La reciente publicación de nuevas directrices por parte de la Policía de Escocia sobre los registros personales a personas transgénero ha reavivado un intenso debate sobre el equilibrio entre el respeto a la identidad de género , la protección de los derechos de las mujeres y el cumplimiento de las obligaciones legales derivadas de la sentencia del Tribunal Supremo británico del pasado mes de abril, que estableció que la definición legal de «mujer» en el contexto del Equality Act 2010 debe entenderse en función del sexo biológico.El documento de cinco páginas con las nuevas directrices, emitido por Police Scotland, introduce un protocolo que permite a las personas trans que así lo soliciten, ser registradas por policías de diferente sexo en diferentes partes de su cuerpo. Sería el caso, por ejemplo, de una mujer trans con genitales masculinos y también pechos desarrollados (mediante hormonación o implantes) que solicite ser cacheada en la parte superior de su cuerpo por una mujer biológica y en la inferior, por un hombre. No obstante, la directriz también establece que las personas trans pueden solicitar ser registradas por un agente del mismo «género autopercibido», con el objetivo de respetar su dignidad y reducir al mínimo cualquier posible malestar. En esos casos, se indica que «se harán esfuerzos para que el registro lo realice un agente adecuado, cuando sea viable desde el punto de vista operativo » y siempre que exista consentimiento escrito tanto de la persona detenida como del agente que realizará el registro, además de la autorización de un agente de rango de inspector o superior.Las medidas, según argumenta la propia Policía, han sido diseñadas tras una exhaustiva consulta con asesores legales y de derechos humanos con el objetivo de «respetar la dignidad» de las personas trans y «minimizar la angustia» durante un proceso que, por definición, supone una invasión significativa de la privacidad. La jefa adjunta de la policía escocesa, Catriona Paton, ha subrayado que «se trata de un área compleja y sensible de la actividad policial», y que el cuerpo tiene la obligación de actuar conforme a la ley sin comprometer los derechos fundamentales de los ciudadanos ni la seguridad de sus agentes.«No estamos ante una criatura mítica»Sin embargo, el enfoque ha sido duramente cuestionado por grupos críticos con la ideología de género y por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres. Susan Smith, directora del grupo feminista For Women Scotland, que obtuvo la victoria judicial en el fallo del Tribunal Supremo, criticó duramente la medida, afirmando que «no se puede tratar a una persona como mitad hombre y mitad mujer; no estamos ante una criatura mítica». Noticia Relacionada «Sienta un precedente internacional» estandar No La definición legal de mujer en Reino Unido deja fuera a las trans Javier Palomo El Tribunal Supremo afirma en una sentencia que la Ley de Igualdad se limita exclusivamente a criterios biológicosEn una línea similar, Fiona McAnena, responsable de campañas en Sex Matters, una organización que defiende que las leyes y la administración definan «sexo» según criterios biológicos y no de género autoidentificado, ha señalado que permitir que los detenidos trans soliciten ser registrados por agentes que coincidan con su identidad de género autopercibida abre un «grave resquicio legal», que a su juicio puede facilitar «la erosión de los límites» entre sexos y «la presión indebida sobre agentes femeninas» para realizar registros que pueden implicar contacto íntimo con personas que mantienen genitales masculinos.Esta nueva política escocesa se produce en un contexto de revisión más amplio en las fuerzas de seguridad del Reino Unido tras la mencionada sentencia judicial. En las últimas semanas, seis cuerpos policiales, incluidos la Policía Metropolitana de Londres, la Policía de Transporte Británica y las de las localidades de Merseyside, Surrey, Sussex y Northumbria, han revertido políticas anteriores que permitían que agentes trans, con certificados de reconocimiento de género, registraran a personas cuya identidad legal coincidía con la de los agentes, incluso si sus sexos biológicos no eran coincidentes.El Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC), organismo coordinador de las fuerzas policiales en Inglaterra y Gales, ha emitido una guía interna en respuesta a la sentencia, en la que se establece que todos los registros personales invasivos, es decir, aquellos que impliquen la retirada de más prendas que un abrigo, guantes, sombrero o calzado, deben ser realizados únicamente por agentes del mismo sexo biológico que la persona detenida, con independencia del género declarado o del estatus legal en términos de reconocimiento de género.No obstante, la guía también contempla que los detenidos trans puedan solicitar, siempre que sea «viable operativamente» , ser registrados por agentes del género con el que se identifican, en cuyo caso será obligatorio el consentimiento expreso de todas las partes.Maya Forstater, directora ejecutiva de Sex Matters, calificó esta excepción como «un resquicio peligroso» que, en su opinión, «deja expuestas a las agentes femeninas a presiones dentro de las salas de custodia o en operaciones de patrullaje». También cuestionó el papel que han desempeñado en los últimos años los grupos de presión pro-trans dentro de las políticas internas de las fuerzas de seguridad: «La pregunta es cómo se ha llegado al punto de que las fuerzas policiales estén poniendo tantos esfuerzos en facilitar algo tan escabroso como el registro personal por parte de alguien del sexo opuesto». Noticia Relacionada La escritora, contra actores pro-trans estandar No J.K. Rowling: «Nadie en su sano juicio cree que los humanos pueden cambiar de sexo» Jorge HerreroA nivel interno, la prensa local asegura que hay malestar entre los propios agentes, aunque muchas voces se expresan de forma anónima por temor a represalias profesionales. Algunas policías mujeres han manifestado, por ejemplo, que podrían sentir presión para aceptar realizar registros íntimos a mujeres trans con genitales masculinos por temor a ser calificadas de «transfóbicas» o poco colaborativas, en un contexto profesional donde la diversidad y la inclusión han sido promovidas como principios rectores.Por su parte, la Federación de Policía, principal sindicato del sector, ha calificado la posibilidad de realizar registros íntimos mediante un sistema de consentimiento cruzado como «una idea completamente inviable» y ha criticado que la guía vigente constituya un «revoltijo sin sentido» , que solo contribuye a generar incertidumbre legal y conflictos éticos entre los agentes. En su comunicado, el organismo sostuvo que la única solución coherente sería «eximir por defecto a los agentes trans de registrar a personas de cualquier sexo biológico distinto al suyo».Además, hay dudas sobre la legalidad de algunas disposiciones. Algunas organizaciones feministas están estudiando si el protocolo que permite registros personales por parte de personas del sexo opuesto viola lo dispuesto en el Police and Criminal Evidence Act 1984 (PACE), que estipula que ningún registro íntimo debe ser efectuado por una persona de sexo distinto al de la persona detenida.

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