Se le escapó al Mirandés, el equipo revelación en la categoría de plata y una de las grandes sensaciones de la temporada, la ocasión de lograr el ascenso directo a Primera división por primera vez en su historia y el conjunto de Alessio Lisci se vio abocado a afrontar este domingo la ida de las semifinales del ‘playoff’ en El Sardinero ante un Racing más acostumbrado y curtido en este tipo de batallas por las alturas. La experiencia es un plus en este tipo de eliminatorias y los cántabros lo han demostrado logrando el empate en el tiempo de añadido, por lo que la eliminatoria se resolverá el próximo jueves en Anduva. Pero esa será otra batalla.El conjunto de Miranda de Ebro encaraba el duelo con el bagaje favorable de haber vencido a los cántabros en los dos partidos de la liga regular, pero en un ‘playoff’ de ascenso todo es distinto y el pasado, aparentemente, no sirve. Quiso demostrarlo el Racing aunque solo al final, con un gol en propia puerta y ya en el tiempo de prolongación, evitó volver a doblar la rodilla ante el Mirandés.Los cántabros salieron en busca del gol, forzando tres saques de esquina en los diez primeros minutos y, en el tercero, el cabezazo de Mantilla se estrellaba en el larguero, calentando aún más a la parroquia local. Pese a que fue el equipo que más jornadas estuvo como líder de Segunda (17), al Racing de José Alberto también se le esfumó la posibilidad del ascenso directo para poder regresar a la élite del fútbol 13 años después. En un Sardinero en ebullición, el técnico calcó el once con el que logró asegurar el ‘playoff’ el anterior fin de semana ante el Granada. Ese empuje inicial, sin embargo, se desinfló con el testarazo al travesaño. Esa ocasión cambió el rumbo del encuentro porque los burgaleses despertaron y pasaron a mostrar el juego valiente, intenso y atrevido que les ha acompañado a lo largo del curso. La movilidad de Izeta y Panichelli comenzó a ganerar dudas y a poner en aprietos a los defensa local, una pareja que fue decisiva en la celebración del primer gol. Llegó en el minuto 31 cuando Panichelli sirvió un balón en bandeja que Izeta solo empujó a la red. Un jarro de agua fría que mutó en hielo apenas tres minutos después. El robo de Hugo Rincón en la medular y su posterior cabalgada por la banda fue acababa por el lateral con un latigazo desde el área que se coló en la portería de Ezkeita. El Sardinero enmudeció con el 0-2. Noqueados, los locales aprovecharon un error del Mirandés para recuperar la esperanza con un gol que nacía en un robo de Andrés, que cedía a Arana para que el delantero asistiera al segundo palo a Íñigo Vicente. Sin oposición, su remate apretó el marcador.Tras el descanso, el Mirandés no quiso sorpresas. Poco después de un peligroso cabezazo de Tomeo, una gran dejada de Panichelli fue rematada por Reina para establecer el 1-3. Otro golpe, aunque no definitivo para un Racing que a falta de 20 minutos, y después de que el VAR confirmara que no había fuera de juego, redujera ventaja de nuevo con un remate de Andrés Martín, al que se anuló otro tanto en el tiempo de añadido. No bajó los brazos el conjunto santanderino, que se encontró con la igualada casi en el último suspiro en una acción afortunada, un rebote que acababa colándose en la portería burgalesa para trasladar el suspense de la semifinal al duelo del próximo jueves en Anduva.

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