Lo prometido es deuda. Y el presidente de Indra, Ángel Escribano, cumple hoy con sus palabras: habrá cambios en la cúpula directiva de la compañía pero no solo con fichajes, ahora con promociones internas. Así, según ha podido saber este periódico, el nuevo ‘jefe’ de la joya de la corona de la compañía, su filial de tecnología, será Luis Fernández, hasta hoy director Global Administración Pública en la propia Minsait desde 2020; mientras que Pedro Rodríguez Veiga, responsable de Negocio Internacional en Minsait, ascenderá al mismo cargo pero a nivel global, en Internacional del grupo Indra, área clave para la nueva era con el presidente Escribano. Ambos formarán parte del comité de dirección de la compañía.Bajo la batuta de Fernández se baraja otro nombre: Sebastián Bahamonde con el firme objetivo de fortalecer Minsait , negocio prioritario también para Escribano y su consejero delegado, José Vicente de los Mozos. Mientras, bajo la dirección de Rodríguez Veiga las fuentes apuntan que dependerán tres áreas: una, liderada por Luis Permuy (responsable del negocio en Asia, Oriente Próximo y África de Indra desde 2016); la segunda, por Pedro García (vicepresidente sénior para Europa); y la tercera, bajo el liderazgo de Jacinto Monge (que gestiona hasta ahora Estados Unidos, Reino Unido y el norte de Europa). Con estos movimientos, Escribano consolida una organización cohesionada y muy internacionalizada , con el objetivo puesto en su crecimiento no solo doméstico sino, sobre todo, exterior, y mandan el mensaje a mercados e inversores de que Minsait es un negocio clave del que no quieren desprenderse ya y sobre el que la matriz refuerza su control. Fernández, un histórico de la compañía de tecnología y defensa, estuvo durante 15 años en Indra Sistemas como director autonómico de Administraciones Públicas España (Desarrollo de Negocio y Operaciones). Precisamente como representante de Indra Sistemas, Fernández era miembro en la comisión ejecutiva de Fundetec de la comisión de Administración Pública de la AEC (Asociación Española de Consultoría).No será consejero ejecutivoAhora bien, las fuentes consultadas explican que Fernández no tendrá exactamente las mismas funciones que Abril, ya que –dicen– no será consejero ejecutivo, como lo era su antecesor .No obstante, recordar que el presidente de Indra ya había trasladado a Abril que dejaría de ser consejero tras la carta de recomendación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) –en pro del buen gobierno corporativo– llegada hace un año con Marc Murtra en la presidencia, debido a que en la compañía había tres personas con dicho cargo . Además de Abril, el propio Escribano y su consejero delegado, José Vicente de los Mozos.Para Escribano, como también lo fue para Murtra, entre los tres, la salida más lógica era la de Abril, ya que no tenía cargos ejecutivos como tal. Tras la salida de este último el pasado 20 de mayo , se abría la carrera por su sucesión al frente de la filial , que ya entonces apuntaba a que sería una promoción interna.Uno de los principales objetivos que tendrá el nuevo director general de Minsait será mantener el rumbo y la fortaleza de la filial de Indra más deseada por otros -sobre todo, fondos de inversión-, para mantener la velocidad de crucero del grupo en su conjunto. A día de hoy, tanto el presidente de Indra como su CEO no quieren deshacerse de Minsait, por ser el negocio más rentable de la compañía.En palabras del propio Ángel Escribano, está creando un equipo de su total confianza que trabaje para llevar a Indra «al siguiente nivel, impulsando su evolución industrial, sus capacidades de desarrollo de producto y de sistemas de tecnología avanzada».Y para ello, según adelantó ABC, ha trasladado a su equipo directivo y a sus consejeros la necesidad de remar todos en la misma dirección y seguir la misma hoja de ruta, siendo una piña , con varios objetivos inexcusables en el horizonte: afianzar su presencia en Europa y sus relaciones internacionales; alianzas y adquisición de empresas del sector –la compañía ha anunciado ya que tiene monitorizadas una veintena de empresas españolas (entre ellas, la compañía del propio Escribano, EM&M) y extranjeras de diferentes sectores para plantear futuras adquisiciones que aporten aporten capacidades de las que no dispone en la actualidad y que les permitan una integración vertical–; y formar un equipo afín a los objetivos de la compañía.
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