Femke Bol ilumina el verde kiwi de Vallehermoso

Es la zancada más elegante. Femke Bol, la neerlandesa que brilla tanto en vallas como en liso, la mujer que parece no conocer el ácido láctico, protagonizó ayer una exhibición de sabiduría y control táctico en el viejo Vallehermoso. Ver evolucionar por la pista verde kiwi de Madrid a toda una plusmarquista mundial indoor es un regalo para la vista, una lección de atletismo en vivo.Bol salió sin prisa, controlando a la perfección a sus rivales. La pista ardía a más de 40 grados. La esbelta Femke, con un físico más propio del mediofondo que de la velocidad, con su estructura corporal magra, sin grasa apenas, parecía pasearse por la pista, como sin esfuerzo. Aunque no iba precisamente despacio.Su evolución en la curva fue espectacular y se alejó de sus rivales como acostumbra a hacer, con una clase tremenda y una zancada suave, eficaz, circular. Cruzó la meta en 49.48, batiendo el récord de la Copa de Europa y exhibió otra de sus armas: su maravillosa sonrisa. La vallista nacida en Amersfoort está muy en forma y deberá cuidarse para mantener su condición física hasta mediados de septiembre, cuando se disputen en Tokio los Campeonatos del Mundo. El domingo tendremos de nuevo el privilegio ver a Femke en otra de sus versiones premium: siempre da espectáculo en los relevos y brillará en la prueba mixta con el cuarteto de los Países Bajos.¿Cuál será el próximo reto de Femke Bol? La neerlandesa tiene sin duda como objetivo superar a la estadounidense Sydney McLaughlin, la mejor atleta del mundo. Su duelo en los 400 metros vallas será uno de los puntos álgidos de los próximos Mundiales. Los galácticos 50.37 de McLaughlin se antojan aún lejanos para Bol, que posee el récord de Europa con 50.95.Femke Bol es aún joven. A sus 25 años cuenta con mucho margen de mejora tanto en los 400 lisos como en la distancia con vallas. El futuro de la neerlandesa, según muchos técnicos de atletismo, está en las dos vueltas a la pista. Por su formidable planta, los 800 metros pueden ser su verdadera distancia, su auténtica vara de medir. Aunque la transición no será fácil.Motivación no le falta a la estrella del atletismo de los Países Bajos. Como afirmó la propia Femke a finales de la pasada temporada, «si quiero triunfar de verdad, tengo que acostumbrarme a tener objetivos más grandes, atreverme a soñar». Ha dado una lección en Vallehermoso. De clase, de elegancia y de suavidad sobre la pista.