Llega la última jornada de la fase de grupos del Mundial y los octavos de final aguardan. Dieciséis plazas para mantenerse en la pelea por el título que se definirá el próximo 13 de julio en Nueva York. La ilusión con la que el Atlético de Madrid afrontaba esta pugna se ha visto trastocada y tornada en urgencia, en la que necesita una auténtica machada para seguir con vida en la competición y no tomar el vuelo de regreso a la capital española a las primeras de cambio. Si el PSG se impone en Seattle, los rojiblancos deberán imponerse este lunes a Botafogo ( 21.00, Telecinco y Dazn ) por tres goles de diferencia. En el caso de que los galos no ganen, a los de Simeone les valdría con mejorar su resultado.El campeón de la Libertadores y de la liga brasileña es un mal cliente para buscar una goleada. Su gran y encomiable trabajo defensivo les permitió anular al mejor ataque de Europa durante la pasada temporada. Tras el encuentro, Luis Enrique admitió que su equipo no se había encontrado con una defensa de tal nivel en todo el año. Para superar un entramado intenso plagado de piernas y ayudas, el Atlético necesita el acierto de sus delanteros, una demarcación que todavía no ha visto puerta en los dos partidos disputados.Quien más se ha acercado ha sido Julián Álvarez, la gran esperanza rojiblanca para perforar una y otra vez las redes brasileñas. Fue capaz de batir a Donnarumma en el debut, pero el rumano Kovács anuló su tanto por una falta previa de Koke sobre Doué. Ante el Seattle Sounders, el argentino se acomodó a la perfección y, con toda la portería para él, fue incapaz de apuntar y se topó con el poste del Lumen Field. Minutos después, cuando se disponía a estrenarse desde el punto de penalti, volvió a aparecer el VAR para rectificar la pena máxima. Una sequía que, sin embargo, no suscita dudas sobre su capacidad de acertar cuando sea necesario. El argentino se mostró confiado al ser consciente de que la clasificación depende de, única y exclusivamente, del Atlético. «Tienen que salir casi todas las cosas bien y hay que meter la situaciones que tengamos para hacer los goles que necesitamos. Sabemos que no va a ser fácil, pero nosotros confiamos». Un reto para el que «ni siquiera hay que hacer un partido perfecto, solo que no nos hagan y hacer goles. Vamos a dejar todo para lograr la clasificación. Hay que hacer tres goles y los vamos a hacer».La confianza que inspira el argentino contrasta con las dudas que suscitan sus compañeros en el ataque, Sorloth, Griezmann y Correa. El noruego colecciona tres ocasiones manifiestas falladas, la desconexión del galo le impide aportar y el argentino lleva meses sin ser el revulsivo de oro que acostumbraba. El ariete nórdico asume la parte de responsabilidad de la machada que recae sobre los delanteros -aunque «hace falta todo el equipo para meter tres goles»- y se muestra fuerte mentalmente ante su mala puntería. «Ojalá pudiera marcar en cada ocasión, pero no es el caso. Es imposible. Yo lo que hago es mantenerme fuerte mentalmente. Cuando fallas hay que pensar en la siguiente oportunidad, en el siguiente partido. Tengo 29 años, tengo mucha experiencia, sé como manejarlo, y con suerte podré aportar con goles», aseveró Sorloth.Portería a ceroUna parte de la machada pasa por el trabajo defensivo, ya que no encajar acercará al Atlético a los octavos. Una faceta en el que Oblak es de los pocos que ha demostrado un notable nivel y también se muestra confiado. «Podemos hacerlo. Todo el mundo cree. Todavía tenemos la ilusión y las ganas de demostrar que podemos. El equipo cree y eso es lo más importante», aseguró el esloveno, que incidió en la importancia de no encajar y confía en el acierto de sus arietes, como Sorloth y Griezmann ya que «es muy difícil que delanteros como estos pasen tres partidos sin marcar». El meta rojiblanco elogió el trabajo defensivo de Botafogo, pero su foco se encuentra sobre el Atlético. «Tenemos que pensar en nosotros, hacer el mejor partido del año y pasar a los octavos».

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