Amaral emociona y Estopa estalla: pop, rock, rumba y rave para decir adiós a O Son do Camiño

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Amaral emociona y Estopa estalla: pop, rock, rumba y rave para decir adiós a O Son do Camiño

Ya no quedaba cuerda para más: este sábado, el Monte do Gozo se ha despedido por todo lo alto de O Son do Camiño en su sexta edición. Una jornada final que ha combinado sol, emoción y una contundente mezcla de géneros para rubricar ese equilibrio que caracteriza el festival: con la correcta intención todo vale, desde la canción de autor hasta la electrónica más demoledora. En general, ha habido también un gran despliegue técnico: en términos de calidad de sonido, la edición de 2025 ha brindado una experiencia tremenda, con mezclas que mayormente se mantuvieron limpias pese al viento. Además, el recinto no dejó de coger inercia desde la primera jornada, rompiendo cada día récords tanto en cantidad de asistentes como en velocidad a la hora de llenarse, pero la llegada del sábado le ha brindado su mayor éxito. Desde bien temprano por la tarde, a medida que ha ido creciendo la marabunta melómana, cada banda ha aportado a un crescendo que tuvo su mayor estallido con Amaral y Estopa, pero que despuntó de muchas maneras; de nuevo, en un crisol de géneros.El trío de talentos gallegos Capital Voskov, Taïn y The Rapants inauguraron los primeros shows del sábado en el Monte do Gozo. Los relevó el dúo Marlena, que abrió la tarde con un espectáculo enérgico mezclando pop, electrónica ligera, historias personales y emoción directa. Efectivamente, encontró respuesta en un público madrugador y receptivo que -empezaba a entreverse- no quería esperar tanto como en días anteriores para acudir al recinto. Con temas como ‘Gitana’, ‘Te vas a inventar’ o ‘Red Flags’ —durante la que la vocalista Ana Legazapi bajó a pie de público— generaron un clima de confianza y entusiasmo reforzado por una lluvia de confeti final. Marlena O SON DO CAMIÑOE inmediatamente después aprovechó toda esa energía la catalana Lia Kali. Llegó al escenario casi al mismo tiempo que se posaron rayos de sol sobre el Monte do Gozo, y así quiso quedarse el clima el resto de la tarde. Su repertorio fue una mezcla de soul, rap, recuerdos flamencos y letras afiladas como ‘Qué te debo’, ‘Contra todo pronóstico’ o ‘Volvernos a amar’. Cantó a capella, habló de ambición, sueños y límites, y conectó de forma muy sincera con quienes la escuchaban en silencio o coreaban desde el césped.Lia Kali O SON DO CAMIÑOCon la llegada de La La Love You también pareció hacerlo una parte del verano. Su repertorio, en formato pop-punk, trajo la playa al Monte do Gozo; no faltaron ni pizzas (de plástico) volando -la banda había ‘pedido’ medio millar, a compartir por ellos y su público, a través de un teléfono hinchable, pero el reparto acabó llegando cuatro o cinco canciones después- ni bailes espontáneos en sus temas pegadizos, véanse ‘Más colao que el Colacao’, ‘La canción del verano’ o ‘Los ojos, chica, no mienten’. Entre palmas y el mejor ambiente de chiringuito, el grupo dejó claro por qué en pocos años se ha convertido en uno de los favoritos para animar el circuito de festivales. La La Love You O SON DO CAMIÑOLos relevó el cantautor Dani Fernández, que se plantó en plena gira ‘Esto es una jauría’ con su voz rasgada y potente para darlo todo en el escenario. El manchego se entregó en cuerpo y alma con un set bastante emocional, desde los primeros acordes de ‘Clima tropical’ hasta ‘Todo cambia’ o ‘Plan fatal’. El público, ya masivo, respondió coreando cada verso y levantando los brazos cuando lo pidió. Se nota que el exmiembro de Auryn se esfuerza por gustar en solitario, y vaya si lo logra.Dani Fernández O SON DOO CAMIÑOAmaral ofreció uno de los conciertos más aplaudidos de todo el festival y un amplio repertorio de sus himnos más clásicos: ‘Toda la noche en la calle’, ‘Días de verano’, ‘Kamikaze’ o ‘Cómo hablar’. La de Zaragoza emocionó, conectó y compartió con una audiencia que no dejó de corearla: no deja de sorprender la impecabilidad que despliega la artista en su registro en directo. Luego se permitió momentos de intimidad con ‘Podría haber sido yo’, en homenaje a Víctor Jara, en la presentación de su nuevo disco ‘Dolce Vita’. Y otro momento especial fue cuando interpretó en gallego ‘Non quero perderte’, un tema que grabó con Eladio y los Seres Queridos y Fillas de Cassandra, antes de cerrar con ‘Hacia lo salvaje’, ‘Salir corriendo’, ‘Revolución’ y ‘Hasta que la música se acabe’. Con un vestido rojo y la voz intacta, Eva Amaral y su camarada Juan Aguirre se despidieron entre reverencias y una ovación sostenida que reverberó en el Monte do Gozo.Amaral O SON DO CAMIÑOEstopa cogió el testigo con una exhibición de carisma, rumba, humor y energía. David y Jose Muñoz convirtieron su concierto en una auténtica celebración a base de temas como ‘Tu calorro’, ‘Cacho a cacho’, ‘Vacaciones’ o ‘El run run’. Saludaron a los de la noria, firmaron un cassette en pleno escenario y se abrieron una cerveza para brindar con el público: «Saúde e liberdade». El segundo bloque de su actuación fue puro homenaje a sus 25 años de carrera. Con ‘La raja de tu falda’, ‘Me falta el aliento’, ‘Pastillas de freno’ o ‘Como Camarón’, la explanada se entregó por completo. «Compartir escenario con Kase.O y Amaral nos llena de orgullo. ‘Moitas graciñas’, Galicia. Nos vemos pronto», dijeron antes de llevarse el aplauso más largo de la noche entre reverencias. Son, con razón, una institución popular y festiva.Estopa O SON DO CAMIÑOPasadas las dos de la madrugada apareció The Prodigy, con siete minutos de retraso fácilmente disculpados por un público que les había encargado una misión clara: convertir el Monte do Gozo en una rave. Con un juego de luces brutal, beats industriales y clásicos que fueron de ‘Voodoo People’ a ‘O’ -en la que llegaron a exclamar un «¡marcha!»-, los británicos pioneros de lo suyo demostraron que siguen siendo una de las apuestas más intensas del tecno en directo. Su audiencia, aún en pie tras más de ocho horas de música, respondió sin inmutarse por el cansancio. The Prodigy O SON DO CAMIÑOY, así, todo estaba listo ya para que Steve Aoki pusiese el broche final y despidiese esta edición de O Son entre remixes, luces de colores y sus características performances como DJ. Fue una sesión frenética y desbordante: además de sus hits habituales, pinchó una selección que incluyó guiños al público como ‘Suavemente’, ‘Gasolina’ o un homenaje a Avicii. No faltaron sus colaboraciones con BTS y Natanael Cano, ni tampoco el ya clásico lanzamiento de tartas al público para terminar. Una clausura explosiva que convirtió la explanada en una pista de baile sin relojes. Steve Aoki O SON DO CAMIÑOY así se ha cerrado este año el festival. El que viene volverá para traer, de nuevo, tres días de ‘musiqueo’ intergeneracional a una capital gallega que suena fuerte.

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