Trump da un giro en su mano dura con la inmigración: paraliza las redadas en sectores sensibles como el campo y la hostelería

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Trump da un giro en su mano dura con la inmigración: paraliza las redadas en sectores sensibles como el campo y la hostelería

El Gobierno de Donald Trump ha cambiado de rumbo en su mano dura contra los inmigrantes indocumentados : ha ordenado parar de inmediato las redadas y los arrestos en los sectores de la agricultura, la hostelería y la restauración . Después de mantener un discurso maximalista sobre la deportación de los inmigrantes indocumentados tanto en campaña como en sus primeros meses en la Casa Blanca , cuando ha defendido poner en marcha «el mayor programa de deportación de la historia» y después de insistir en que todo aquel que esté de manera irregular en EE.UU. tiene que ser procesado y expulsado, ahora aprieta el pedal de freno . Cuando Trump defendía con vigor esos planes, muchos se preguntaban: si no lo hacen los inmigrantes indocumentados, ¿quién se partirá el lomo recogiendo fruta en el campo? ¿quién limpiará los hoteles? ¿quién sudará en los fogones de sol a sol? El presidente da señales ahora de que no tiene una buena respuesta.Noticia Relacionada Las protestas contra Trump estandar Si Miedo a ser ‘cazado’ en Los Ángeles: «Estamos atemorizados hasta los que tenemos papeles» Javier Ansorena Los inmigrantes indocumentados se exponen estos días lo menos posible, ante el miedo a ser arrestados por ‘la migra’, y se avisan por WhatsApp de dónde están los agentes para evitarlosUna directiva interna a la que ha tenido acceso ‘The New York Times’ ordena a las oficinas regionales de la policía de Inmigración y Aduanas (ICE, en sus siglas en inglés, conocida como ‘la migra’ en la comunidad inmigrante) parar en seco las redadas que afecten a esos sectores.«A partir de hoy, por favor parad todas las operaciones e investigaciones para cumplir la regulación en lugares de trabajo del sector agrícola -incluidas piscifactorías y plantas de procesamiento de carne-, restaurantes y hoteles», instruía un alto cargo de ICE, Tatum King .En la orden, se detalla que las investigaciones que no tengan que ver con estatus irregular de los inmigrantes -«tráfico de personas, lavado de dinero o narcotráfico», por ejemplo- en esos centros de trabajo pueden seguir adelante. Pero se pide no hacer arrestos de «colaterales no criminales», en referencia a inmigrantes indocumentados sin antecedentes , que son la inmensa mayoría.La decisión es una muestra del impacto que está teniendo la campaña de mano dura de Trump en algunos sectores muy dependientes de otra mano, la mano de obra de los inmigrantes indocumentados. Su Administración ha emprendido redadas en lugares de trabajo de todo el país, en ocasiones de manera indiscriminada, como se ha publicitado con más fuerza que en ningún otro sitio en Los Ángeles , la segunda mayor ciudad del país y donde vive y trabaja una gran comunidad de inmigrantes. Esas redadas, los mensajes públicos de la Administración y sus campañas agresivas en redes sociales y en medios de comunicación, unidos al despliegue del ejército en Los Ángeles y la amenaza de hacerlo en otras partes del país, ha disparado el miedo y la tensión en las comunidades de inmigrantes indocumentados.Como este periódico ha podido comprobar en Los Ángeles, muchos inmigrantes se están quedando en casa por temor a ser arrestados. Evitan ir al trabajo si pueden, no llevan a los niños al colegio, se quedan encerrados. «Hay mucho miedo, la gente ni siquiera sube al autobús», decía a ABC esta semana una tendera del distrito textil del centro de la ciudad, donde se registraron las primeras redadas.El impacto se sintió también fuera de las ciudades, cuando se empezaron a conocer las primeras redadas en explotaciones agrícolas, con inmigrantes escondidos de los agentes de ICE entre hileras de maíz. Todo esto se empezó a sentir sin duda en el campo, en los hoteles y en los restaurantes, porque Trump, en un giro imprevisto de su mensaje duro contra la inmigración, empezó a dar un volantazo. Noticia Relacionada estandar Si Washington se blinda para su gran desfile en un día de furia contra Trump David Alandete Los tanques ya se exhiben cerca de una Casa Blanca protegida ante las protestas«Nuestros grandes agricultores y la gente de los negocios de los hostelería y el entretenimiento nos están diciendo que nuestro política muy agresiva en inmigración les está dejando sin empleados muy buenos y que llevaban mucho tiempo, y que es casi imposible reemplazar a esos trabajadores», escribió el pasado jueves en su red social. «Tenemos que proteger a nuestros agricultores, pero echar a los criminales de EE.UU.»Poco después, en rueda de prensa, insistió en la misma idea. Habló del daño que estaban sufriendo los agricultores, que son un sector tradicionalmente republicano y aliado de Trump. «Tienen muy buenos trabajadores, que han trabajado para ellos durante veinte años» , dijo. «No son ciudadanos, pero son fenomenales».El presidente dijo que haría «algo» al respecto, que tenía que usar «sentido común». Trump está muy conectado con el sector agrícola, pero todavía más con el hotelero, donde, además de tener también mucho apoyo político, él mantiene muchos negocios y conoce a la perfección la presencia alta de inmigrantes indocumentados.Esa intención se ha concretado ahora en esta directiva interna que ordenaba paralizar esas redadas y que fue confirmada después al diario neoyorquino por Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en el que está integrado ICE. «Seguiremos las directrices del presidente y seguiremos trabajando para sacar a los peores extranjeros criminales de las calles de EE.UU.» , dijo. Esa fue la posición que en algún momento defendió Trump: centrarse en los casos de criminales, como han hecho anteriores administraciones, incluida la de Joe Biden. Pero después, muchos miembros de su Gobierno han insistido en que todo aquel que está en situación irregular es susceptible de ser detenido y deportado. Y, ante la presión de aumentar un nivel de deportaciones todavía bajo -en los primeros meses, ha sido menor que en el mismo periodo del año pasado, con Biden en la Casa Blanca-, las autoridades han intensificado las redadas y los arrestos.

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