El verano es un buen momento para engancharse a una actividad nueva que no hayamos practicado antes. Tenemos más tiempo libre y eso hace que estemos también más inspirados. ¿La propuesta que te ofrecemos para tus vacaciones? Apuntarte a hacer escalada porque es una disciplina que lo tiene todo.No es casualidad que cada vez haya más rocódromos . Gracias a los JJ.OO, este deporte se ha popularizado en gran medida y son muchos los que se han sumado y no lo han dejado. Realmente, tiene mucho atractivo… Y ahora, con el buen tiempo, se presenta como una buena opción para disfrutar de un deporte que lo tiene todo, hasta la parte social.Noticias relacionadas estandar No Los nutrientes que nos ayudan a mejorar el rendimiento deportivo Melissa González estandar No Cuerpo firme, fuerte y flexible con cuatro ejercicios fáciles y efectivos Gemelas PinSeguro que ya has visto a gente «colgada» de una pared en una zona de interior o rocosa en mitad de la naturaleza. Esta disciplina deportiva consiste en ascender superficies verticales , ya sean artificiales o naturales, utilizando principalmente la fuerza física, la técnica y la concentración mental. Y, tal como garantiza Marina Provenzano, experta en escalada en Arkose (Madrid), es mucho más que un deporte: «Es una forma de superación personal y conexión con el cuerpo».Por qué la escalada y no otra cosaLa escalada puede practicarse en interiores, sobre estructuras artificiales, o al aire libre en paredes naturales. Y existen varias modalidades: el bloque (sin cuerda y a baja altura también conocido como boulder), que suele ser la más demandada en los rocódromos. Son esas paredes coloridas con ‘botones’ de colores que la gente estala siguiendo un mismo color. Por otro lado está la modalidad de dificultad (con cuerda) y la velocidad. «En Arkose estamos especializados en el bloque, una práctica ideal tanto par a principiantes como para escaladores experimentados », comenta Marina Provenzano.Así se ve un rocódromo. Imagen cedidaEs un deporte muy accesible para todo el mundo porque cada uno usa el color de su nivel y tiene que seguir su camino. Eso sí, una vez estás arriba es cuando puede llegar el miedo a cómo bajar… Los expertos de Arkose indican que se baja usando las presas de descenso que son de color blancas y las cuales no hay que utilizar durante la subida. «El color amarillo es el nivel más fácil mientras que el morado está pensado para los escaladores profesionales, que suelen entrenar en los rocódromos ».Es una actividad increíblemente completa, tanto a nivel físico como mental. Desde el punto de vista físico, mejora la fuerza, la resistencia y la flexibilidad , trabajando todo el cuerpo de manera equilibrada. A nivel mental, es una disciplina que fomenta la concentración, la resolución de problemas y la confianza en uno mismo. Además, practicarla en un entorno ‘indoor’ como los centros Arkose permite disfrutar de un ambiente seguro y social, lo que refuerza el sentido de comunidad entre los escaladores. Lo cierto es que el hecho de visualizar el color que tienes que seguir, el cerebro traza un camino para llegar hasta lo alto: «¿dónde pongo el pie? ¿Me agarro con la mano derecha?». Y eso ya ofrece una destreza cognitiva. Durante unos días o semanas el «camino es el mismo» pero los rocódromos cambian las rutas para mejorar los beneficios y aumentar la dificultad.«Entrenas todos los grupos musculares y eso lo convierte en un deporte muy completo. Se trabaja la flexibilidad, el agarre de pies y manos, el core está activo en todo momento así como el bíceps, tríceps y piernas enteras están trabajando sin descanso», cuentan los monitores de Arkose.Marina Provenzano señala que, con la práctica regular, aumenta la coordinación motora y se desarrolla una gran conciencia corporal. «Además, se gana agilidad, control postural y fuerza funcional», recalca. Diferencias entre rocódromo y naturaleza¿Es mejor practicarlo en un rocódromo o en la naturaleza? Realmente es a gusto del consumidor porque cada una aúna su propia personalidad. En un rocódromo se escala en un entorno seguro y controlado, con colchonetas, rutas marcadas y supervisión. La experta de Arkose insiste en que es ideal para entrenar, iniciarse o perfeccionar la técnica. En cambio, practicarlos en la naturaleza brinda una experiencia más salvaje y requiere más preparación, aunque ofrece un contacto único con el entorno natural y una sensación de aventura.Eso sí, no se está exento de posibles lesiones en ninguna de ellas; como en cualquier deporte, existen riesgos… «Las lesiones más comunes de la escalada suelen ser sobrecargas en dedos, hombros y codos y también puede haber caídas, aunque en rocódromos están muy controladas gracias a colchonetas y supervisión», dice Marina Provenzano. La prevención, el calentamiento adecuado y una buena progresión son clave para evitar lesiones.Para la práctica de este deporte se recomienda ropa cómoda y elástica que permita libertad de movimiento. El calzado esencial son los pies de gato (zapatos específicos para escalar) y el magnesio para escalar es opcional aunque sí recomendable en el bloque.

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