«El trabajo no puede ser un lugar de sufrimiento y lo es». Con este argumento, la que es precisamente ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, lamentaba que las condiciones laborales «y la precariedad» inciden «de manera directa e indirecta» en la salud mental. El Ministerio de Trabajo y el de Sanidad han presentado una hoja de ruta para avanzar, coinciden Díaz y Mónica García, en que los trastornos de salud mental derivados del trabajo sean reconocidos como enfermedad profesional. «Ni Mónica (García) ni yo tenemos competencias en enfermedades profesionales, pero trabajaremos dentro del Gobierno para que esas enfermedades profesionales avancen», ha prometido Díaz este miércoles en la presentación de este informe, que establece cómo abordar este tipo de trastornos. Entre otras cosas, el documento recomienda a los profesionales sanitarios preguntar a los pacientes sobre sus condiciones laborales, con cuestiones como el tipo de contrato, la jornada, los turnos, el equilibrio con la vida personal o las relaciones jerárquicas, entre otras. En caso de que el profesional sospeche de que esos trastornos son provocados por el trabajo, prosigue el informe de Sanidad, debe añadirlo en la historia clínica. Así, insta al profesional a detectar y diagnosticar del trastorno de salud mental mediante entrevista clínica, exploración psicopatológica y herramientas diagnósticas habituales; a valorar la sospecha del origen laboral integrando el relato del paciente, la cronología de los síntomas y la exposición a riesgos psicosociales en el entorno laboral y a comunicar la sospecha, con el consentimiento del afectado, a los servicios de prevención o autoridades competentes en salud laboral. Noticia Relacionada estandar No Mónica García anuncia una ley para reforzar el papel de las organizaciones de pacientes Elena Calvo La ministra de Sanidad asegura que la ley antitabaco que prohibirá fumar en terrazas saldrá a audiencia pública en las próximas semanasDel mismo modo, también se propone la puesta en marcha de un sistema de vigilancia de los trastornos mentales de posible origen laboral, del que deberán formar parte los servicios de salud pública, salud laboral y atención primaria. Además de cuantificar el impacto de estas enfermedades este sistema también orientaría medidas de prevención. El Ministerio de Sanidad lleva un tiempo, concretamente tras la llegada de Mónica García, situando los determinantes sociales de la salud como centro de los trastornos de la salud mental. «Poner el foco en los determinantes sociales de salud es imposible sin ponerlo en los determinantes laborales», ha asegurado la titular de Sanidad. La salud mental, ha insistido García, «no empieza en una consulta y no termina en una pastilla, empieza en las condiciones de vida y empleo, en los determinantes sociales del sufrimiento». (Noticia en ampliación)

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