿Quitarse el temor?—No era el temor consciente, era más el inconsciente de que tu cuerpo, tu cerebro se ha llevado un susto y es superar el temor. Yo siempre entro con ganas y voy con todo, pero es verdad que los primeros duelos en los primeros partidos iba más tranquilo, además llevas el casco.—¿Y el casco era un recuerdo?—Eso es. El casco te recuerda tu lesión y hasta que no quité el casco, tenía un poco ese pensamiento. Ya llevo, no sé, 15, 20 partidos y estoy muy bien. Ya pasó, salté a los córner, metí un gol. Estoy muy bien.—Bastantes estudios científicos han asociado la enfermedad de Alzheimer a los golpes en la cabeza en el fútbol y otros deportes…—Sí, sí, haces bien en apuntarlo. No sé si algún día cambiarán las normas, pero es un deporte con tantos choques, el balón, los rivales, cabeza contra cabeza, muchas conmociones. Y no sé, habría que mirar, está bien que esos estudios salgan porque hablé con especialistas, y hay un desgaste y hay choques que no son normales.—Luis de la Fuente ha pedido más de una vez respeto para los jugadores que ganaron la Eurocopa. ¿Cree que la gente se cansa muy rápido de las mismas caras?—Creo que esas preguntas se tienen que preguntar a Luis, ¿sabes? Él valora las condiciones de cada uno y es su trabajo esto de dirigir a la selección y llamar a los que para mí son los mejores o la gente que mejor está en forma y ya os dirá.—Y el jueves Mbappé. Nunca se ha medido a él con las selecciones, aunque sí en sus equipos. ¿Cómo es?—Ya no hay muchas cosas que añadir. Es un jugador de nivel balón de oro, un jugador que destaca mucho sobre el resto. A una individualidad como él se le tiene que frenar con el juego colectivo. Y eso vamos a intentar. Está Mbappé, pero tienen delanteros muy muy buenos. Será complicado, pero tenemos un bloque, un colectivo muy muy bueno y nos vamos a apoyar en ello.

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