Tito Valverde: «Lo que sobra hoy en política es mala leche»

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Tito Valverde: «Lo que sobra hoy en política es mala leche»

El actor Tito Valverde estrena película, ‘Votemos’, en la que se exploran los límites de nuestros prejuicios frente los problemas ajenos de salud mental a través de la accidentada junta de vecinos. Todo lo que necesitamos para hablar con él. De pecados.—Le perdono un pecado. —Empecemos cuestionando eso. ¿Por qué pecados? Depende de quién lo mire. Tenemos ahí, por ejemplo, la lujuria. ¿Contra la lujuria qué hay? ¿Castidad? Entre lujuria y castidad, la verdad, elijo lujuria. O contra la gula. ¿Abstinencia? No, hombre no. Y con la edad, cada vez menos. —¿Se pueden cometer todos los pecados? —Todos no. Pero estos, dosificados, sí.—¿Cuestión de mesura?—Un poco se puede pecar, ¿no? La pereza también. Ser un poco perezoso no está mal.—Sacamos esos tres de la lista.—Bueno, los has sacado tú. Yo sigo con los demás.—¿Por ejemplo?—La ira. —¿Está bien la ira?—¿Estando la situación como está, con todo lo que está pasando en el mundo? ¿Cómo no vamos a tener ira? Sin embargo, hay que tener templanza. Porque la ira conduce al odio y eso no lleva a ningún sitio. —Hay que tener la justa, entonces. —La justa o ninguna. Más pecados.—La soberbia.—A ver, a mí me cae muy bien la gente humilde que, pudiendo ser muy soberbia, no lo es. Como Rafa Nadal, que sería el gran ejemplo de eso. ¿Qué nos queda?—La envidia.—Hay quien dice: «no, es que lo mío es una envidia sana». ¡Una mierda para ti! La envidia sana no existe. El que tiene envidia se corroe por dentro, es un amargado.—Queda la avaricia.—Contra la avaricia está la generosidad, que la desactiva. Uno puede tener algo de ambición, el problema es en qué punto deja de ser positivo y pasa a ser un pecado. Y lo malo de todos estos pecados es que últimamente se están potenciando en el mundo.—¿Habría que adaptar la lista al momento actual? —No lo había pensado, pero es una buena reflexión. Voy a pensar y, la próxima vez que hablemos, te digo qué nuevos pecados capitales he encontrado yo en esta vida. —A ver si vamos a acabar con una lista de 20 pecados…—Pues si nos ponemos a hablar de política, no te digo yo que no. Lo que sobra hoy en política es mala leche y, sobre todo, esa ambición desmedida por conseguir las cosas a base de hundir al contrario. Como sea, utilizando incluso la mentira. Es lamentable.—Qué curioso que mentir no sea un pecado capital. —Contra la mentira, siempre, la verdad. Contra el bulo, la realidad. Pero hoy en día es complicado demostrar que algo es mentira porque hay mucha gente que apoya eso. Ahora, conseguir algo, es a base de insultos. —¿Insultos en lugar de buenos argumentos? —Odio, es lo que hay. Y eso sí es lamentable. Habría que preguntarse por qué los políticos están alimentándolo constantemente. —Es una irresponsabilidad.—Sí, pero eso se la refanfinfla a todo el mundo. Y todo el mundo va a seguir votando a los mismos, a unas siglas porque se meten con las otras. Hay un poco de eso, de empujar al personal a votar enfadado. Uno piensa que la política debe ser honesta y servir para reconciliar y resulta que la están utilizando para enfrentarnos a todos. Y yo me cago en la leche que les han dado. La suerte que tienen es que ya no estoy yo de comisario, porque lo iba a solucionar rápido.Noticia Relacionada Los siete pecados capitales de… estandar Si Alberto Olmos: «Soy un tipo muy peligroso» Rebeca Argudo El escritor y columnista, ganador de premios como el David Gistau, publica nuevo libro, ‘Tardes tontas con la chica que te gusta’—Jajajajajaja. ¡Vuelva! ¡Le necesitamos! —¡Vamos! ¡Iban a conocer los calabozos! Jajaja. No, no, es broma, que no soy yo nadie para impartir justicia, solo faltaba. ¿Hablamos de mi peli? —Hablamos de lo que usted quiera.—Es el mejor guión que ha caído en mis manos. Estoy entusiasmado.

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