La vida en Argentina no es fácil. Bien lo sabe Gustavo Cabral (14 de octubre de 1985) , que se crió en Isidro Casanova, en la región de La Matanza, una localidad cercana a Buenos Aires donde la seguridad brilla por su ausencia, como en tantas otras partes del país. Un veterano del fútbol, que jugó durante siete años en el Celta y que ahora capitanea al Pachuca, el rival del Madrid esta tarde en Charlotte. ¿Cómo es Isidro Casanova?Pues es mi ciudad, y me encanta. En los días de lluvia es preciosa. Recuerdo estar jugando en la calle a todas horas o en la ciudad deportiva de Almirante Brown, hasta que se hacía de noche y mi mamá me gritaba que tenía que ir a casa. Nuestra infancia era jugar a la pelota, al escondite y a tantos juegos de calle que ya se han perdido. Porque los niños de hoy ya no juegan ni al escondite y, en Argentina, además tenemos el problema de la seguridad. Así que los padres no permiten a sus hijos estar mucho tiempo en la calle.¿Es muy inseguro Isidro Casanova?Sí, sí lo es. Es inseguro. Y otras muchas ciudades y provincias de Argentina. Y los niños hoy no salen a la calle por ese miedo que tienen los padres ante los robos de teléfonos, de bicicletas, de dinero… ¿A qué se dedicaban sus padres?Mi papá trabajaba como jefe de limpieza de un hospital y mi madre era ama de casa. Ellos se divorciaron cuando yo tenía 7 años, y ahí nos fuimos todos, mis cuatro hermanos y yo, a vivir con nuestros abuelos y tíos por parte de madre, además de con mi mamá, claro. Vivíamos muchos en una casa pequeña, pero había mucho amor y nunca faltó el pan en la casa gracias al sacrificio de todos.¿Su sacrificio fue jugar al fútbol para llegar a ser profesional y ayudar a la familia?Sí. Yo entré en la cantera de Racing, y con 12 años tenía que ir en dos autobuses y en un tren hasta Avellaneda, dos horas y media de trayecto de ida y otras dos horas y media de trayecto de vuelta. No era el equipo que mejor me venía a nivel de comodidad, pero yo siempre le decía a mi mamá que iba a ser futbolista, que estuviera tranquila y que confiara en mí. Y, bueno, por suerte no me equivoqué.¿Y qué relación mantiene con su padre?Tuvimos algo de relación después del divorcio, pero él hizo otra familia y perdimos el contacto. Y tampoco tenemos trato ninguno con los abuelos, tíos y primos por parte de mi padre. Toda mi familia se ha centrado en el círculo materno.Qué compleja es la vida en algunas ocasiones. Imagino que es duro que un padre no quiera saber nada de sus cinco hijos.Sí, sí que lo es, pero aún así hemos salido muy bien los cinco. Mis dos hermanas son profesoras, mi hermano pequeño también es futbolista en Argentina y el mayor trabaja en la Volkswagen. Nunca nos inclinamos hacia el lado malo, y eso habla bien de la crianza de mi mamá y mis abuelos. Ellos hicieron que fuéramos buenas personas. ¿Qué padre quiere ser usted?Quiero ser un padre presente. Esa palabra lo dice todo. Es verdad que mi profesión conlleva muchos viajes, pero cuando no es así, estoy presente, juego con ellos, les doy cariño y besos, y les digo que los amo. Mi mamá era de la vieja escuela y era difícil que me dijera ‘te amo’, y ese ‘te amo’ trato que no le falte a mis hijos y que ellos disfruten y deseen también decírmelo a mí. Su carrera es muy amplia. Racing, River, Levante, Celta y ahora Pachuca. Más de 20 años de profesional. ¿Qué nota se pone?Yo le pondría un 7’5. Ha sido una carrera bonita, en la que no me arrepiento de nada. Como central que soy, debutar con solo 18 años en el primer equipo del Racing, siendo un niño, era mucha