La sensación de que el Gobierno se desmorona no ha dejado de crecer en los últimos días. El informe de la Guardia Civil y los audios que confirman su contenido -con la voz de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García- resultan devastadores para el PSOE. Y en este contexto, el debate sobre la moción de censura sigue sobrevolando al Partido Popular en su conjunto. La gravedad de la situación, ahora más que nunca, lo justifica. Pero la decisión aún no está tomada. El PP esperará . Alberto Núñez Feijóo siempre ha tenido claro -lo ha vuelto a decir esta semana- que presentarla sin tener los apoyos solo serviría para reforzar a Pedro Sánchez. Pero el escenario ha empeorado y el corazón del PSOE está infectado. En su entorno más cercano también creen que todo dependerá de cómo avance la investigación sobre la trama y apuntan a que en las próximas semanas el curso de los acontecimientos puede cambiar y dar un nuevo giro . El golpe de Cerdán ha sido demasiado profundo . También para Sánchez y para sus socios habituales, entre los que cunde un desconcierto total, especialmente por el temor a lo que esté por venir . En la cúpula del PP cuentan con que ninguno de los grupos que sostienen al Gobierno moverá ficha ahora. No todavía. Lo que han empezado a hacer es endurecer su discurso y lanzar mensajes más contundentes hacia Sánchez. La comparecencia en Ferraz del jueves pasado no tranquilizó a nadie y, además, envejeció demasiado pronto. El presidente sigue hablando de agotar la legislatura y llegar a 2027. Pero los socios, en privado, estarían reconociendo lo insostenible de la situación. El clima podría volverse irrespirable si la corrupción lo inunda todo. Y en la dirección nacional del PP insisten en que la clave está, precisamente, en el análisis que los socios hagan de su propia situación cuando empiecen a notar el desgaste . «Que lo van a acusar. Y más temprano que tarde» , zanjan fuentes populares.Noticia Relacionada estandar Si Los socios ven a Sánchez «en la UCI», pero alejan una moción de censura Juan Casillas Bayo Piden explicaciones del presidente ante el Pleno del Congreso: «Esto no es ‘lawfare’»Los detalles del extenso informe de la UCO siguen saliendo en cascada. «Hay que esperar a que los socios noten la presión dentro de sus filas y en la calle », repiten en Génova. El PP afronta su congreso nacional en apenas tres semanas y a partir de ahí, más aún ahora con un PSOE en trance, el partido se pondrá en modo electoral. Será el momento de valorar las distintas opciones. Seguirán con lupa los movimientos de los socios. Algunas fuentes creen que deben esperar unas semanas y plantearlo, quizá, a la vuelta del verano. Lo que está claro es que el debate no está ni de lejos zanjado. El PP es consciente del estado crítico en el que se encuentra Sánchez. Algunas voces plantean que es «ahora o nunca».Al mismo tiempo, nada hace pensar que los socios puedan dar un salto de gigante hasta apoyar una moción de censura descartada hasta este momento. Pero habría un punto intermedio, apuntan en el PP, que pasaría por que dejaran de apoyar a Sánchez de manera explícita, contribuyendo así a la asfixia del Gobierno .Escenario gravísimo Feijóo no quiere moción de censura si no le dan los números, pero en el PP reconocen que el escenario ha empeorado y que la trama, que ataca al corazón del PSOE, justifica pasos excepcionales.Eso, en este momento, reconocen, es un escenario plausible. Sobre todo, para algunos socios. Muchas miradas se dirigen al PNV porque fue, precisamente, el partido que determinó la moción de censura en 2018 para acabar con Mariano Rajoy e impulsar a Sánchez. Han cambiado muchas cosas desde entonces. Las relaciones entre PNV y PP -que nunca fueron más allá de la cordialidad, pero en las que imperó el pragmatismo- están hoy completamente deterioradas. La interlocución está en mínimos y la sintonía, como tal, no existe. Los nacionalistas vascos ven ataques