Ni rastro de la Edad Media , la Romanización , los Reyes Católicos , las Cortes de Cádiz , el Siglo de Oro , la Ilustración o el colonialismo español en el examen de Historia de la Selectividad catalana. Las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de Cataluña se centran desde hace años en la historia reciente de nuestro país, en concreto en los hechos históricos comprendidos desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX, obviando «episodios imprescindibles para la formación del alumnado de estas edades». La limitación de temario en las pruebas responde, incluso de forma más restrictiva, a las exigencias de currículo marcadas por el decreto 171/2022 de 20 de septiembre de Ordenación de las Enseñanzas de Bachillerato tras el que la asignatura pasó de llamarse ‘Historia de España’ a denominarse ‘Historia’ a secas . En el documento, que establece los saberes que deben adquirir los alumnos en esta etapa, limita los conocimientos a exigir a los alumnos en las PAU al período comprendido entre la Restauración Borbónica (1875-1923) y la Transición Democrática (1975-1986).Cinco historiadores consultados por ABC analizan el temario sobre la materia que se ha exigido en esta convocatoria de Selectividad (2025) a los alumnos de diferentes comunidades autónomas y lo comparan con el requerido a los que han realizado las pruebas en Cataluña. Todos coinciden en los riesgos que conlleva la «extrema reducción del temario» y también alertan del «componente ideológico» que la Generalitat introdujo en los contenidos a través de la modificación del currículo en el decreto de 2022 y que ahora, con el nuevo formato de las pruebas, según apuntan, «se ha acentuado».Una simple ojeada a los exámenes de Historia de las diferentes comunidades basta para ver las diferencias sustanciales de temario en esta convocatoria. En Madrid, por ejemplo, se preguntó a los aspirantes a universitarios sobre la Hispania Romana, la Monarquía Visigoda, la Baja Edad Media o los Reyes Católicos, entre otros temas; en Aragón , sobre la evolución del sufragio censitario al universal, la Constitución de 1978 o el Golpe de Estado de 1981, y en Andalucía sobre las etapas de dominación musulmana en la Península, la crisis del sistema político de la Restauración o los inicios del liberalismo en España. En Galicia , el examen se centró en el Reinado de los Reyes Católicos y la etapa que va desde las revoluciones liberales al tardofranquismo. Sin embargo, la prueba en Cataluña repite la fórmula de años anteriores y limita el cuestionario a la etapa de la dictadura franquista, la Segunda República y el catalanismo político. Noticias relacionadas estandar Si «Intranquilidad» entre alumnos y docentes ante las PAU catalanas por los «bandazos» del Govern y el temor a «un mayor adoctrinamiento» Esther Armora estandar No Más «Historia catalanizada» en la nueva Selectividad: «Solo estudié el franquismo y todo ha sido eso» Esther ArmoraPablo Javier Rodríguez , profesor del departamento de Humanidades de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona y que impartió durante años la asignatura de Historia en el segundo curso de Bachillerato en un centro educativo de la capital catalana, da fe de cómo puede condicionar negativamente al alumnado el hecho de que el temario de Selectividad comprenda solo desde la Restauración Borbónica hasta la Transición Democrática .«Los estudiantes catalanes llegan a la Universidad sin tener ni idea de quién fueron los Reyes Católicos. Tampoco saben nada de la Romanización, ni de la Ilustración», afirma el docente, que preparó durante diez años a sus alumnos para la Selectividad.Explica que aunque el decreto catalán que regula los contenidos y los objetivos que deben conseguirse con la materia «amplía algo el temario de Historia que reciben los alumnos catalanes, el que se exige finalmente para la Selectividad es muy limitado y todos los episodios que comprende s e relacionan continuamente con Cataluña» . «El decreto catalán abre la puerta de forma ambigua a que los profesores que quieran puedan ampliar algo el temario de la asignatura, pero habitualmente se ajustan al que se exige en la Selectividad», reconoce Rodríguez. «Se les pide que se posicionen ideológicamente»Rodríguez denuncia que con el decreto de 2022 la Generalitat ha introducido «el componente ideológico» en la materia. «El catalanismo político aparece en todos los exámenes como elemento más relevante de la historia de España. Así lo ven los alumnos catalanes», asegura Rodríguez. «Asimismo, -añade- con el nuevo modelo de las PAU, menos memorístico y más competencial, se pide a los estudiantes que se posicionen ideológicamente sobre determinados asuntos y eso es peligroso». El profesor de la UAO confiesa que incluso antes de la nueva normativa autonómica él recomendaba a sus alumnos que si podían elegir entre Filosofía e Historia, que «eligieran examinarse de la materia en la que no tuvieran que hacer ningún juicio de valor». También les aconsejaba que, en la medida que les fuera posible, realizaran el examen en catalán . «Si lo pedían en castellano era una forma de significarse y yo prefería que lo evitaran si podían», dice.En el decreto de 2022, tras referirse a la Guerra Civil y al franquismo, se hace especial hincapié en que «en el actual contexto de involución de algunos derechos humanos, es más necesario que nunca recuperar las memorias de las víctimas de la represión y la violencia a través de investigaciones personales y colectivas», tal como informó ABC en su edición del 25 de septiembre de 2022.