La cardióloga Leticia Fernández-Friera se ha empeñado en cambiar las estadísticas. Esas cifras que en España muestran cómo la enfermedad cardiovascular (infartos, ictus…) se ha convertido en la primera causa de muerte en la mujer. Es diez veces más letal que el cáncer de mama , aunque no exista ninguna campaña de detección precoz para frenarla. Su batalla comenzó en el Hospital General de Massachussetts en Boston (EE.UU) donde completó su residencia, y ahora en España con su iniciativa ‘Corazón de Mujer’ y el CIEC, el Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares que dirige en el grupo HM Hospitales. «Las mujeres llegan tarde al diagnóstico y, cuando lo hacen, su pronóstico es peor que en el hombre», cuenta.¿Qué falla? ¿Las pacientes no acuden al médico o son los propios profesionales a los que les cuesta creer que una mujer puede sufrir un infarto?Ambos. La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad y esto es desconocido tanto por la sociedad como por algunos profesionales. Hay mucho trabajo de concienciación, educación e investigación aún por hacer. Visibilizar la enfermedad cardiovascular en la mujer es un reto en el que todos debemos trabajar unidos. Los profesionales debemos aprender y formarnos para que el abordaje terapéutico sea igual en mujeres y hombres, sin infravalorar su vulnerabilidad. Y las mujeres debemos conocer los síntomas de un infarto para acudir a un servicio de emergencias sin retrasar el diagnóstico. Lo veo todos los días. Me acuerdo de una paciente joven que llegó a mi consulta porque se sentía siempre cansada. Pasó antes por otros médicos que se limitaban a decirle que era frágil y débil. Esa debilidad, en realidad era una cardiopatía con la que había nacido. Básicamente, tenía un agujero en el corazón que hacía que su sangre limpia se mezclara con la sucia. La operamos y dejó de estar cansada.Noticias relacionadas estandar No Un cardiólogo advierte del peligro de tomar ibuprofeno antes de hacer ejercicio: «Puede aumentar el riesgo…» Patricia Marcos estandar No El cáncer vuelve a ser la primera causa de muerte en España en 2024 ABC¿Existe un corazón de hombre y otro de mujer?El corazón es igual en ambos sexos, aunque hay matices, como el tamaño. Pero tenemos los mismos elementos y pueden enfermar igual.Son iguales, pero algunos síntomas en la mujer son diferentes. ¿Esto retrasa el diagnóstico precoz?Es importante remarcar que en ambos sexos el síntoma más frecuente de infarto es el dolor torácico, la presión en el pecho. Es verdad, que las mujeres pueden tener otra sintomatología diferente que no está tan asociada a la cardiopatía isquémica y se puede confundir con otros problemas como un ataque de ansiedad, problemas digestivos o un decaimiento general. También está descrito en la literatura que las mujeres reportamos los síntomas de forma diferente al hombre y eso puede despistar.«Las mujeres aguantan más el dolor y cuentan los síntomas de un infarto de forma diferente a los hombres. Eso puede despistar» ¿Tan diferente lo contamos?Un ejemplo, el dolor en el pecho, que es uno de los síntomas más comunes. Nosotras tenemos un umbral del dolor más alto, aguantamos más, tardamos más en ir a urgencias porque priorizamos otras tareas en nuestro día a día y cuando lo hacemos no decimos que notamos presión o dolor. A veces la mujer empieza reportando otra sintomatología que puede confundir, como notar mucho cansancio, sensación de malestar o que el corazón se le acelera.¿Por eso el pronóstico de un primer infarto en una mujer es un 20% peor que el pronóstico en el hombre?Hay muchos factores que influyen en estas cifras. Desde programas de prevención que se centran más de forma tradicional en los hombres, hasta la propia concienciación de la mujer que no se siente vulnerable y aguanta más. Los tratamientos también se dirigen de forma diferente por sexos. Por ejemplo, hay un 30% menos de prescripciones de estatinas de colesterol en la mujer que en un hombre con el mismo nivel de colesterol.La mujer sí tiene interiorizado que a partir de los 40 años debe hacerse una mamografía y un chequeo ginecológico. ¿El cardiólogo debería aliarse con el ginecólogo?Totalmente. El ginecólogo a veces se convierte en el médico de cabecera de la mujer y sería una buena puerta de entrada al cardiólogo. Así podríamos atender a unos pacientes a los que nos cuesta llegar. Las guías europeas de prevención cardiovascular establecen que a partir de los 50 años es necesario empezar a mirar el corazón de la mujer.Si no fumo y no tengo sobrepeso, ¿basta para estar tranquilos?No.Eso sí que es una respuesta contundenteEs que el riesgo cardiovascular nos lo tiene que decir nuestro médico, valorando el conjunto, no solo dos factores riesgo. Influye nuestra carga genética (si nuestros padres tuvieron antes un problema cardiovascular), la cifra concreta de colesterol ‘malo’ que tenemos, si hay diabetes o cómo han cambiado el índice glucémico o la tensión durante la menopausia… El tabaco es importante, pero también otros tóxicos como el alcohol. Si se hace deporte y cuántas horas, el estrés que tenemos, cómo dormimos… Es todo mucho más complejo, por eso hablamos del perfil de riesgo individual. Las escalas de algoritmos no son suficientemente precisas para decidir cómo está un paciente, sobre todo si es mujer. También debemos introducir la imagen para ver directamente cómo estamos por dentro, cómo están nuestras arterias. Solo así podremos adelantarnos al infarto, que es cuando la arteria se cierra. ¿Cuál es el diagnóstico de imagen más indicado para esa labor de prevención?Con un TAC coronario podemos ver en cinco minutos cómo están las arterias del corazón y adelantarnos a un posible infarto. Con esa imagen y el perfil de riesgo ya se puede conocer con más precisión el riesgo real. Además se pueden buscar placas con ecografías vasculares que no emiten radiación ni se necesita contraste para hacer una estimación un poquito más grosera de cómo están las arterias del resto del cuerpo: las carótidas que van al cerebro, la aorta a nivel abdominal o las arterias femorales. «El ginecólogo debería ser una buena puerta de entrada para la prevención cardiovascular»¿Ozempic y los fármacos similares que permiten bajar de peso van a ser la bala mágica que reduzcan la carga cardiovascular?Seguro. Combaten la obesidad que es una enfermedad asociada a muchos factores de riesgo cardiovascular: diabetes, hipertensión colesterol, inflamación… La obesidad no es estética, es un problema grave de salud. También están apareciendo nuevos fármacos, por ejemplo, para hacer frente al colesterol que con dos inyecciones al año se logra controlar los niveles. Llegará un momento en el que nos pondremos una inyección cada seis meses o cada año y no tengamos ni hipertensión ni colesterol ni azúcar alto.¿Se refiere a un futuro más o menos cercano o de un tratamiento ya en desarrollo?Ya existen fármacos aprobados que lo logran por separado, como son los inhibidores del PCSK9 que con una aplicación subcutánea dos veces al año mantienen el colesterol a raya. Hay otros en ensayo para controlar la tensión arterial con inyecciones mensuales. Esto está por llegar.Necesitamos entonces un tres en uno para controlar la tensión, el colesterol y el nivel de glucosa.Llegará como llegó la polipíldora de Valentín Fuster, pero en lugar de en pastilla, en inyección. Y si no se consigue reunir en un solo fármaco podríamos citar a un paciente un día para pincharle los medicamentos, sin miedo a olvidarse de las pastillas.

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