Un experto en adicciones explica cómo lograr que tu hijo deje el peligroso gesto de vapear por estar de moda

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Un experto en adicciones explica cómo lograr que tu hijo deje el peligroso gesto de vapear por estar de moda

Hoy, 31 de mayo, se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco , una fecha que pretende concienciar sobre los efectos nocivos al fumar y fomentar políticas efectivas para reducir su consumo. Xavier Fàbregas Pedrell , director médico de Mas Ferriol y especialista en adicciones y trastornos de salud mental, reconoce que hay muchos adolescentes que deciden empezar a fumar porque es uno de los elementos que marcan la transición entre la edad infantil y la adolescencia, o ese intento de parecer o hacerse más mayores. Sin embargo, «es un pensamiento equivocado porque se está haciendo algo que no tiene ningún beneficio para la salud, máxime cuando las edades de mayor riesgo han ido bajando progresivamente». Apunta que si antes los jóvenes comenzaban a fumar alrededor de los 15 años, «ahora estamos viendo que empiezan sobre los 12. Cuanto más joven es la población, menos criterio, menos formación, menos información se tiene y más riesgo de que esto se convierta por imitación en un hábito que cuesta mucho dejar».¿Es habitual que consuman cigarros y vaper al mismo tiempo? El vaper ha sido una maniobra de la industria tabaquera que se vendió como una alternativa más sana que el consumo de cigarrillos porque teóricamente no se calentaba a las mismas temperaturas. Se empezó a vender como una forma de consumo de tabaco más «sano», cuando no es cierto. Y lo que se ha demostrado, y lo decimos todos los expertos, es que se está convirtiendo en la forma de introducirse en el mundo del tabaquismo porque se está fomentando el uso de vapers, incluso en personas muy jóvenes, con la idea de que se utilizan sabores y sustancias que, en principio, no contienen nicotina, pero que establecen el hábito de estar haciendo ese gesto del vapeo. Es el paso previo a empezar a consumir nicotina. Se ha convertido en una trampa, en una especie de señuelo para que la gente entre en el mundo del consumo de tabaco. Aunque inicialmente se haga sin nicotina, estamos haciendo que los jóvenes lo utilicen como una forma de socialización, de marcar tendencia, porque son aparatitos muy bien diseñados, muy monos, y el gesto de vapear parece que es estar a la última moda.Noticias relacionadas estandar Si Los españoles dedican 631 euros de media a la salud de cada miembro de la familia Laura Peraita estandar No Jesús Díaz, vocal de la Asociación de Abogados de Familia «La protección de las familias no parece estar entre las prioridades del legislador» Laura Peraita¿Cómo pueden los padres concienciar sobre la importancia de no fumar a aquellos que aún no lo han hecho? Hay que dar información veraz, sin exagerar, sin dramatizar… Es una cuestión que tiene otros componentes más allá de la propia voluntad. Tiene ese componente de presión grupal, de moda, donde a veces influyen mucho más esos personajes conocidos que están vapeando que lo que le puedas dar como información a tu propio hijo. Pero es importante entender que estamos ante una trampa, que esas industrias que saben perfectamente que el tabaco produce cáncer siguieron fomentando el uso de sustancias por intereses comerciales y, por tanto, estamos ante algo que no tiene ningún sentido. Es una forma de manipulación. Cuando dices ‘el tabaco mata’, pero te fumas un cigarrillo y no te mueres, tienes la sensación de que te están engañando. Por lo tanto, no hay que plantearlo en esos términos, sino explicarles que es algo que no va a suceder de inmediato, sino que va a ir poco a poco y que perjudica la salud. Es algo absolutamente indiscutible. A veces hay que utilizar argumentos que son aparentemente menos importantes, como que el tabaco estropea los dientes, que es una cuestión estética; que cuesta dinero, que podrías dedicar a otras cosas más interesantes, etc. Es decir, no centrarnos tanto en el único argumento de la salud, hablando de gravísimas enfermedades y de grandes consecuencias que no se perciben de inmediato. ¿Por qué unos jóvenes caen en ese consumo y otros no? ¿Es cuestión de información, fuerza de voluntad, autoestima…? Hay muchos factores que no somos capaces de explicar todavía. Igual que hay chavales que se emborrachan durante un tiempo de su vida y hacen botellón y después dejan de beber porque tienen otras cosas que les importan más: una pareja, unos estudios, un trabajo… Lo que era una conducta habitual, incluso durante años, como salir de fiesta y volver de madrugada totalmente borrachos, lo dejan de hacer y prefieren estar con su pareja, yendo en bicicleta o a la playa el domingo por la mañana. No sabemos exactamente qué hace que una persona se enganche al tabaco más fácilmente que otra. Evidentemente, hay factores de personalidad, de información y la autoestima también pesa. Muchas veces se hace por seguir al líder del grupo, sin cuestionar si aquello que estás haciendo tiene sentido o no, pero hay que entender que en el caso del tabaco hay una enorme dependencia física. Estamos hablando de una sustancia a la que