responsabilidad. Y aquí sigo casi con 40. Jugué el Mundial Sub 19 con Argentina con grandes jugadores y fuimos campeones del mundo con compañeros como Messi, Agüero, Zabaleta, Biglia, Ustari… Ya con eso yo era feliz. Y luego vino una trayectoria importante, como por ejemplo en el Celta, donde firmé por dos años y luego estuve siete. Siento Vigo como mi casa. Y Pachuca, también. Solo vine para dos años, y ya llevo seis. Y hemos ganado títulos nacionales e internacionales que siempre enriquecen una carrera. ¿Por qué le llaman el sargento?Es por la historia del Sargento Cabral. Cuando nosotros nos estábamos independizando de España, en la batalla de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, iban a matar al General San Martín, pero entonces el Sargento Cabral se puso por delante y murió para salvar al General San Martín. Así que el Sargento Cabral tiene un himno en los colegios y un apodo que es ‘Sargento Cabral, soldado heroico’. Y cuando debuté con el primer equipo de Racing, hubo un periodista que antes de hacerme su pregunta me dijo, ‘Sargento Cabral, soldado heroico’, y de ahí ya se me quedó el apodo. Pero usted de sargento tiene poco.Trato de ser cercano con los veteranos y los jóvenes. Soy exigente en los entrenamientos, conmigo mismo y con los compañeros, pero no para dar lecciones a nadie, sino para que todos mejoremos y crezcamos. Soy un líder cariñoso y positivo. ¿Le gusta el Mundial de Clubes?Sí, por supuesto. Sabíamos que era una competición importante que teníamos que disfrutar, como hicimos en la Intercontinental. Esto es historia para el Pachuca, lo pone en lo más alto posible del fútbol a nivel mundial.¿Le sorprenden los resultados de los equipos suramericanos y centroamericanos?Sí. Bastante. Solo hemos perdido nosotros contra Salzburgo, pero competimos muy bien, sufrimos el parón de la tormenta eléctrica y tuvimos situaciones para ganar. Perdimos, pero no fuimos inferiores ni mucho menos. Como ha sucedido con River, Boca, Botafogo, Monterrey… Y luego mira qué color y qué ambiente traen cada una de las hinchadas de estos equipos. Noticias relacionadas opinion Si El bar de Mou El dinosaurio de Xabi Ignacio Ruiz-Quintano estandar Si real madrid 1 – al-hilal 1 Xabi Alonso tiene trabajo extra en Miami Rubén CañizaresHoy, el Madrid. ¿Sirve de referencia la final de hace seis meses en Doha o es un Madrid distinto?Es un Madrid diferente. Se están rearmando, han sufrido contra el Al Hilal y nosotros vamos a plantarle cara y a no descuidar ni un solo detalle del partido porque nos estamos jugando seguir en el Mundial de Clubes. El que mejor se adapte al horario del partido, que es duro, las tres de la tarde con tanto calor y humedad, tendrá también ventaja Este Madrid de un Xabi recién llegado ¿Es ahora mismo mejor o peor que en Doha?A nivel defensivo son más débiles. No digo peor, sino más débiles. Y eso lo tenemos que aprovechar.Pachuca también estrenan entrenador en el torneo, pero no es usted. ¿Es verdad que estuvo cerca de retirarse y de convertirse en el entrenador de Pachuca en este Mundial de Clubes?Sí, sí. Es cierto. Se valoró, pero al final decidimos seguir siendo jugador y estar aquí en Estados Unidos como futbolista. Y creo que ha sido una buena decisión. Con la llegada de Jaime Lozano, hemos mejorado en lo que es la tenencia de la pelota, en el orden y en el posicionamiento zonal, y repito que, aunque perdiéramos ante el Salzburgo, hicimos cosas muy buenas y si lo repetimos ante el Madrid, le plantaremos cara.

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