«Venían hipersensibilizados con el franquismo»Ricardo García Cárcel , catedrático emérito de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), advierte en declaraciones a este medio de los riesgos para el alumnado de que la enseñanza de la Historia de España se centre casi de forma exclusiva en el siglo XX. «Es un fenómeno que ya viví en mi etapa de profesor en la Universidad; los alumnos nos llegaban hipersensibilizados con la Guerra Civil, la República y el franquismo pero tenían un desconocimiento absoluto de las otras etapas anteriores», asegura el catedrático. Y advierte de las consecuencias de esta visión «reducida» de la historia de España que se imparte a los alumnos. «Estamos creando analfabetos en historia. Se está limitando su formación cultural. La historia larga no la conocen, conocen la corta e ideologizada », asevera García Cárcel .José Enrique Ruiz Domènec , escritor, catedrático de universidad -fue profesor de Historia Medieval en la UAB desde 1969- y académico de número en la Academia de Europa, manifiesta en declaraciones a este medio su «preocupación» por el «desconocimiento absoluto que tienen los alumnos catalanes de todos los hechos históricos anteriores al siglo XIX». «Reducir la historia a un período tan concreto es un error que afecta a los alumnos y al propio concepto que tenemos de la historia», explica. «Suprimir de la historia, la Edad Media, la romanización, el Renacimiento, el imperio de los Austrias, y que los alumnos catalanes limiten sus conocimientos al siglo XX es crear analfabetos en historia», advierte el catedrático. Ruiz Domènec asegura que esta situación se da en Cataluña desde hace años y reconoce que hay «adoctrinamiento». «Los alumnos responden en el examen lo que saben que quieren que contesten y es una muestra más del estado de decrepitud de la historia« , asegura Ruiz Domènec. Advierte, asimismo, del «peligro» de esta realidad para los estudiantes de esta comunidad. «Hay un peligro más profundo del que parece en esta subversión de la historia», indica y avanza lo que, a su juicio, sucederá en los próximos años.«Aprenden sobre Edad Media en ‘Juego de Tronos’»«Los que quieran entender la Edad Media irán fuera, a otro país, a aprenderla. Ahora adquieren los conocimientos de estas etapas anteriores a través de los videojuegos, de series como ‘Juego de Tronos’ o de ‘best sellers’, con el riesgo que eso conlleva porque ofrecen una visión distorsionada de los hechos históricos», advierte el catedrático. «Con esta versión sesgada, Cataluña se distancia del resto de países europeos que están impartiendo a sus alumnos lo que se conoce como ‘Historia de largo recorrido’, que empieza con la Antigua Roma y la Edad Media, no con la Restauración borbónica. Quieren ser los más modernos y somos los más desactualizados», denuncia el experto. «Estamos creando dentistas de cuello para abajo. Historiadores que no explican lo que es la historia», concluye.«Parece una prueba para ver si se está adoctrinado»Por su parte, la historiadora Vera Cruz Miranda , profesora del Área de Historia Medieval de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, confiesa su preocupación por la situación. «El examen de Historia de la PAU en Cataluña parece que sea la prueba que sirva para demostrar que los alumnos han alcanzado el suficiente nivel de adoctrinamiento en historia nacional catalana. El examen se centra en los aspectos obsesivos del nacionalismo como el catalanismo, el Estatuto, el catalán, el franquismo… como cada año», subraya la experta.Alerta, asimismo, de que «el examen en sí está redactado para condicionar las respuestas de los alumnos . En varios ejercicios se conduce el texto que deben responder. Por ejemplo, se les indica que expliquen ‘las conquistas en derechos sociales y laborales de la historia contemporánea española contrastando los avances conseguidos hasta la Segunda República con el retraso vivido durante el franquismo’. El éxito de esta pregunta radica en alabar la República y denostar el Franquismo, cuando la realidad fue mucho más compleja», asevera Mirada en declaraciones a ABC. «El relato que se da en Cataluña impide que el alumno tenga u na visión completa de la historia de España . Le imposibilita la comprensión porque no puede entenderse la historia de Cataluña sin la de España», concluye Vera Cruz Miranda.Catalanismo político, «omnipresente en el currículum»El profesor Francisco Oya , que impartió durante años la asignatura de Historia de España a los alumnos de Bachillerato del instituto Joan Boscà de Barcelona, comparte la opinión de sus colegas. «La prueba de Historia de España de la Selectividad catalana prioriza el periodo contemporáneo, con lo cual sólo se imparte un siglo de los 3.000 años de Historia de España, el que coincide con el catalanismo político, omnipresente en el currículum», denuncia Oya.«Uno de los cometidos del sistema educativo de cualquier país es promover la cohesión entre sus ciudadanos mediante el estudio de la Historia compartida. En España, por el contrario, hay 17 historias escolares diferentes y otras tantas pruebas de Selectividad, que sólo sirven para promover el desapego a la Patria común», continúa Oya. La «única solución de cara al futuro» pasa, según apunta, por «establecer unas pruebas de Selectividad comunes para toda España, que promuevan una visión amplia y rigurosa de nuestra larga historia común prescindiendo de delirantes mitologías identitarias y groseras manipulaciones ideológicas ».

Leave a Reply