Benjamin Netanyahu y Donald Trump han puesto a Oriente Próximo a las puertas de una guerra a gran escala con el lanzamiento de la operación ‘Despertar del león’ contra Irán . El cielo de la república islámica rugió a las tres de la madrugada de este viernes con el comienzo de cientos de bombardeos dirigidos a la planta nuclear de Natanz, pero también a bases militares, aeropuertos y puertos.Israel descabezó a la cúpula militar iraní y asesinó a un grupo selecto de científicos. Al menos 70 personas murieron y más de 300 resultaron heridas, según datos ofrecidos por la agencia Fars, en lo que Irán calificó de «declaración de guerra». Los iraníes clamaron venganza y en Israel tomaron las medidas necesarias para hacer frente a la respuesta, que llegó de noche con una lluvia de misiles que dejó decenas de heridos. Algunos de los proyectiles impactaron en el centro de Tel Aviv.Noticia Relacionada Perfil estandar No Hossein Salami, el látigo militar de los ayatolás eliminado por Israel Andrés Gerlotti Slusnys Representó el rostro más visible del poder militar iraní. Su desaparición abre un nuevo capítulo en la rivalidad entre Teherán y Tel AvivIrán no sufría una ofensiva de este tipo desde la guerra con Irak en los ochenta. El Líder Supremo, Alí Jamenei , advirtió al enemigo de que le espera un futuro «amargo y doloroso».Mientras la república islámica negociaba desde hace dos meses un nuevo acuerdo nuclear con el equipo de Trump , Israel preparaba a sus equipos dentro y fuera de Irán para este momento. Los iraníes se mantenían firmes en su intención de no aceptar la imposición de tener que dejar de enriquecer uranio y, cumplidos los 60 días de ultimátum que les dio el presidente estadounidense, llegó el ataque a gran escala que Trump calificó de «excelente» y aplaudió porque «la gente de la línea dura con la que estábamos negociando ha muerto». Amirdaryoush Youhaei, estudiante de Política de Oriente Próximo de la Universidad de Teherán, estaba despierto cuando comenzaron a llover las bombas y «en un primer momento no pensé que era un ataque, nadie lo podía imaginar porque estábamos en medio de una negociación con Estados Unidos». Youhaei, que vive en el barrio de Saadat Abad, alcanzado por las bombas, se siente confuso y dice que el golpe que ha recibido el régimen es «como el que recibieron en Estados Unidos el 11-S, un golpe sin precedentes al corazón del sistema. Han asesinado a dirigentes importantes en sus propias casas. No puedo imaginar lo que tendrá en la cabeza el Líder Supremo, pero Irán debe responder con toda la fuerza posible».Cazados en un búnkerEn esa lista de bajas figuran los generales Mohammad Bagheri , jefe del Estado Mayor, Hossein Salami , comandante en jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), Amir Ali Hajizadeh , comandante de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria, y Gholamali Rashid , subcomandante en jefe de las Fuerzas Armadas.El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz , declaró además que «la mayor parte de los líderes de la fuerza aérea de la Guardia Revolucionaria Islámica fueron eliminados» cuando se encontraban reunidos en una sala bajo tierra. Tras la eliminación de Salami, la Guardia Revolucionaria designó a Mohamed Pakpour como su sucesor y en su primer mensaje dijo que «pronto se abrirán las puertas del infierno para un régimen asesino de niños». El resto de altos cargos fallecidos también fueron sustituidos en pocas horas en un intento de alejar la sensación de vacío de poder.Los iraníes, que durante años plantearon un escenario de guerra indirecta con Israel a través de grupos como Hizbolá o Hamás , se ven de pronto solos y como actores principales de la contienda. Irán cara a cara frente a Israel, el gran aliado de Estados Unidos en la región. La Inteligencia israelí , que en verano ya demostró su capacidad de penetración al asesinar a Ismael Haniye en la residencia de la Guardia Revolucionaria en Teherán, señaló los objetivos y los ataques fueron precisos, nada que ver con los bombardeos masivos que arrasan Gaza desde hace más de 20 meses. Uno por uno, los proyectiles fueron impactando a lo largo de la jornada ante la inoperancia de la defensa antiaérea, fuera de juego gracias a otro golpe del Mossad en una operación de drones kamikaze similar a la que emplearon recientemente los ucranianos al este de Rusia.Central nuclear de NatanzLa central nuclear de Natanz, punto clave para el enriquecimiento de uranio situado en el centro del país, quedó destruida por los bombardeos. El Ejército israelí reveló que «los ataques destruyeron la sección subterránea, que albergaba una sala de enriquecimiento de varios niveles con centrifugadoras, salas eléctricas y otra infraestructura de apoyo. También afectaron a infraestructura crítica que permite la operación continua del lugar y el avance del proyecto de armas nucleares». Por la tarde, el centro de enriquecimiento de Fordow también fue alcanzado por las bombas. Los israelíes buscaron además durante toda la jornada anular la capacidad defensiva y de respuesta balística del enemigo para tener el cielo libre y reducir el grado de amenaza en la respuesta.El Ejército israelí señaló que 200 aviones de combate participaron en el ataque y emitió un comunicado describiendo la operación como «una ofensiva preventiva, precisa y combinada para atacar el programa nuclear de Irán», aunque en realidad fue mucho más allá. Los militares justificaron el ataque argumentando que «Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para el Estado de Israel y una amenaza significativa para el resto del mundo». Netanyahu, que llevaba décadas insistiendo en la necesidad de un golpe directo a Irán con el objetivo de acabar con el régimen islámico, adelantó que la operación durará «todos los días que sea necesario». Además, apeló a la amenaza nuclear de un Irán al que «si no se le detiene, podría tener un arma nuclear en pocos meses, quizás menos de un año». El primer ministro se ha salido con la suya y cuenta con el apoyo total de Trump.
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