Llega a su fin la andadura del Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes y lo hace de la manera que corresponde con la temporada de decepción en decepción protagonizada por los de Simeone. El conjunto rojiblanco solo consigue derrotar por la mínima a Botafogo, gracias al tardío gol de Griezmann, tras un encuentro en el que los brasileños apenas sufren y los colchoneros se muestran incapaces, el milagro del Seattle ante el PSG no se produce y se despide del torneo a las primeras de cambio, en su fase de grupos. La gran oportunidad concluye con una despedida de vacío.Comienzan los días decisivos en el torneo mundialista, pero el contexto, al menos en Los Ángeles, no se corresponde con el determinante encuentro que acoge. Hay dominio de camisetas blanquinegras en un Rose Bowl que presenta una paupérrima entrada y cuyo único estímulo sonoro llega, de tanto en cuanto, gracias al fondo brasileño, además de un reducto de aficionados de River que opta por hacerse notar y acordarse de su querida hinchada de Boca. Simeone recupera a Lenglet en lugar del lesionado Giménez y sienta a Koke para dar entrada a Gallagher, con el inglés en la izquierda y Barrios más retrasado. No se desmelena el Atlético de inicio, sabedor de la longitud del partido, pero se encuentra con un Botafogo que sale al césped sin tener en la cabeza su importante ventaja. Logran los brasileños retener el balón a su gusto, avanzar metros y, cuando tienen opción, lanzar contraataques que explotan la espalda de la zaga rojiblanca. El gran juego de espaldas de Igor Jesus permite a Savarino enfrentarse a Oblak, un duelo en el que sale vencedor el esloveno.Se salva el Atlético, que solo logra responder con el balón parado y la guerra por su cuenta de Julián Álvarez, al no encontrar soluciones a través de su pobre elaboración. Hasta que en el tramo final de la primera mitad, el balón comienza a circular a una velocidad aceptable y con cierto criterio. En la mejor jugada combinativa rojiblanca, Giuliano arranca por la izquierda y la posesión acaba en la derecha, donde De Paul filtra un genial pase hacia Julián, que logra acomodarse ante el meta brasileño, pero su disparo no sale limpio y desperdicia una ocasión manifiesta. El argentino, el más activo de los suyos, no ceja en su empeño y aparece tanto en la creación como en el área, donde cae hasta tres veces reclamando penalti al sufrir contactos de la defensa brasileña (dos lo eran). A la tercera parece que va la vencida y, tras el pisotón de Gregore al argentino, el mexicano Ramos acude al VAR para revisar la acción. Sin embargo, el árbitro sorprende al señalar una falta previa de Sorloth en su pelea por ganar la posición con la zaga de Botafogo.Sigue sin tener suerte el Atlético con las decisiones arbitrales, lo que lleva a Simeone a exigir explicaciones al colegiado en cuanto llega el descanso. Un argentino obligado a aplicar su faceta más ofensiva, para lo que sienta a Gallagher para dar entrada a Griezmann. Prolongan los rojiblancos su buen final de primera mitad en el inicio de la segunda, con rápidas recuperaciones, reducción de la amenaza brasileña al mínimo y buen ritmo de pelota, aunque las ocasiones generadas no son de la mejor calidad. Dos remates tras saques de esquina y un flojo disparo de Griezmann abren camino a la primera gran oportunidad, a cargo de Sorloth, que se encuentra con un centro inmejorable de Llorente pero es incapaz de dirigir su cabezazo hacia la portería.Busca Simeone nuevas vías con Correa y Koke, pero también Botafogo cuenta con un banquillo que renueva su capacidad de amenazar al contraataque. Cuiabano luce sus piernas frescas e Igor Jesus ya celebra el primer tanto del partido, pero una aparición antológica de la mano de Oblak lo evita. El Atlético, que nota física y mentalmente el paso de los minutos y su nulo acierto, opta por la solución de urgencia con constantes centros al área, una bendición para una zaga brasileña solvente y expeditiva.Incluso, son los campeones de la Libertadores los que más peligro transmiten en la recta final de encuentro. Los rojiblancos no se rinden y, a falta de cuatro minutos para el 90, una gran jugada de Julián por la izquierda concluye con el remate a placer de Griezmann para anotar el primero de los tres que necesita. Pero a la postre resulta un simple maquillaje para la temprana eliminación de un Atlético insuficiente.

Leave a Reply