El Grupo Parlamentario Vox en el Congreso se ha visto obligado este viernes a modificar el texto de una moción consecuencia de interpelación bajo la amenaza de que no se pudiese debatir en el pleno de la próxima semana. En un momento muy delicado de la legislatura, con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entrando en la sede nacional del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz , para volcar el correo de su exsecretario de Organización Santos Cerdán por su implicación en el caso Koldo, el partido de Santiago Abascal ha tenido que suprimir de su iniciativa parlamentaria la petición de que se convoquen elecciones.Este extremo llama poderosamente la atención por el cercano precedente de una proposición no de ley de Junts que fue aceptada a trámite por la Mesa del Congreso en febrero, a pesar de que incluía la petición de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sometiese a una cuestión de confianza. Tanto la convocatoria electoral como la cuestión de confianza son prerrogativas exclusivas del jefe del Ejecutivo, por lo que los letrados se oponían inicialmente en ambos casos a dar luz verde a las iniciativas de Junts y de Vox, respectivamente, a pesar de que tanto las proposiciones no de ley como las mociones no tienen carácter vinculante.Según letrados del Congreso consultados por ABC, tanto la cuestión de confianza como la moción de censura, dos mecanismos distintos por los que se puede forzar el cese del presidente del Gobierno, están claramente pautados en la Constitución y en el Reglamento de la Cámara Baja por lo que plantearlos por otro mecanismo, aunque no sea vinculante, podría menoscabar la confianza otorgada al jefe del Ejecutivo por una vía distinta a la legalmente establecida. Noticia Relacionada estandar Si La Audiencia Nacional investiga la filtración de datos personales de ministros y exdirigentes del PP Adriana Cabezas El Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional asume las pesquisas tras recibir un oficio de la Policía y declara secretas las actuacionesEse fue el motivo por el que inicialmente se recomendó la inadmisión a trámite de la proposición no de ley de Junts que se limitaba a instar al presidente a someterse a una cuestión de confianza. Esa era una exigencia que realizó el prófugo Carles Puigdemont, en medio de sus negociaciones con el ahora caído en desgracia Santos Cerdán, para poder restablecer las relaciones con el PSOE, que decía que estaban muy dañadas. Casi dos meses después, los independentistas reformularon su iniciativa para recibir luz verde de la Mesa, que había dejado en el aire su decisión hasta ese momento, en lo que era una decisión inédita. Este fue el texto aceptado: «El Congreso de los Diputados insta al presidente del Gobierno a considerar la oportunidad de plantear una cuestión de confianza, conforme a la prerrogativa que le confiere la Constitución, atendiendo al carácter político, sin vinculación jurídica, de la presente iniciativa».Junts recondujo sus relaciones con el Gobierno a tiempo —poco después registró una ley de la mano del PSOE para traspasar la competencia de inmigración a Cataluña — y la iniciativa ni siquiera llegó a debatirse. Pero su admisión a trámite sí sentó un precedente que, sin embargo, ahora parece no aplicarse. Vox, tras una interpelación el martes al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, registró este jueves, a las 17:38, una moción para su debate en el pleno de la siguiente semana.«Facultad exclusiva»La moción inicialmente registrada por Vox decía: «El Congreso de los Diputados considera que la gravedad de la situación política derivada de la existencia de la antedicha organización criminal requiere que el presidente del Gobierno decida ejercer de inmediato la facultad exclusiva que le confiere la Constitución para disolver las Cortes y convocar elecciones generales».Según fuentes del partido, este mismo jueves un letrado del Congreso alertó al secretario general del Grupo Parlamentario Vox en la Cámara Baja, José María Figaredo, de que «casi seguro» la Mesa no iba a aceptar la tramitación de la iniciativa porque la convocatoria de elecciones generales es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno. La pregunta que cabe hacerse es por qué entonces sí se admitió en febrero la petición de una cuestión de confianza, cuya activación depende únicamente, también, del jefe del Ejecutivo. «No puedes salvo que te llames Junts», ironizan con resignación las fuentes de Vox consultadas por ABC.Tras un intercambio de borradores y varias negativas, siempre con la fórmula de una recomendación y nunca como una imposición —«para disimular», apostillan desde Vox, convencidos de que el letrado que se dirigió a su secretario general en el Congreso lo hizo por encargo de la Mesa que preside Francina Armengol—, el grupo parlamentario de Santiago Abascal ha optado por reformular la iniciativa, de una manera mucho más aséptica para curarse en salud.Finalmente, esto dice el texto que debatirá el Pleno del Congreso el martes o el miércoles que viene: «El Congreso de los Diputados considera que la gravedad de la situación política derivada de la existencia de la antedicha organización criminal requiere que el Gobierno adopte todas las medidas necesarias para la asunción total de su responsabilidad política ante la situación». La moción definitiva se ha registrado este viernes, a las 10:13. La palabra ‘elecciones’, tras los avisos de los servicios jurídicos de la Cámara Baja, se ha caído de la iniciativa.

Leave a Reply