La polémica sigue instalada en el seno del Partido Socialista de Extremadura . Con el caso del hermanísimo en todo lo alto y tras el escandaloso aforamiento del secretario general, Miguel Ángel Gallardo , ahora es otra de las mujeres fuertes del partido, Virginia Borrallo , la que se encuentra a un paso del banquillo de los acusados por un presunto delito de prevaricación administrativa.Así lo entiende el Juzgado de Instrucción número 1 de Jerez de los Caballeros , localidad pacense de la que fue regidora Borrallo entre 2014 y 2019, que pide que continúe la tramitación por un posible delito en el troceo de contratos de tres pistas deportivas municipales. La juez instructora entiende que existen «indicios suficientes» para sentarla en el banquillo. Según la resolución, Borrallo licitó «trece contratos diferentes» para tres proyectos que eran «idénticos» . Se trataba de instalaciones en las tres pedanías de Jerez de los Caballeros: Valuengo, La Bazana y Brovales. De los trece contratos, diez fueron calificados como «contratos menores», que no superaban el umbral de los 40.000€.La instructora defiende que no era necesario «la realización independiente de cada una de las partes del contrato por división en lotes». Esto habría permitido eludir los requisitos de publicidad que se requieren cuando son contratos de una cuantía superior.Una de las sacrificadas de GallardoA lo largo de la última década, Borrallo ha sido una mujer importante dentro del Partido Socialista de Extremadura . Además de ser alcaldesa de Jerez de los Caballeros, ha sido pieza fundamental en la Diputación de Badajoz que dirigía, hasta hace unas semanas, Miguel Ángel Gallardo. Llegó a ser vicepresidenta y se mantiene como asesora de área en la Delegación de Presidencia y Relaciones Institucionales.Hace menos de un mes, Borallo, que ocupaba el número 20 en la lista del PSOE en las Autónomicas de 2023 por la provincia de Badajoz, renunció al acta de diputada. Fue una de las cinco socialistas que abrió paso a su líder, a Gallardo, para que éste lograse su aforamiento mientras se encontraba, también, a un paso del banquillo de los acusados. Paradójicamente, ambos están en la misma situación, pero Borallo no cuenta con ningún tipo de blindaje judicial. Su caso está en manos de la Audiencia Provincial de Badajoz.Se ha trasladado esta situación a la Fiscalía y a las acusaciones particulares , que tienen diez días para formular el escrito de acusación, solicitando la apertura de juicio oral. Del mismo modo, la defensa puede interponer recurso de reforma y apelación en un plazo de entre tres y cinco días.

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