«Esta victoria significa todo. Es toda una vida para esto», suelta espontáneo Iván Romeo en el set de entrevistas en Charantonnay, sede de la tercera etapa del Dauphiné Liberé donde ha sellado una victoria de calidad el ciclista español que más crece. Es Iván Romeo, de Valladolid, 21 años, campeón del mundo de contrarreloj en categoría sub 23 y potente promesa del pelotón español. Lo ha conseguido todo en una etapa exigente, en una fuga con el fenómeno Van der Poel, lo que siempre añade valor: el triunfo y el maillot amarillo de líder de la prestigiosa carrera francesa.(Ver clasificaciones)Es un día de castigo para los ciclistas en el Dauphiné, la prueba que es el portal de entrada al Tour de Francia y que reúne a los primeros espadas del ciclismo. Ahí está Pogacar, líder el primer día después de ganar el esprint a Van der Poel, Vingegaard y Evenepoel, cuatro fenómenos que serán protagonistas en el Tour.Son 207 kilómetro s por debajo de Lyon y Clermont Ferrand, puro Macizo Central, montañas suaves, puertos de tercera y segunda categoría, terreno estilo ratonera donde es imposible encontrar rectas, un encadenado donde sufren los corredores.Noticias relacionadas estandar Si darán que hablar… Iván Romeo, una locomotora para las contrarrelojes José Carlos Carabias estandar No ciclismo Iván Romeo, la esperanza española, logra su primera victoria profesional José Carlos CarabiasPor ahí penetra pasajero de la fuga de 15 corredores Iván Romeo, autor de una victoria previa en la campaña de su estreno profesional (etapa en la Comunidad valenciana). Es una escapada de nivel, Van der Poel capitaliza la jornada porque lo hace siempre. Es el ciclista que magnetiza las carreras en torno a él. Todo depende de sus maniobras.Van der Poel colabora con todos en los cinco puertos cortos del día, pero en el último la situación se descontrola. Todos buscan su opción de ganar (Lipowitz, Tejada, Bernard…) y Van der Poel es el que persigue sin demasiada ayuda del resto. Natural. Nadie quiere colaborar para que él gane.En la sucesión de derrotes encuentra hueco Iván Romeo, a cuatro kilómetros de la meta. El vallisoletano es una especialista contra el reloj, llanero solitario que fluye en la aerodinámica contra el viento: el cuerpo agrupado, la espalda horizontal, los brazos en escuadra.«Me encanta la contrarreloj porque depende de ti, no de las variables de una etapa normal. Siempre se me dieron las contrarrelojes y físicamente se me se adapta muy bien», comentó el pucelano en una entrevista con ABC después de conquistar el título sub 23 en Zúrich.Van der Poel desiste porque persigue en solitario, Romeo captura 15 segundos a falta de tres kilómetros y en las dudas de los escapados construye una victoria solvente, de primer nivel, de ciclista grande que además se lleva el premio del maillot amarillo, con 1 minuto y 6 segundos sobre Tadej Pogacar, el favorito indiscutible para el Dauphiné. Aunque este miércoles, en la contrarreloj, Romeo puede defenderse con argumentos.
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