La criminalista e influencer valenciana Bebi Fernández ha reavivado en la memoria de miles de internautas un caso estremecedor que causó conmoción hace ahora justo veinte años: el de Carmen, una madre que quemó vivo al violador de su hija de trece años de edad, Verónica, y luego la abordó por la calle para regodearse de su fechoría durante un permiso carcelario en Benejúzar ( Alicante ).Aquella infame agresión sexual a una niña perpetrada en 1998 había sumido a su progenitora en un auténtico trauma y se encontraba en tratamiento psicológico todavía en 2005, cuando ‘ Pincelito ‘ -como se le conocía al culpable, de 62 años de edad- se permitió además burlarse de su drama y su dolor. Bajó de un coche al ver a Carmen en la parada del bus y le preguntó «¿qué tal está su hija?»Era su forma de mostrarle que ya estaba en libertad, aunque sólo de permiso, pero la mujer recordó la amenaza que había hecho a su hija tras ultrajarla a punta de navaja : «Te dejo ir, pero si se lo cuentas a tu madre, te corto el cuello con una corvilla».Desesperada por el miedo de que lo cumpliera, se fue a una gasolinera y con una botella de carburante fue al bar donde se encontraba ‘Pincelito’, quien entonces le dijo que no tenía nada que hablar con ella. Lo roció y prendió fuego con una cerilla. Aunque el dueño del establecimiento y otro testigo sofocaron las llamas lo más rápido que pudieron, el violador murió diez días después en el hospital por la gravedad de sus quemaduras .Carmen no acertaba ni a declarar cuando fue detenida por el desenlace definitivo de aquel calvario en el que llegó a perder tanto peso que se quedó en apenas cuarenta kilos.Ahora, Bebi Fernández ha contribuido a que aquel suceso no caiga en el olvido, con un relato pormenorizado en su cuenta en Instagram , una publicación que se ha hecho viral.MÁS INFORMACIÓN noticia No Pide la tarjeta de extranjero en Benidorm y descubren que huyó de Ucrania tras estafar un millón de euros«Este junio se han cumplido 20 años de un suceso que envolvió a España en polémica», ha iniciado su reconstrucción la influencer. «La pobre mujer no pudo reprimir la afrenta que le había hecho aquel energúmeno», ha justificado, además de recordar sus palabras: «Para que no me olvides».Además de exponer cómo el Tribunal Supremo le redujo su pena de nueve años y medio de prisión a cinco años y seis meses, Bebi Fernández invita a sus seguidores a compartir su opinión sobre este triste caso.Entre las reacciones, todos se solidarizan con esta madre coraje con términos como « justicia divina », «aplausos» o «hazaña». Se califica a Carmen de « heroína » y proponen dedicarle un «monumento» o el nombre de una calle. Aunque predominan los alegatos a que obró correctamente a pesar de tratarse en lo que podría definirse como una venganza preventiva, también hay quien hace un análisis profundo y menos revanchista: «Si la justicia hubiese sido justa, ese señor no hubiese salido jamás, y así quizá siguiese vivo. Mari Carmen hizo lo que la justicia no, hacer que ese sujeto no volviese a ver la luz del día ni representar una amenaza para nadie».

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