El día después no fue tan tumultuoso, pero tampoco mejoró las cosas. La lenta digestión de los casi quinientos folios del demoledor informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre la triada corrupta compuesta por los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán , y su indispensable compinche, el ínclito Koldo García, ha conmocionado a la opinión pública y ha dejado en un estado de auténtico shock a los socialistas. Mucho más tras poder escucharse ayer de viva voz de todos ellos los audios de la trama. Aunque ni siquiera la crudeza de los mismos sorprendió excesivamente a quienes conocían el paño por dentro. « Es que era un tío muy chungo », relata una persona que le vio actuar de cerca en la Ejecutiva del partido y que luego fue víctima de sus «cacicadas», un término en el que coinciden muchos de los dirigentes consultados para describir la era Cerdán al frente de la organización. Otros hablan de «escándalos orgánicos» para describir su proceder. Y concluyen que quien empieza corrompiéndose a pequeña escala (por ejemplo instando a Koldo a añadir votos falsos para Pedro Sánchez en las primarias del partido) luego puede ir subiendo peldaños en esa peligrosa escalera. Todo ello lleva a un conato de rebelión interna. Muy tenue por el momento y desde luego mitigado, como ocurre en cualquier gran organización, por el poder, esa argamasa casi siempre inmejorable. Pero que nadie pasa por alto en el seno de la formación, donde los sectores más afectados empiezan a movilizarse. Fuentes consultadas por ABC confirmaron ayer que la expresidenta andaluza Susana Díaz ha mantenido contactos con otros miembros destacados del partido para exigir a Sánchez que ofrezca más explicaciones que dio el jueves desde Ferraz sobre la crisis.« En el PSOE los silencios a veces hablan », apunta un dirigente que ha tenido peso en los equipos de Sánchez. Silencio guarda Adriana Lastra, delegada del Gobierno en Asturias y hasta 2022 número 2 del partido, un cargo en el que mantuvo una dura pugna interna durante años primero con Ábalos y luego con Cerdán, hasta que terminó perdiendo el pulso. Aunque un lastrista de pro como el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón , alzó la voz mostrando su «asco» por la corrupción y habló de un «jarro de agua fría terriblemente decepcionante». Unas palabras de alto tono que reflejan el impacto vivido por las revelaciones de la UCO, lo que el propio Sánchez calificó en su comparecencia del jueves por la tarde en Ferraz de «indicios muy graves». Aunque muchos aseguran que si bien no se podía augurar o adivinar ese nivel de corruptela, con el reparto de mordidas de cientos de miles de euros por adjudicaciones de obra pública, pocos desconocían por su proceder que Cerdán no se comportaba como una persona honesta o con una conducta plenamente edificante. Noticia Relacionada estandar Si El audio en el que Koldo y Ábalos hablan de las ‘compañías’ en un viaje: «La Carlota se enrolla que te cagas» Daniel Roldán El exministro y su asesor planeaban una ruta por carretera por el sur de España y dónde debían pararY esto último tampoco es un enorme secreto. La elaboración de las listas electorales para las elecciones generales del verano de 2023 ya provocó un enorme incendio. Singularmente en algunas provincias. Por ejemplo la de Valladolid (donde el líder provincial era y es el ministro Óscar Puente) , o la de Ávila, además de la exclusión de algunas personas de relevancia del sector de Lastra u otros próximo al entonces líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato. Algo que se llega a calificar tirando de hipérbole como de «limpieza étnica». El que fuera secretario general de la federación de Castilla y León, el hoy senador Luis Tudanca , ya mostró en aquella ocasión de hace dos años su decepción. A partir de ahí su desencuentro con la dirección nacional del partido fue en aumento, y tras denunciar maniobras «tóxicas» de Cerdán, entre ellas la alteración arbitraria del calendario autonómico de primarias, y otras más subterráneas y turbias, terminó renunciando en enero de este año a presentarse a la reelección, dejando el paso al alcalde de Soria, Carlos Martínez . Los territorios que como el de Castilla y León denunciaron ese maltrato por parte de la Ejecutiva Federal habían sufrido