Cuando los tres toreros pisaron la arena para trenzar el paseíllo, sus trajes ya dieron una pista de lo que podía suceder a lo largo de la tarde. Borja Jiménez de crema y oro, Sebastián Castella de negro y plata, y Manzanares de marino y bronce. En una olimpiada, oro para la rotunda ambición del sevillano, plata para el valor frío del francés, y bronce de consolación para el alicantino que no apareció. Y todo con una excelente corrida de toros de Jandilla , en la que sobresalió el tercero, Vid se llamaba el castaño. Peleó bien en varas y desde las verónicas de recibo se le apreciaron claras bondades en sus embestidas con las que se encajó Borja Jiménez en una faena de alto voltaje, que solo una estocada baja frenó lo que iba camino de la Puerta Grande. El inicio flexionado, llevando muy largo al astado, con poder, y un monumental trincherazo, ya avisaron de lo que quedaba por venir. Una primera serie por el pitón derecho fue exigente, girando en un palmo de terreno, ligados los muletazos, con mando. El de Jandilla siempre a más, el torero pleno de entrega, hundidos los talones, y pasándoselo muy cerca. Con un cambio de mano se echó la muleta a la izquierda y en dos series pone la plaza boca abajo. Personalidad en las formas, temple en toda su dimensión, la muleta arrastras por la arena y la explosión de júbilo en los tendidos en un monumental pase de pecho. Una obra de maciza torería que precisaba de la firma de la espada. Pero la felicidad no fue completa y la estocada se fue a los blandos.Noticia Relacionada SAN ISIDRO estandar Si ¡Qué duras son las resacas en corridas descafeinadas! Rosario Pérez Decepcionante conjunto de Alcurrucén y corrección de la terna en una tarde de llenazo que presenció desde una barrera FeijóoSe notaba en la plaza que había ganas de que Borja Jiménez rematara la tarde con el sexto. Por chiqueros salió un jabonero de 628 kilos, de imponente presencia al que los tendidos recibieron con una ovación. Los fijó a la verónica, rodilla flexionada, y dos medias de manos bajas, y aún se lució en un variado quite. Se empleó en varas el jabonero, galopó en banderillas y era pronto en sus embestidas. Borja se plantó de rodillas en los medios, le dio distancia y se lo dejó venir como un tren para torearlo por bajo con temple y profundidad en un comienzo de faena explosivo. Puede que le exigiera demasiado, como en la primera tanda por el pitón derecho, pues el jandilla acusó el peso o la medida de su casta. La cuestión es que el trasteo discurrió con altibajos, con las irrefrenables ganas del diestro en la búsqueda de una anhelada oreja para un final tantas veces soñado. La estocada, otra vez a los bajos, le hizo despertar a la realidad de una tarde en la que lo tuvo en la mano y que recordará precisamente por su mala espada.Todavía se sentía en los tendidos el runrún por la faena del sevillano al tercero, cuando saltó el cuarto, con movilidad siempre desafiante y a la vez entregada. Así lo entendió Castella, que dejó aparcada la indolencia con la que anduvo ante el primero, y se plantó en el tercio para abrir la faena con cuatro estatuarios, uno del desdén y una trincherilla. Una declaración de intenciones que culminó en una serie a derechas de muletazos plenos de temple. Subió la intensidad por ese pitón, quieta la planta siempre, como al natural, rotundo. Enganchando al buen jandilla por delante y llevándolo hasta el final, impávido y hasta aguantando un terrible parón con los pitones muy cerca. Faena asentada, valor sereno en un arrimón final y en las bernadinas de cierre. Vuelta al ruedo de consolación.Al que abrió plaza, de buen son, con las fuerzas medidas, pero con opciones, el francés anduvo sin acabar de acoplarse, con lo mejor al final de la faena en una tanda con la mano derecha en la que el toro demostró todas sus bondades, cuando la losa en que había caído el trasteo era imposible de levantar.Manzanares no se entendió con el segundo, otro toro de buena condición. Despegadillo y sin encontrar el sitio. El quinto se lesionó de salida y salió un sobrero de la misma divisa, que fue el borrón, aunque tampoco tanto, de la corrida. Deslucido el de Jandilla y deslucido el de Alicante.SAN ISIDRO Plaza de toros Monumental de Las Ventas. Jueves 5 de junio de 2025. Vigesimocuarta de feria. cartel de «No hay billetes». Se lidiaron toros de Jandilla, el quinto como sobrero, bien presentados, serios por delante, de excelente juego. Destacó el bravo tercero. Sebastián Castella, de negro y plata. Estocada y descabello. Aviso (silencio). En el cuarto, media trasera y dos descabellos. Aviso (vuelta al ruedo). José María Manzanares, de marino y bronce. Pinchazo y estocada (silencio). Estocada (silencio). Borja Jiménez, de crema y oro. Estocada baja (oreja). En el sexto, estocada baja (silencio).

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