se le añaden montones de sustancias saborizantes para hacer más adictiva esa experiencia. Esto se ha podido demostrar en el momento en que los gobiernos han empezado a apretar a la industria tabaquera para que al menos diesen la composición cualitativa, que no cuantitativa, de esas sustancias. Sabemos que se añaden más de 700 productos para hacerla más adictiva. Estamos hablando de una estrategia organizada teniendo en cuenta que va a facilitar esa dependencia física. Las personas que quieren dejar de fumar plantean el momento de dejarlo como una gran dificultad. ¿Qué estrategia podemos seguir para que sepan decir no cuando su entorno les invite al consumo? Pues exactamente lo mismo que tenemos que hacer con cualquier otra conducta que nos parezca de riesgo en un adolescente: plantear esa reflexión para que las cosas no sucedan en esa dinámica, de copia, de imitación, sino que lo que se tiene que fomentar es el pensamiento crítico. Y esta buena comunicación con nuestros hijos tiene que permitir poder hablar también de esto, igual que se tiene que hablar de sexo, de pornografía, de dinero, de la compra de ropa… Evidentemente nuestro hijo debe estar en un momento de escucha receptiva. Si esperamos mucho a esa conversación, nos puede decir: ‘¿Por qué me vas a decir lo que tengo que hacer? Yo soy mayor’. Es necesario establecer esa comunicación pronto, no esperar a que haya un problema para hacerlo. Si tiene más información tendrá más facilidad para o no caer en el hábito del consumo de tabaco o dejarlo de hacer una vez se ha empezado a fumar. Está claro que hay más gente joven que se plantea dejar de fumar. Quizás porqué también han empezado antes, lo dejan más pronto. ¿Y si ya fuman, qué papel tenemos los padres para que dejen de hacerlo? Si somos referentes porque podemos dar ejemplo, les motivaremos a que dejen de fumar. De hecho, en las familias de ex fumadores que mantienen esa condición o en las familias donde no se ha fumado nunca, es más fácil que los hijos no empiecen a fumar.Pero es muy difícil que te hagan caso si tú tienes un cigarrillo en la boca. El ejemplo es capital para conseguir ese resultado y, evidentemente, es una cuestión en la que influyen también elementos como el precio y la facilidad de acceso a la sustancia.Se pueden asesorar a través de personas que pueden ayudar en el proceso de dejar de fumar; los médicos de familia, por ejemplo, que están formados para acabar con este hábito. Y con el ejemplo de personas que lo hayan conseguido dejar, o leyendo libros de autoayuda.¿Qué tipo de mensajes hay que darles? Sobre todo sean coherentes, cuestiones que tengan que ver con esa información científica, con esos datos incuestionables, con esa condición de que los argumentos no sean juicios morales. Por ejemplo, recuerdo el caso de un paciente de 16 años, fumador de marihuana, que me discutía el punto de que la marihuana servía para los pacientes en tratamiento de cáncer y en quimioterapia, para disminuir los vómitos y para darles apetito cuando habían perdido peso. Era muy fácil de contestar: ‘cuando tengas cáncer, entonces fúmate un canuto, pero no te lo fumes cuando no te hace falta’. ¿Quizás lo que estás haciendo es fomentar un cáncer que luego tendrás que paliar fumando marihuana, no? Sería como pincharse insulina sin ser diabético.Estos cuestionamientos que no tienen demasiada lógica, tienen que desmontarse de una forma veraz, de una manera sistemática. Y el mensaje tiene que estar dirigido a fomentar el máximo de salud posible e ir un poco en contra de esa industria manipuladora que está vendiendo algo que no tiene sentido o justificación. Sólo un beneficio económico para ellos. Y se están provocando unas consecuencias que se podrían evitar por el hecho de no fumar. Es contradictorio, además, que el tabaco sea un monopolio del Estado, que genere impuestos, cuando en realidad están generando muchísimo más gasto sanitario que beneficio a través de los impuestos que se consiguen.MÁS INFORMACIÓN noticia No «El estrés por centrarnos en tareas y no en personas puede hacer que nos olvidemos a nuestro hijo en el coche» noticia No España, uno de los países de la UE que menos invierte en infancia, y a la cola en abandono escolar noticia Si Miedo a la oscuridad: «Al dormir con los niños les negamos la autogestión de emociones incómodas»¿Y cómo podemos apoyarles en su abstinencia? Pues manteniendo esa conversación, ese diálogo de forma que se retome si es necesario y no dar por hecho que con abordar los temas una vez ya es suficiente, porque el hecho de que tu hijo no fume no significa que no lo pueda hacer al cabo de un tiempo. Porque esos factores de inicio en el hábito no son predecibles, pueden evolucionar en el tiempo. El que aparezca una persona que tu hijo admira muchísimo y que fume, puede ser un elemento que no se puede controlar. Esa pareja con la que empiezan a salir, o ese grupo nuevo al que se apuntan y en el que, en un momento determinado, hay un líder negativo que está haciendo una conducta que va a ser imitada por los demás. Por tanto, hay que mantener esa comunicación habitual y repasar, de vez en cuando, qué tal vamos con estos asuntos.

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