El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha dejado claro este viernes que no piensa dimitir después de que el Tribunal Supremo le haya procesado por haber participado en la filtración de un correo electrónico de Alberto González Amador, la pareja de Isabel Díaz Ayuso. García Ortiz asegura que, como fiscal general del Estado, hizo «lo que tenía que hacer».En declaraciones a los medios antes de clausurar en el Pazo de Mariñán, en Bergondo (La Coruña), la edición de este año de la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal, García Ortiz ha insistido en que lo que hizo fue limitarse a recopilar «el material de la verdad». Según él, dar la versión de lo que «verdaderamente había ocurrido», para «defender la honorabilidad» y el «buen trabajo» de la Fiscalía.«Hice lo que tenía que hacer. Por un lado, poner de manifiesto la profesionalidad de la Fiscalía española. Por otro, dar a los ciudadanos una información veraz, el derecho a conocer la verdad», ha insistido García Ortiz.Es la primera vez en democracia que un fiscal general es procesado. García Ortiz está a las puertas del banquillo por un presunto delito de revelación de secretos. El juez Ángel Hurtado lo implica, junto a su subordinada Pilar Rodríguez, en la filtración de un correo privado entre el abogado de la pareja de Ayuso y la Fiscalía. El caso, además, salpica a La Moncloa, pues el magistrado considera que García Ortiz actuó por indicación de la Presidencia del Gobierno.Lo que sucedió, en síntesis, fue lo siguiente, a juicio del magistrado instructor. Después de que El Mundo publicase la noche del 13 de marzo de 2024 un artículo que aseguraba que la Fiscalía había ofrecido a la pareja de Ayuso un pacto para que admitiera dos delitos fiscales, García Ortiz, «con la finalidad de ganar el relato a esa información por parte de la Fiscalía» sobre de quién había surgido la iniciativa para llegar a un acuerdo en un pacto de conformidad penal, «entró en una dinámica de un frenético intercambio de comunicaciones entre distintos fiscales». Especialmente prolífico a través de Whatsapp, para preparar una respuesta y replicar que «la Fiscalía no había ofrecido ningún pacto de tal tipo».García Ortiz llamó a la jefa de la Fiscalía Provincial Pilar Rodríguez, quien, a su vez, telefoneó al fiscal que investiga el caso de la pareja de Ayuso, Julián Salto, para reclamarle, por encargo del fiscal general, que le remitiera inmediatamente los correos con el abogado de Alberto González Amador con la intención de publicar una nota de prensa para desmentir esa información.Y este viernes, en una comparecencia convocada por la Fiscalía, aprovechando la clausura del curso de verano del Ministerio Fiscal en Bergondo, García Ortíz ha insistido en defender la «actuación absolutamente impecable» de la Fiscalía, frente a quienes pretendían «manipular» con «mentiras».

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