ya el duro revés de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023, que precisamente precipitó el adelanto electoral para la insólita fecha de un 23 de julio. Una derrota electoral que todos coinciden en ver más vinculada a determinadas cuestiones de alcance nacional (los pactos con Bildu, un asunto que fue muy señalado en la campaña, tras incluir los de Arnaldo Otegi a un puñado de etarras en sus candidaturas) que a la gestión autonómica o local. Y que dejó compuestos y sin consistorio a alcaldes que parecían tan consolidados como el citado Puente en Valladolid o al de Sevilla Antonio Muñoz, o a presidentes autonómicos como Francina Armengol , Ángel Víctor Torres o el extremeño Guillermo Fernández Vara. Nadie quiere repetir ese escenario, y por eso voces lideradas por el díscolo oficial, el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, llevan tiempo pidiendo –antes incluso del estallido definitivo del caso Cerdán– un adelanto electoral, para que las cuitas nacionales no dañen a los territorios. Extremadura avisaNo en vano Extremadura, un feudo del PSOE que solo en dos ocasiones en la democracia ha dejado de gobernar, como ocurre ahora con la popular María Guardiola, dio ayer un primer aviso. El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna , un hombre fuerte del líder extremeño Miguel Ángel Gallardo, aseguró que si él estuviese en el lugar de Sánchez «convocaría un congreso extraordinario, no sería candidato a ese congreso extraordinario, y evidentemente no esperaría hasta el 2027, yo creo que hay que actuar de otra manera». Palabras que difícilmente, y con excepciones como las de García-Page, se encuentra en su contra todo un presidente del Gobierno. La idea de un congreso extraordinario se extiende por el partido. Y también la de que no basta con una remodelación de la Ejecutiva como la que anunció Sánchez tras pedir perdón a la ciudadanía por la conducta presuntamente delictiva de su estrecho colaborador. Sino que sería necesario también una crisis igualmente profunda de gobierno. Mientras, los sectores más cercanos a la actual cúpula, tanto en Ferraz como en el Consejo de Ministros , no eluden lo complejo de la situación, aunque confían con optimismo en superarla. Aunque ya nadie habla de «ruido que pasará», como se hacía hace meses con las acusaciones del comisionista Víctor de Aldama, que a la postre se han quedado incluso cortas, al menos en cuanto a las cuantías de las mordidas que habrían cobrado Cerdán y sus compañeros de correrías. Y quienes alzan la voz crítica lamentan hasta qué punto ese tipo de discursos han quedado totalmente desacreditados. «Decíamos que había una campaña en nuestra contra, y ahora tenemos a dos secretarios de organización que pueden terminar en la cárcel», sintetiza un dirigente de una federación muy importante y que ha trabajado directamente con Ferraz. Como siempre que hay problemas internos en alguno de los grandes partidos españoles, la voz de los ex presidentes del Gobierno es una de las que hay que tener en cuenta. En ese sentido, José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por el silencio, ese que un dirigente observa tan revelador, y que contrasta con sus encendidos elogios públicos a Cerdán. «Santos, así se comporta un socialista», ha llegado a decir en una de sus enfáticas intervenciones mitineras. La relación entre ambos se ha consolidado en los últimos tiempos hasta ser muy cercana. «José Luis es muy buena persona», se le ha oído decir en privado al ex secretario de Organización, quien por ejemplo compartió con el presidente el reservado previo a la presentación de su último libro en Madrid. Todo un gesto de cercanía, que no pasó inadvertido, entre quienes, entre otras cosas, han compartido esta legislatura la difícil interlocución con Carles Puigdemont. Felipe González , por el contrario, no ha estado callado. Ya antes del informe de la UCO avaló la idea de García-Page de adelantar elecciones y este jueves por la tarde, en plena tormenta política por el escándalo, arropó en un acto en Madrid a Eduardo Madina. «Fue mi candidato, y lo sigue siendo en mi corazón y en mi cabeza», sentenció sobre las primarias de 2014 en las que Sánchez se convirtió, por primera vez, en el líder del PSOE.

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