Los intentos del gobierno húngaro de desactivar el desfile del Orgullo , con una enmienda constitucional para poder multar con hasta 500 euros a quienes exhiban comportamientos homosexuales ante menores, no ha logrado este sábado sino excitar la celebración. Nunca antes había reunido a tal multitud el evento en Budapest, en una marcha desde la plaza Deák hasta el terraplén de la Universidad Técnica. A pesar de que en fechas previas se instalaron cámaras durante el recorrido, acudieron a la convocatoria del Ayuntamiento de Budapest y de la Fundación Misión Arco Iris unas 35.000 personas según la policía, los datos de la agencia AP cifraba la afluencia en 100.000 personas y hasta 400.000 según los organizadores. Los radicales de Mi Hazánk (Nuestra Patria) intentaron interrumpir el desfile, ocupando a su paso el Puente de la Libertad, pero la marcha desvió su recorrido pacíficamente a través del Puente Elisabeth, hacia Buda, sin incidencias. En una declaración firmada por uno de sus líderes, Előd Novák, el partido comunicó que «Mi Hazánk prometió impedir la marcha de propaganda LGBTI+ en el Puente de la Libertad, pero las fuerzas armadas bloquearon ilegalmente nuestra manifestación, a pesar de que habríamos tenido una reunión debidamente anunciada y legalmente reconocida, también allí, por lo que denunciaremos a la policía a la oficina del fiscal. Hoy, el derecho de reunión sólo fue violado por las fuerzas a favor de la normalidad, y la acción de las fuerzas armadas fue recompensada con la marcha ilegal con gritos de ‘¡Bien hecho, muchachos!’».Noticia Relacionada video-noticia No Díaz pide a la Unión Europea que «reaccione» ante la prohibición del Orgullo en Hungría Europa Press La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reclamado a la Unión Europea…«Celebramos la libertad de expresión y un Budapest libre»«Este es el día de la minoría gay, pero también celebramos la libertad de expresión y un Budapest libre. Toda mi vida pensé que tenía que defender a la minoría. Pero ahora estoy confundida, porque esta no es una minoría. Esta es la mayoría», proclamó sobre el escenario levantado al final del recorrido la actriz Judit Hernádi, que en un teatral gesto rompió el papel que contenía su discurso «para que mis palabras salgan del corazón» y comparó el espíritu de la movilización con las registradas contra la dictadura soviética en 1989. «No parece que estén ustedes prohibidos», comenzó su intervención Gergely Karácsony , alcalde de Budapest que ha abanderado la lucha de los colectivos LGTBI. En su opinión, la historia demuestra que la característica común de los poderes opresivos es que algún día terminarán. «O somos libres juntos, o ninguno de nosotros lo es», continuó, «sólo hay libertad si nadie puede ser discriminado, si logramos que no quieran proteger a nuestros hijos de ser ellos mismos». «Mostremos un buen puño grande, al poder hinchado y odioso», dijo, «hoy queda claro que no tienen poder sobre nosotros«. Karácsony precisó que defender la libertad sexual no es un derecho, sino un deber, especialmente para un alcalde, y garantizó que «no toleraré que las personas que quieren prosperar sean oprimidas por su propio gobierno» y que «mostraré que hay vida fuera del sistema asfixiante y mentiroso». «Budapest siempre está del lado de aquellos que quieren ser privados de su libertad, ya sea la prensa, la sociedad civil o Ucrania», insistió, »a día de hoy, con vuestra presencia, habéis convertido a Budapest en la capital de Europa».Orbán vuelve a amenazar con «consecuencias legales»Viktor Orbán, que en vísperas del desfile había advertido que «Si alguien se presenta en vestimenta insuficiente es algo que no se puede hacer, que tendrá consecuencias legales », publicaba en redes durante la celebración del evento idílicas imágenes en familia y comentaba que eso es de lo que él se siente orgulloso. El ministro de Justicia húngaro, Bence Tuzson, envió una carta a varias embajadas extranjeras acreditadas en Budapest, que se habían solidarizado con el evento, recordando que los participantes podrían ser multados, lo que no impidió la asistencia de 70 eurodiputados, así como la de la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, el ministro español de Cultura, Ernest Urtasun y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros.La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en el Orgullo de Budapest, este sábado AFPEl analista político húngaro, Gábor Török, considera que «el caso del Orgullo está empezando a dar un giro equivocado para Fidesz» y que «a la vista de lo ocurrido hoy, la enorme cantidad de gente, las imágenes lejanas que casi se asemejan a la Marcha por la Paz, lo confirman aún más». «Durante mucho tiempo, parecía que había un cálculo basado en intereses en las declaraciones anti-Orgullo de Viktor Orbán. Los sondeos de opinión han demostrado que más de la mitad de la población no apoya la celebración de la marcha y Fidesz se beneficiaba de cualquier tema en el que de alguna manera pueda encontrar una mayoría social que lo respalde. Si al menos Péter Magyar se hubiera lanzado al tema, habría habido ganancia para Fidesz, pero no lo ha hecho y, con la prohibición y las multas el caso ha empezado a tomar un giro en la dirección contraria».

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