Un fin de semana más se confirma que McLaren tiene el mejor coche de 2025 de la Fórmula 1. En Austria, en un circuito propiedad de Red Bull y con el jefe supremo de la marca de bebidas energéticas en el garaje, Lando Norris logra la pole, seguido por Leclerc y Piastri. Verstappen, el piloto mágico, solo puede ser séptimo ante sus patrones. Fernando Alonso saldrá undécimo y Carlos Sainz, decimonoveno, penúltimo.Q1, Sainz cortado. Hay viento en contra en la Q1 para Carlos Sainz, quien cae eliminado de manera imprevista con el penúltimo tiempo. «Tiene que haber algún daño en el coche porque su comportamiento es imprevisible cuando freno», dice por la radio el madrileño, quien se lleva un disgusto de consideración en el trazado austriaco.También se pierde en el corte de los cinco eliminados el japonés Tsunoda, que conduce un Red Bull mientras comprueba cómo sus antiguos compañeros de RB Lawson y Hadjar encajan entre los seis primeros. El mundo al revés.La sesión no anuncia nada potable para Fernando Alonso, que ha clasificado en la decimotercera posición en este primer tramo. Dominan los McLaren, Norris y Piastri vuelven a dominar un fin de semana más.Q2, Alonso por una décima. En la Q2 ya no hay imprevistos. Fernando Alonso, como él mismo había pronosticado el fin de semana anterior, no consigue su propósito de pasar a la ronda de los diez mejores. Aunque por poco, solo una décima, el asturiano se queda colgado. Eliminado en la Q2 junto a Albo, Hadjar, Colapinto y Bearman. la novedad más llamativa, la presencia en el top 10 del brasileño Bortoleto con un Sauber.Q3, pole de Norris. Lo más llamativo en la sesión final son los atascos en la calle de garajes para coger sitio en la fila. Se evitan accidentes y hay acaloramientos como si fuese la M30 de Madrid en hora punta. La pole es para Lando Norris, el segundo jinete de McLaren que persigue al líder del Mundial, su compañero Oscar Piastri, tercero en la parrilla. Entre medias se coloca Leclerc, siempre fiable con el Ferrari. A Verstappen le gana con un RB Liam Lawson, el piloto que fue despedido en las primeras carreras porque no llegaba a la altura del holandés en Red Bull. Es un desastre para el neerlandés ante sus patrones. «No tengo nada de agarre, ni en curva rápida, ni lenta ni a alta velocidad», dice.

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