permanentes por parte del PP – la crisis de los pinganillos y el euskera en la Conferencia de Presidentes es el último- y le acusan de haber comprado las tesis de Vox. El intento de frenar la cesión del palacete de París a los nacionalistas vascos por parte del Gobierno también dejó heridas hace meses.Y ahora que el partido ‘jeltzale’ está en manos de Aitor Esteban , enfrentado al grupo parlamentario de Feijóo y Miguel Tellado, las opciones de reconciliación son muy limitadas.Sin embargo, dirigentes del PP ponen el foco en la fuerte presión interna que el PNV puede sufrir , de sus cuadros, de sus militantes, al no comprender la doble vara de medir. «Seguir sosteniendo a Sánchez puede dejarlos a los pies de los caballos si esto va a más», continúan reflexionando.Noticia Relacionada estandar No Feijóo zarandea a Sánchez en plena crisis: «Todas los que le llevaron a Moncloa están señalados por la corrupción» Daniel RoldánY también está la presión externa, sobre todo de algunas empresas y del mundo de los negocios con ascendencia en Euskadi , que ven una parálisis imposible de aguantar por mucha exhibición de los datos macroeconómicos que intente hacer el Gobierno. «El PNV tiene sus ritmos. Esperarán a que el agua baje después de haber subido. Calibrarán a fondo. Y verán cómo les deja esto a ellos», consideran. El pacto para gobernar el País Vasco con los socialistas dificulta al mismo tiempo movimientos bruscos.Presiones al PNV Las relaciones con el PP atraviesan su peor momento, pero llegarán presiones internas por la doble vara de medir; y externas, de las grandes empresas, por la parálisis en la que se instala la legislatura.Junts tiene un capítulo aparte . En el PP son conscientes de que Carles Puigdemont es un actor político imprevisible y, sobre todo, dan por hecho que ha atado su futuro a Sánchez por la amnistía. El líder de Junts espera el fallo del Tribunal Constitucional este mismo mes a pesar de las dudas que ya ha manifestado la Comisión Europea. Y la realidad es que los neoconvergentes están siendo capaces de obtener otras bazas políticas, cesiones permanentes del Gobierno, -desde el pacto para delegar competencias en las fronteras con la presencia de Mossos a la reciente gestión de los secretarios e interventores municipales-. Aún así, Junts también ha pedido una reunión urgente con el Gobierno para analizar en qué punto quedan las relaciones tras la crisis de Cerdán.Noticia Relacionada Análisis estandar Si El PSOE, abatido: «Santos se ha ido. Pero el cráter es total» Paloma Esteban La moral de los socialistas se hunde con Cerdán en el epicentro de la trama de corrupción, mientras el Gobierno ve enterrado el relato de la legislatura sobre la supuesta persecución contra el presidenteEn la izquierda , a pesar de que nunca se van a prestar a apoyar a Feijóo activamente, las cosas también se complican. Sumar , socio de coalición, que ya atravesaba una crisis propia (en las encuestas se refleja), ahora ha entrado en estado de shock por la gravedad de las revelaciones que atacan a otra persona de la máxima confianza del presidente. Ni tenían conocimiento previo, ni son capaces de entender hasta dónde puede llegar la onda expansiva. También en ERC , los otros socios catalanes, asumen que será muy difícil mantener el apoyo al presidente en este clima persistente de corrupción. Sus electores son muy sensibles al asunto y, además, reconocen que sin Presupuestos Generales ni manera de exhibir para qué están dando su apoyo a Sánchez, empiezan a quedarse sin incentivos. Todo, mientras que su competidor, Junts, capitaliza muchos de los acuerdos.En esta situación, los populares se preparan para resistir la presión de Vox y su líder, Santiago Abascal, que exige una moción de censura inminente, convencidos de que deben medir sus pasos y saber esperar. La convicción, eso sí, es la de que Sánchez ya no puede seguir en La Moncloa.

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