Robert Kubica, Yufei Ye y Phil Hanson se han proclamado ganadores de las 24 horas de Le Mans de 2025 al volante del Ferrari 83 del equipo AF Corse, tras una edición sorprendentemente calmada en comparación a lo que se esperaba. El polaco, recordado por su etapa en Fórmula 1 y cómo su carrera deportiva casi queda truncada por un accidente en un rally, ha alcanzado la gloria en la carrera más grande del mundo por delante del Porsche 6 —pilotado por Kevin Estre, Laurens Vanthoor y Matt Campbell — y de otro Ferrari el número 51 de Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi . Miguel Molina, Nicklas Nielsen y Antonio Fuoco , campeones en 2024, no pudieron reeditar la gloria y se vieron fuera del podio.La fortuna no acompañó esta vez a la estructura comandada por el barcelonés, que vio cómo las sanciones y la mala fortuna se cebaban con él hasta las últimas vueltas. Una enorme cantidad de castigos, bien por saltarse banderas amarillas, bien por una gestión un tanto dubitativa de la propia carrera, fue desde el principio el otro coche oficial, el 51, el que llevó la voz cantante de los dos de la estructura oficial… aunque a falta de poco más de una hora tuvo problemas y acabó cediendo el podio.La sorpresa relativa la dio la estructura del 83, comandada por un Kubica que desde el primer momento apretó las tuercas a los responsables de Ferrari. Aunque su coche no se puede considerar el oficial, en sentido estricto, a todos los efectos lo es: por eso exigió ya desde la noche que no eligieran por colores sino que le permitieran la victoria. Kubica se echó la responsabilidad al hombro y no le tembló el pulso : conquistó Le Mans habiendo pilotado casi 11 horas en total y un último relevo extremo de casi tres y media, forzando al límite el máximo permitido.Es la culminación de una carrera deportiva que se vio truncada por un fatídico accidente en 2011 que le dejó una mano prácticamente inútil y, consecuentemente, no apto para firmar ese contrato con Ferrari en Fórmula 1 que había apalabrado para formar equipo con Fernando Alonso al año siguiente. Aunque acabaría regresando a la parrilla , nunca fue el que se presuponía. Con esta victoria en Le Mans, aunque no sea en una de las ediciones más trepidantes que se recuerdan —el primer coche de seguridad no llegó hasta las 3 de la madrugada y apenas tuvo afectación—, se reivindica uno de los pilotos con mayor talento que pasaron por el Gran Circo y al que el destino le dio un manotazo.Gracias a esta victoria, Ferrari cumple una máxima que se ha repetido desde que esta era del automovilismo de resistencia comenzó: los equipos que han ganado lo han hecho, al menos, tres años consecutivos: Audi (2012-2014), Porsche (2015-2017), Toyota (2018-2022) y ahora Ferrari , 2023-2025… de momento.Si el Ferrari 83 fue el ganador en la máxima categoría, la de hypercars, el Inter Europol 43 de Smiechowski, Dillman y Yelloly ganó en LMP2 mientras que el Porsche 92 del equipo Manthey con el incombustible Richard Lietz —el piloto en activo con más participaciones en Le Mans, 17—, Riccardo Pera y Ryan Hardwick lo hizo en los GT3.Mala edición para los españolesNo fue una buena edición para los españoles, pese a la gran presencia que había entre los inscritos. Además de Molina, que no pudo llegar al podio, el debutante Fran Rueda se vio fuera de carrera por un accidente de su Mercedes en la categoría de GT3 en el primer tercio de las 24 horas. Tampoco pudo hacer mucho Lorenzo Fluxá , cuyo LMP2 del equipo Algarve acabó en una gris 8ª posición de su categoría, lastrado en parte por un mal inicio de la carrera.Dani Juncadella , mucho más veterano, no tuvo en ningún momento opciones para hacer algo grande con el Corvette del TF Sport y fue 7º en los GT3.

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