Alberto Núñez Feijóo ha terminado en Bilbao su gira previa a la manifestación convocada mañana en Madrid en protesta por los últimos escándalos que salpican al PSOE. Tras la tensa Conferencia de Presidentes de ayer en Barcelona, el presidente del Partido Popular se ha desplazado primero a Santander y después a la capital vizcaína, desde donde ha hecho un llamamiento a que la «gente decente» llene las calles este domingo para decir «basta» a Pedro Sánchez y que «España vuelva a funcionar». Los desplazamientos se enmarcan en la campaña de recogida de avales para el próximo Congreso del partido, al que se presenta como único candidato. «Esto no es un proyecto personal, es un proyecto de país», ha dicho Feijóo, que ha estado acompañado en Cantabria por la líder de los populares en la región, María José Sáenz de Buruaga, y en el País Vasco por su homólogo Javier De Andrés. Ambas citas han servido a Alberto Núñez Feijóo para preparar el terreno de cara a la protesta de mañana en la capital de España, convocada por él mismo tras estallar el caso Leire Díez. La última en el País Vasco, después del choque que se produjo este viernes entre el lendakari, Imanol Pradales, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso a cuenta del uso del euskera. El presidente de los populares ha usado su trayectoria al frente de Galicia, una «nacionalidad histórica», para abordar la cuestión, aunque sin hacer referencia directa a ninguno de los dos. «La lengua es una riqueza y hay que preservarlas y nunca enfrentarlas», ha dicho Feijóo, reivindicando al PP como el partido del «bilingüismo armónico» y posicionándolo como la plataforma adecuada para ganar tanto a los nacionalistas como a los socialistas. «Nosotros hemos sido un partido coherente en Euskadi. Nunca hemos traicionado la Constitución ni el Estatuto de Guernica», ha añadido. Ayer Pradales, después de que Ayuso se levantara de la reunión en la Conferencia de Presidentes una vez éste empezó su alocución en vasco, acusó a los populares de no respetar la Carta Magna pese a reivindicarla como «norma básica del Estado español». Un día después, Feijóo se ha referido a lo ocurrido en el Palacio de Pedralbes de Barcelona como un «disparate absoluto» y ha acusado al Gobierno de usar la cita para «dividir» a las comunidades autónomas: «Si lo que pretendemos es dividir a la sociedad no hemos entendido el mensaje de nuestros abuelos y nuestros padres, […] que construyeron la nación más descentralizada del mundo». (Noticia en ampliación)

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