Si el Partido Popular quería volver a llenar las calles de indignación contra Pedro Sánchez, el objetivo lo ha cumplido con creces. Porque a pesar del calor y de la competencia de otros planes veraniegos más atractivos, la concentración en la Plaza España de Madrid ha sido masiva, con más de 100.000 personas según el PP y 45.000 según la delegación del Gobierno. En cualquier caso, una manifestación multitudinaria en la que Alberto Núñez Feijóo ha exigido a Sánchez «coraje» para darle la palabra a los españoles, a los que instó a liderar la «revolución de la decencia», mientras se envolvía en la bandera de la «centralidad» como vía para abrir las puertas de la Moncloa. Un atril con la palabra democracia escrita en letras azules ocupaba el centro del escenario elegido para que Feijóo tomara la palabra. Ni una referencia en ese lugar al Partido Popular, como había exigido el líder del PP, en un intento por aglutinar a ciudadanos de todas las ideologías contra lo que el PP ha dado en llamar la «mafia» del Gobierno. Una corrupción instalada en el PSOE que salpica a la Moncloa y contra la que clamaron ayer miles de españoles, en pos de un adelanto electoral al que se resiste Pedro Sánchez y que Feijóo le pidió que no posponga más. «Señor Sánchez deje de esconderse, deje de mentir, deje de huir y ríndase a la democracia. Convoque elecciones. Las queremos ya. Nadie le votó para hacer esto. Ni siquiera los suyos», ha explicado el popular. En ese instante, la multitud que llenaba la Plaza España y sus aledaños ha empezado a pedir la dimisión de Pedro Sánchez. Un grito unánime que se ha adueñado del momento y que ha resumido uno de los objetivos de la concentración. Noticia Relacionada vertical No Manifestación del PP contra el Gobierno, en imágenesEl otro, en el que Feijóo ha centrado buena parte de su intervención, ha servido al presidente del PPpara lanzar un aviso a navegantes tanto dentro como fuera de su propio partido. Fue un mensaje claro, de reivindicación propia ante aquellos que claman por una oposición de guante de acero en la que él no cree. «Nadie me va a mover de la centralidad, el único espacio capaz de reunir a la mayoría de los españoles que otros quieren dividir. Esto es lo que vamos a hacer y esto es lo que va a abrir las puertas de la Moncloa», explicó Feijóo, quien pidió a los españoles liderar «la revolución de la decencia» ante un Gobierno salpicado por la corrupción. «No lo hagamos con furia, aunque no los pida el cuerpo. Hagámoslo con grandeza, uniendo a la mayoría silenciosa que ha dejado de serlo», apuntó Feijóo, reivindicando su perfil de político alejado de los extremos. «Yo no quiero un frente de la ira. España no necesita revancha, necesita concordia», ahondó, al tiempo que exigió «coraje» a Sánchez para que convoque ya elecciones «y pregunte a los españoles si si quieren un Gobierno de Koldos, de Ábalos y de Leires o un gobierno decente».Recado a VoxSin mencionarlos en ningún momento, ni falta que ha hecho, Feijóo se ha referido en varias ocasiones a los dirigentes de Vox que le acusan de pactar con el Gobierno y de sentarse en su misma mesa. A ellos les ha recordado que «hace tiempo que esto no va de siglas» y deseado que «ojalá el resto de líderes lo entiendan pronto. Nosotros lo tenemos claro y no nos vamos a equivocar jamas de adversario», ha apuntado en un mensaje velado a Santiago Abascal y sus ataques constantes al PP. «Señor Sánchez, deje de mentir y esconderse y ríndase a la democracia. Convoque elecciones ya» Alberto Núñez Feijóo Presidente del PPPero la reivindicación de Feijóo ha ido más allá y ha englobado también a lo que él ha calificado de «distintos estilos e intensidades» dentro de su propio partido, a los que ha recordado que el objetivo «es cambiar a este Gobierno». Los aplausos, esta vez, han llegado con más intensidad desde las primeras fiales, donde estaban los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, además de una mayoría de barones autonómicos, entre ellos Isabel DíazAyuso. Ayuso, la más aclamadaLa presidenta de Madrid, protagonista en la Conferencia de Presidentes del pasado viernes, lo ha sido también este domingo en su casa, la más aclamada cuando se dirigía a tomar la palabra. Frente al micrófono, Ayuso ha pedido acabar con «todo este deterioro político e institucional» y «dejar de arrinconar, perseguir y despreciar a esta España plural y de todos». La dirigente madrileña ha sido especialmente dura al referirse al actual Gobierno, al que ha comparado con las dictaduras al otro lado del Atlántico, «que entran a sorbos, poquito a poquito, de manera inocua y aparentemente inofensiva», pero que terminan arrasando los países. «En Venezuela también hay urnas, pero no hay democracia y España se ha adentrado por la peligrosísima senda de la dictadura de las minorías», ha clamado la madrileña. «Las dictaduras entran a sorbos, poquito a poquito, de manera inocua y aparentemente inofensiva» Isabel Díaz Ayuso Presidenta de la Com. de MadridTambién ha estado ácido José Luis Martínez Almeida, que ha ironizado con el lugar elegido para la concentración, a los pies de la Torre de Madrid, en la que ha vivido durante meses Jésica Rodríguez en un piso pagado por José Luis Ábalos con el dinero de todos los españoles. Almeida ha pedido extremar el cuidado con Pedro Sánchez, capaz de adueñarse «primero del PSOE y luego del Gobierno». El alcalde de Madrid ha advertido de que «no vienen tiempos fáciles», porque «la mafia –como se ha referido al Ejecutivo– cuanto más acorralada, más peligrosa es y cuando más pequeña, más daño va a querer hacer». «Por eso, todo depende de nosotros, y tenemos ejemplos. Lo hicimos en la Transición, cuando se trajo la democracia, y lo volveremos a hacer», ha apuntado en referencia al fin de la dictadura franquista.

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