La década de los 20 de este siglo prometía un terreno fértil para la inversión en energías renovables. España, por sus condiciones climatológicas, es un país con alto atractivo, sobre todo, para la solar. De esta forma, empezaron a llegar los grandes proyectos. Detrás de ellos, entidades financieras, fondos, sociedades de inversión. Regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía se llenaron de paneles . La fiebre de la fotovoltaica era una realidad. Pero la magia se ha roto. La financiación se ha ralentizado debido a las malas expectativas de retorno que deja esta tecnología. Tampoco ayuda que la burocracia administrativa se mantenga como una carga excesiva. Y de añadido, el apagón , que ha generado dudas sobre las renovables.En este contexto, además, surge un problema : la irrupción de otras tecnologías complementarias a las renovables tradicionales, solar y eólica, que también reclaman su cuota de inversión. Algo que genera cierta diversificación con el condicionante de que, las personas que ponen el dinero, deben primero entender su importancia.Noticia Relacionada estandar Si Iberdrola se lanza a la guerra con Red Eléctrica y apunta como causa del apagón a su «gestión temeraria y negligente» Raúl MasaEl almacenamiento energético será clave para que las renovables tengan un sentido completo. Producir cuando haya sol y viento, guardarlo, y utilizarlo para cuando deje de haber. Pero fuentes del sector lanzan un mensaje: se debe educar a las grandes entidades financieras para que entiendan que el almacenamiento puede ser un buen negocio. Fuentes financieras confirman que es necesario incentivar el despliegue masivo de proyectos de almacenamiento con baterías para conseguir la estabilidad del sistema a largo plazo, pero que estos proyectos aún son escasos. Todas estas dudas dudas que llevan tiempo castigando al sector, y con un problema muy localizado: los precios cero. Debido a la entrada masiva de tecnología solar, en las horas centrales del día quienes producen esta tecnología ofertan su generación a cero euros, o incluso en cifras negativas. Así llevamos dos meses y medio, pero ya el año pasado se dieron periodos con esta situación. Esto, según explican fuentes del sector eléctrico, pone muy nerviosos a los bancos de inversión y las entidades financieras porque no cubren ni el servicio de la deuda que generan los proyectos.De todos modos, recuerdan las fuentes consultadas, habrá que estar atentos a los precios de final de año, porque la primavera de 2024 fue complicada también pero al final del ejercicio el precio capturado no fue tan malo. No obstante, esta incertidumbre es la que genera recelos a la hora de meterse en nuevos proyectos como inversor.Algunos inversores han puesto en revisión ciertos planes hasta que se despeje del todo la incertidumbre tras el apagónEl otro gran problema que genera dudas tiene que ver con los procesos administrativos y, a su vez, el impacto que eso tiene en los desarrollos y los contratos a largo plazo (PPA). Recuerdan las fuentes preguntadas que es muy difícil firmar un PPA ahora y sin PPA es difícil financiar. Salvo alguno que un productor se lance a construir con financiación corporativa y luego se la juegue a que pueda firmar un PPA en un año y meter otra financiación más barata, casi nadie está entrando en este mercado. Con todos estos condicionantes, el golpe final a las reticencias para la inversión en renovables ha llegado con el apagón . Sin conocer todo el detalle de lo sucedido, fuentes financieras trasladan a este medio que, sin que sea un motivo para ello, algunos inversores han puesto en revisión ciertos planes por la incertidumbre. El Gobierno sí que es cierto que ha sacado ya su informe sobre lo sucedido, apuntando a Red Eléctrica y las energéticas privadas; Red Eléctrica, por su parte, ha señalado a las energéticas privadas, y estas a Red Eléctrica. Un lío difícil de desenmarañar que hace difícil concluir rotundamente hacia un culpable. Así las cosas, la sensación a la que se llega es de no saber si, en el futuro, el modo de operar el mix eléctrico español va a cambiar, y que eso supondrá que el desarrollo de las renovables no será tan rápido como se esperaba. Asimismo, a todo ello se une que en los últimos años también ha aumentado el coste de financiación.
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