A pesar del calor y de la competencia de los planes veraniegos, el Partido Popular logró este domingo concentrar en Madrid a más de 100.000 españoles -45.000 según la delegación del Gobierno- en contra del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Una manifestación multitudinaria en la que Alberto Núñez Feijóo reivindicó la centralidad como vía para llegar a la Moncloa y exigió a Sánchez «coraje» para darle la palabra a los españoles, a los que instó a «defender la democracia» de los «Ábalos, los Koldos y las Leires». Un atril con la palabra democracia era la única escenografía del escenario desde donde tomaron la palabra Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida . Ni una referencia al Partido Popular, como había exigido el líder de la formación, en un intento por aglutinar a ciudadanos de todas las ideologías contra lo que el PP ha dado en llamar la «mafia» del Gobierno. Una corrupción instalada en el PSOE, que salpica a la Moncloa y contra la que clamaron este domingo miles de españoles, en pos de un adelanto electoral al que se resiste Pedro Sánchez y que Feijóo pidió que no posponga más. « Señor Sánchez deje de esconderse, deje de mentir, deje de huir y ríndase a la democracia. Convoque elecciones. Las queremos ya. Nadie le votó para hacer esto. Ni los suyos», señaló. Noticia Relacionada vertical No Manifestación del PP contra el Gobierno, en imágenesEn ese instante, las más de 100.000 personas presentes en Plaza España y los aledaños -45.000 según la delegación del Gobierno- empezaron a pedir la dimisión de Pedro Sánchez. Un grito unánime que se adueñó del momento y que resumió el objetivo de la concentración.«Hace tiempo que esto no va de siglas y ojalá el resto de líderes lo entiendan pronto. Nosotros lo tenemos claro y no nos vamos a equivocar jamas de adversario », apuntó entonces Feijóo, en clara referencia a Vox y sus ataques constantes al PP, pero sin olvidarse tampoco de los «distintos estilos» dentro de su propio partido, a los que instó a unirse para hacer realidad el objetivo de sacar a Sánchez de la Moncloa. El líder del PP dejó claro que no vale desalojar a Sánchez de cualquier forma, al tiempo que reivindicó su perfil de político alejado de los extremos. « Nadie me va a mover de la centralidad , el único espacio capaz de reunir a la mayoría de los españoles que otros quieren dividir. Esto es lo que vamos a hacer y esto es lo que va a abrir la puerta de la Moncloa. No lo hagamos con furia, aunque no los pida el cuerpo, hagámoslo con grandeza, uniendo a la mayoría silenciosa que ha dejado de serlo. Yo no quiero un frente de la ira. España no necesita revancha, necesita concordia », reivindicó, al tiempo que exigió «coraje» a Sánchez para que convoque elecciones «y pregunte a los españoles si si quieren un Gobierno de Koldos, de Ábalos y de Leires o un gobierno decente». Ayuso y la dictadura venezolanaEl aplauso general, secundado por los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, sirvió para cerrar un acto que fue «un éxito» según fuentes del PP, con «la concentración más multitudinaria de las organizadas» bajo la presidencia de Feijóo. «Y todo, pese al calor y pese a que contamos con el rechazo expreso de otros partidos», explican desde dentro del partido, que reunió en Madrid a muchos de los presidentes autonómicos del PP. En representación de todos ellos, y como anfitriona, tomó la palabra Isabel Díaz Ayuso , quién pidió acabar con «todo este deterioro político e institucional» y «dejar de arrinconar, perseguir y despreciar a esta España plural y de todos». La dirigente madrileña fue especialmente dura al referirse al actual Gobierno, al que comparó con la dictadura venezolana. «Las dictaduras entran a sorbos, poquito a poquito. De manera inocua, aparentemente inofensiva», apuntó. También estuvo ácido el alcalde de Madrid quien se refirió a Pedro Sánchez diciendo que « primero se apoderó del PSOE y ahora pretende hacerlo de España. Pero desde aquí le decimos que no lo va a conseguir». Martínez Almeida pidió extremar el cuidado y luchar para echar a Sánchez. «No vienen tiempos fáciles. La mafia cuanto más acorralada, más peligrosa es; Cuando más pequeña, más daño va a querer hacer. Depende de nosotros, tenemos ejemplos, lo hicimos en la Transición, cuando se trajo la democracia, y lo volveremos a hacer».
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