Llueve con fuerza en la matinal de Stuttgart mientras esta ciudad diseñada en serie para la industria del automóvil se prepara sin entusiasmo exacerbado (muy poco ambiente en la previa) para acoger un duelo de rivalidad e historia en el estadio Mercedes Benz Arena. Son España y Francia, protagonistas en la segunda semifinal de la Liga de Naciones y de un recorrido marcado por la vecindad y la convivencia geopolítica durante siglos. Antagonismo deportivo entre dos campeonas de todo que acoge esta vez un duelo con los mejores futbolistas del mundo. Opiniones para todos los gustos, ¿quién es mejor, Lamine Yamal o Mbappé?Será este jueves en la ciudad alemana (21 h., La 1 TVE) con el señuelo del pasado mirando a los protagonistas. El 38 enfrentamiento entre las dos selecciones después de 103 años, competencia centenaria que se inició el 30 de abril de 1922. España, entonces bajo el último gobierno constitucional del reinado de Alfonso XIII, se impuso a los franceses por 0-4 en Burdeos.Los jugadores de la selección francesa llegaron a la ciudad de las Landas en tren y luego en camión desde París. Tres de ellos fueron suspendidos por su rechazo a disputar el partido en esas condiciones. Eran tiempos de la denominada ‘Furia española’, una expresión admirativa que había sido acuñada por la prensa durante los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920. «Entra a toda mecha, rematando con un disparo colosal a puerta; la pelota rompe la red», contaban con frenesí las crónicas del triunfo español en Burdeos.Noticias relacionadas estandar Si R1+círculo: el gol de videojuego de Lamine Yamal que nadie consigue parar Daniel Cebreiro estandar Si NATIONS LEAGUE De cesión en cesión, la decadencia sin fin de Joao Félix José Carlos CarabiasMuchas tardes de disputa entre ambas selecciones forjaron la leyenda del español Gaspar Rubio o del francés Raymond Kopa durante el periodo de la dictadura, pero la memoria reciente de los veteranos al fútbol se detiene en la final de la Eurocopa de Francia de 1984. Dos protagonistas en el primer vistazo de la evocación: Arconada y Platini.Una imagen inolvidable para los españoles porque el disparo de falta raso del exfutbolista y exdirigente galo se coló por debajo de los brazos del portero de la Real Sociedad, que pretendía embolsar el balón. España perdió aquella primera gran final europea, Bellone remató la derrota con el 2-0.Eran tiempos de dificultad para el fútbol español, presente en casi todas las citas internacionales pero sin protagonismo en los tramos decisivos. Francia, con Cantona, Papin y Deschamps, dejó a la selección sin la Eurocopa de Dinamarca en el ocaso de la ‘Quinta del Buitre’.Tampoco fue grato para los españoles el recuerdo del penalti lanzado a las nubes por Raúl en la Eurocopa de 2000 que hubiera supuesto el empate y que se tradujo en una victoria más de los vecinos galos.El ‘tiki taka’El cambio empezó a gestarse, con una derrota más, en 2006. El Mundial de Alemania inauguró la irrupción del ‘tiki taka’ por parte de Luis Aragonés, en obra continuada luego por Vicente del Bosque. Era España en auge, gobernante en el juego y confiada en una generación de talento. Pero el regreso de Zidane al equipo galo fue más determinante de lo que se esperaba: Francia tumbó a España 3-1 y se dirigió a la final del fatal cabezazo de ‘ Zizou’ a Materazzi.El viento ha cambiado de signo desde entonces. España logró al fin deshacerse de Francia en un torneo mayor en 2012, en plena euforia del ‘tiki taka’. Un doblete de Xabi Alonso y el tercer título en serie para la selección después de la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010. Salvo en la final de la Liga de Naciones de 2021, España ha anulado a Francia en sus últimas disputas. La semifinal de la pasada Eurocopa con el gol perfecto y ya típico de Lamine Yamal entrando por la derecha y disparando a la escuadra y la final de los Juegos Olímpicos de París con el gol de Sergio Camello.El encuentro de este jueves se plantea a nivel colectivo como un desafío por la supremacía en el fútbol europeo y, en atención del aficionado, como un reto entre dos de los mejores jugadores del mundo, Lamine Yamal y Kylian Mbappé, con permiso de un tercero que opta al Balón de Oro después de ganar la Champions, Ousmane Dembelé.«Además de calidad, está el instinto de los jugadores –opinó el seleccionador francés Didier Deschamps–. Ningún equipo ha sido capaz de eliminar la influencia de Lamine en el juego, tiene la capacidad para cambiar cualquier partido. Ha realizado una gran temporada, ha sido decisivo para el Barcelona, pero también hay otros jugadores, aunque él tiene la virtud de cambiar partidos».Son tres alternativas que habilitan el debate entre el público futbolero y que cuentan con argumentos de sobra de cada parte. La trayectoria de Mbappé, sólida y única, campeón y subcampeón del mundo, goleador prolífico y delantero letal que ha completado una temporada estupenda en su debut con el Madrid sin títulos de nivel: 43 goles en 56 partidos que le han llevado a la Bota de Oro de máximo anotador europeo. «Mbappé jugará centrado, pero durante el partido cambiará posiciones, pero hay que tener en cuenta que Croacia no es España –analizó Deschamps–. No contamos con la defensa habitual, pero somos sólidos atrás. Si solo salimos a defender, para eso no jugamos al fútbol». La irrupción de Lamine Yamal, tan refrescante, tan determinante, tan visual y tan imparable que puede pasar por encima de Mbappé con solo 17 años para estimular a una selección española que vive enganchada a su fantasía y a la capacidad de decantar partidos. Y el rendimiento de Dembelé en la temporada en curso: 33 goles en 49 encuentros alejado de la banda y como puntero de la presión del PSG de Luis Enrique.
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