Más de un tercio de la materia del Universo está ‘perdida’, es decir, que aunque saben que está ahí, los astrónomos no consiguen verla por ninguna parte. Y no hablamos de la ‘materia oscura’, que nadie ha visto tampoco porque no emite radiación alguna que podamos detectar, sino de materia ‘normal’, la que forma los planetas, estrellas y galaxias que hay a nuestro alrededor y que, según nuestros modelos cosmológicos, debería existir en mayor cantidad de la que hemos logrado observar hasta ahora.Por supuesto, no es que toda esa materia haya desaparecido, sino que se encuentra en un estado tan difuso, caliente y de tan baja densidad que es extremadamente difícil de detectar con los telescopios actuales. Los científicos creen que se oculta en el vasto espacio intergaláctico , en forma de una red de tenues filamentos de gas caliente que conectan las galaxias entre sí. Algo que, sin embargo, resulta difícil de confirmar.Ahora, y gracias al poder combinado del observatorio espacial europeo XMM-Newton y los telescopios espaciales japoneses de rayos X Suzaku y Jaxa, un equipo internacional de astrónomos ha conseguido observar, por primera vez en detalle, uno de esos filamentos. Uno que conecta cuatro grupos de galaxias. El enorme ‘río de gas’ se extiende a lo largo de 23 millones de años luz y su masa es diez veces superior a la de nuestra propia galaxia. En otras palabras, los investigadores han conseguido encontrar una parte de toda esa ‘materia perdida’. El hallazgo se acaba de publicar en ‘Astronomy and Astrophysics’.Noticia Relacionada Más grande de lo que pensaban estandar Si La mayor estructura del Universo está más cerca de la Tierra de lo que se creía José Manuel NievesLa imagen más claraSi bien no es la primera vez que se detecta uno de estos filamentos , hasta ahora había resultado muy difícil distinguir sus propiedades. De hecho, suelen ser muy débiles, lo que dificulta aislar su luz de la de cualquier galaxia, agujeros negro o cualquier otro objetos que se encuentre cerca.Pero la nueva investigación sí que lo ha conseguido. Y ha logrado encontrar, aislar y estudiar con precisión un único filamento de gas caliente que se extiende entre cuatro grupos de galaxias en el Universo cercano. «Por primera vez -explica Konstantinos Migkas, del Observatorio Leiden en los Países Bajos e investigador principal del estudio-, nuestros resultados coinciden estrechamente con lo que predice nuestro modelo principal del cosmos, algo que no había sucedido antes. Parece que las simulaciones eran correctas todo el tiempo».A más de diez millones de grados y con su masa de diez vías lácteas, el filamento conecta cuatro grupos de galaxias, dos en un extremo y dos en el otro. Todas ellas forman parte del Supercúmulo de Shapley, una colección de más de 8000 galaxias que forma una de las estructuras más masivas que se conocen. El filamento en cuestión se extiende en diagonal a través del supercúmulo a lo largo de 23 millones de años luz, el equivalente de atravesar nuestra galaxia de extremo a extremo unas 230 veces.Konstantinos y su equipo lograron observar el esquivo ‘puente’ de gas tras combinar datos de tres potentes telescopios de rayos X (los ya citados XMM-Newton, Suzaku y Jaxa) con otros facilitados por instrumentos ópticos. De esta forma, lograron eliminar las emisiones ‘contaminantes’ de otros objetos, como agujeron negros supermasivos que se encuentran dentro del propio filamento.«Gracias a XMM-Newton -asegura el coautor Florian Pacaud, de la Universidad de Bonn, en Alemania-, pudimos identificar y eliminar estos contaminantes cósmicos, por lo que sabíamos que estábamos mirando el gas en el filamento y nada más. Nuestro enfoque fue realmente exitoso y revela que el filamento es exactamente como esperaríamos de nuestras mejores simulaciones a gran escala del Universo».Conexiones galácticasAdemás de confirmar que, efectivamente, la casi invisible ‘materia perdida’ del Universo se encuentra ‘empaquetada’ en estos tenues puentes de gas intergaláctico, el hallazgo muestra también cómo algunas de las estructuras más densas del Universo, los grupos de galaxias, se conectan a distancias colosales. Y, por supuesto, arroja luz sobre la naturaleza misma de la ‘red cósmica’, la vasta e invisible telaraña de filamentos que suponemos que sustenta la estructura de todo lo que vemos a nuestro alrededor.«’Esta investigación -añade Norbert Schartel, científico del proyecto ESA XMM-Newton- es un gran ejemplo de colaboración entre telescopios, y crea un nuevo punto de referencia sobre cómo detectar la luz procedente de los débiles filamentos de la red cósmica. Más fundamentalmente, refuerza nuestro modelo estándar del cosmos y valida décadas de simulaciones: parece que la ‘materia que falta’ puede estar realmente al acecho en hilos difíciles de ver por todo el Universo».

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