Desde el viernes por la tarde, Donald Trump no ha hecho ninguna aparición pública: no ha abierto el Despacho Oval a los medios, no ha concedido entrevistas telefónicas a sus canales preferidos, ni ha recibido visitantes ante las cámaras. En cualquier otra presidencia, una ausencia de casi cinco días no llamaría la atención. Pero tratándose de Trump, la pregunta que se repite entre aliados y detractores es la misma: ¿dónde está el presidente?Oportunidades no le han faltado. El lunes recibió a agentes del orden en una recepción. El martes abrió las puertas de la Casa Blanca al golfista Bryson DeChambeau . Ha firmado decretos y ha estado en el Despacho Oval, como lo indica la presencia del marine que monta guardia en la entrada del Ala Oeste cada vez que el presidente se encuentra allí.Pero, por primera vez desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump lleva más de 24 horas sin dejarse ver, ni siquiera para las habituales fotos o vídeos firmando órdenes ejecutivas. Su única vía de comunicación ha sido un torrente de mensajes en su red Truth Social, donde ha opinado sobre aranceles, su predecesor, los demócratas, las personas transexuales y cualquier otro asunto que se le haya cruzado por la cabeza.Noticia Relacionada estandar Si La CIA se lanza al espionaje viral para reclutar fuentes en China David Alandete Vídeos en redes sociales invitan a los funcionarios del régimen comunista a buscar «un plan B» por si cae el partidoUno de los mensajes llegó este miércoles a las 2:28 de la madrugada, señal de que ha vuelto su insomnio: «el autopen es el mayor escándalo político en la historia de Estados Unidos», solo por detrás de lo que él sigue llamando «la elección presidencial amañada de 2020».Se refiere el presidente a la práctica de firmar documentos oficiales con un boli mecánico, algo que varios presidentes han hecho antes, incluido Barack Obama . Según Trump, el equipo de Biden habría usado el autopen para emitir indultos a familiares sin supervisión directa del propio presidente, en un momento en que cuestiona su capacidad cognitiva.El caso es que a Trump no se le ha visto desde que dio un mitin en Pensilvania el viernes. Jugó al golf sábado y domingo; eso se sabe porque los periodistas le acompañan hasta el club de golf y le esperan en la puerta. Tenía actos en agenda lunes y martes, pero fueron a puerta cerrada. Este miércoles, finalmente, tiene previsto participar en una «soirée» en el jardín de la Casa Blanca, pero no está claro si admitirá preguntas.En consecuencia, se ha popularizado en redes sociales la pregunta «¿dónde está Trump?». Los demócratas lo emplean junto con la sugerencia de que el presidente está sin rumbo, ante el vaivén de los aranceles y la incapacidad de poner fin a las guerras de Gaza y Ucrania.También intentan ridiculizarlo con ataques directos. La semana pasada, una periodista de CNBC, Megan Casella , le preguntó por la expresión «Trump Always Chickens Out» (TACO, por sus siglas en inglés: «Trump siempre se acobarda»), un acrónimo que, según ella, se usa en algunos círculos de Wall Street para describir la supuesta tendencia del presidente a retroceder en el último momento ante decisiones económicas arriesgadas, especialmente en materia de aranceles y conflictos comerciales. La pregunta buscaba retratarlo como impredecible y volátil, justo cuando su equipo insiste en presentar sus políticas como firmes y coherentes.Esta ausencia se ha dado justo cuando Ucrania ha lanzado el peor ataque contra Rusia, desarmando gran parte de su flota de bombarderos, sin que el presidente haya dicho absolutamente nada al respecto, algo insólito. Solo su portavoz, Karoline Leavitt , ha dicho este martes en rueda de prensa que la Casa Blanca no fue informada con antelación por parte de Ucrania , lo que refleja cierta incomodidad ante el asunto.El lunes, cuando ya era llamativo que Trump no hablaba al respecto, cuentas en redes sociales de Ucrania comenzaron a popularizar una broma con la misma frase, señal de una coordinación que refleja el enfado acumulado en ese país con el presidente: «Ucrania ha logrado algo que nadie más en la historia de la humanidad ha conseguido: silenciar a Trump durante dos días. Esto nunca había pasado antes y probablemente no vuelva a pasar».También coincide este silencio con los ataques del magnate Elon Musk a la colosal ley de presupuestos apoyada por Trump, que ha calificado de «abominación» . Esto, después de que Trump se haya peleado por ella y haya urgido a su partido a aprobarla. Musk se fue del Gobierno con honores el viernes, en un acto en que Trump hasta le dio una llave dorada de la Casa Blanca. La luna de miel duró poco.

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