Elon Musk tachó este martes de «abominación repugnante» el megaproyecto de ley presupuestaria que el presidente estadounidense Donald Trump impulsa en el Congreso para que lo apruebe.«Lo siento, pero ya no lo soporto», publicó Musk en su red social X, días después de dejar de ser uno de los asesores más cercanos del republicano. «Este proyecto de ley de gastos del Congreso, masivo, escandaloso y electoralista, es una abominación repugnante. Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor: saben que lo han hecho mal. Lo saben», añadió.No eran los primeros comentarios de Musk sobre el llamado «gran y hermoso proyecto de ley» de Trump, que añadirá 3 millones de dólares al déficit estadounidense en un horizonte de 10 años, a pesar de los profundos recortes en los programas de ayuda sanitaria y alimentaria.Pero las críticas anteriores de Musk fueron comedidas, y el exjefe del grupo de trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Trump se limitó a decir que socavaba sus esfuerzos de reducción de costes.Noticia Relacionada estandar No Elon Musk se queda sin su aliado en la NASA Javier AnsorenaEl martes dijo que el proyecto de ley -que estudia el Congreso- cargaría a «los ciudadanos con una deuda aplastantemente insostenible ».La escalada en la retórica indicó amargas hostilidades entre la Casa Blanca y Musk , quien donó casi 300 millones de dólares a la campaña electoral de Trump, pero recientemente ha expresado sus frustraciones.La Casa Blanca responde«El presidente ya sabe cuál era la postura de Elon Musk sobre este proyecto de ley, eso no cambia su opinión», dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una rápida respuesta al tuit de Musk.« Este es un gran y hermoso proyecto de ley , y él se atiene a él», añadió la portavoz.Mientras la persona más rica del mundo se despedía de su papel como recortador de gastos de Trump, su relación parecía en equilibrio, ya que el republicano elogió el «increíble servicio» de su compañero multimillonario.«Trump incluso insistió en que Musk «realmente no se iba» tras unos turbulentos cuatro meses en los que el magnate nacido en Sudáfrica recortó decenas de miles de puestos de trabajo, cerró agencias enteras y recortó drásticamente la ayuda exterior.
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