Alcaraz y un reto a la altura de su confianza y su tenis

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Alcaraz y un reto a la altura de su confianza y su tenis

«Mi hijo y mi mujer tenían muchas ganas de ir a casa a ver el partido. Yo no tenía muchas ganas de verlo, pero la final fue tan atractiva que me enganché. Fue un partido increíble, histórico». Así definía Novak Djokovic la final de Roland Garros entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz. El español, al otro lado de la red tras el entrenamiento que compartieron en la pista central, atendía con sonrisa a esta declaración del serbio. Hasta el campeón de 24 Grand Slams se rinde a lo que están haciendo estos dos relevos de la historia del tenis. Después señalaría al español en esa misma conversación, entre la broma y la no broma: «Sí, dices que me respetas mucho, pero no lo hiciste las dos últimas veces que jugamos aquí». Se refiere el serbio a las finales de Wimbledon 2023 y de 2024, donde Alcaraz lo superó por todos los sitios en ambas ocasiones. Quiere el tercer título consecutivo el murciano, y sonríe en el verde donde lleva una racha con la que compite ya con los grandes de la historia y un poco más. De levantar el trofeo el próximo 13 de julio, se uniría a Bjorn Borg, Roger Federer y Djokovic con tres copas consecutivas. Y se sentaría en la mesa con Borg y Graf como los únicos en enlazar París-Londres en años consecutivos. Aunque no piensa demasiado en ello: «Solo pienso en estar preparado para el torneo. Dos semanas de Grand Slam se te pueden hacer muy largas. Aunque siento mucha confianza ahora mismo. Es continuar haciendo bien las cosas. Y claro que quiero el tercer título consecutivo, pero sin pensar en quién lo ha hecho antes». Pero aún hay más registros, y mejores.Porque con 22 años, ha disputado 32 de partidos en hierba y solo ha perdido tres, con cuatro títulos por el camino (dos en Queen’s, dos en la Catedral). Un 90 % de efectividad superior al que lograron otros grandes de esta superficie como Bjorn Borg (9/21), Pete Sampras (10/20), Roger Federer (11/19) y el propio Djokovic (18/22), que es segundo en la tabla. Y porque con 22 años parece haber alcanzado Alcaraz una madurez tenística a la que pocos pueden responder. Encadena 18 partidos sin derrota, la mejor racha por el momento, desde esa final del Conde de Godó ante Holger Rune, lesionado desde el segundo set. Noticias relacionadas estandar Si Roland Garros El juego que nadie olvidará Laura Marta estandar No Tenis Alcaraz y un Fognini para empezar, pero sin Djokovic hasta la final Laura MartaY se aúpa como favorito en esta edición 2025 de Wimbledon que estrena hoy lunes 30 de junio, a partir de las 14.30 horas (Movistar). Abrirá la central, como marca la tradición, por ser el campeón vigente, contra Fabio Fognini (38 años y 130 del mundo), nueve títulos, el último, y el de más pedigrí, el Masters 1.000 de Montecarlo en 2019. Y quiere mantener esa superioridad que ejerce en la hierba desde que la pisó por primera vez, allá por 2019: «Participé en el torneo júnior de Roehampton. Y me sorprendí a mí mismo porque jugué muy buenos partidos. Me tuve que retirar porque me lesioné el abdominal, pero jugué bien, decente. Los primeros partidos en hierba nunca son fáciles en cuanto a moverse, y en cómo jugar. Los golpes son bastante distintos, pero hice cuartos. Y después jugué Wimbledon júnior, y se entrenó con Roger Federer, y también llegué a cuartos. Fueron grandes resultados para mí siendo la primera vez que jugaba en hierba; una gran experiencia», recordaba en su aterrizaje en el All England Tennis Club.  De vuelta al presente, ha pasado sin apuros de la tierra batida a la hierba, campeón en Queen’s. Si en el rojo sus efectos engatusaron a sus rivales, la hierba también se adapta de maravilla a sus prestaciones, pues le permite despegar otros recursos que le son muy favorables. «El tenis más bonito es el que se desarrolla en hierba. El sonido de la pelota; el movimiento, aunque es realmente duro… Cuando lo consigues, es como si volaras. Es genial para mí porque me gusta mucho golpear cortados, dejadas, subir a la red, jugar agresivo. Así es como tienes que jugar en hierba y eso es lo que más me gusta». Como en París, utiliza estos días un parche que analiza el sudor. «Para ver qué debo tomar antes y durante los partidos. Puede que me ayude un 1 o 2 %, pero los detalles marcan la diferencia», explicó.Es defensor del título, y de 2.000 puntos, y eso siempre es una gran responsabilidad, pero está Alcaraz con la confianza por las nubes y también el cuadro le permite respirar con cierta tranquilidad para los primeros días, siempre los más complejos en esta compleja superficie que fuerza más los cuádriceps. Debuta con Fognini y tendrá como principales escollos, por la lógica del ranking, a Aliassime, Tsitsipas o Rublev en octavos; Rune, Tiafoe o Lehecka en cuartos; Zverev, Medvedev o Fritz en semifinales, y evitará por tanto hasta el último día a Sinner, claro, pero también a Draper y al propio Djokovic.Djokovic, a por el 25El serbio, que debuta ante el francés Alexandre Muller, ha vuelto a colgarse la etiqueta de candidato con muchas papeletas. Este es el Grand Slam que soñaba ganar desde niño, y el niño lo conquistó en siete ocasiones. Tiene los ocho títulos de Federer en la mirilla, y la ambición extra de quien sabe que le quedan pocas opciones por delante. Fue semifinalista en Australia (se retiró lesionado) y también en París, y Wimbledon es donde su tenis es más peligroso. Son 97 triunfos y 12 derrotas, también a la caza de hacerse centenario en la hierba tras lograrlo en la tierra parisina. Por esa conexión emocional, porque se siente en forma y porque su tenis sigue siendo de muy alta calidad, que se revoluciona aún más en la hierba, se toma esta edición como algo más que su vigésima participación en Londres: «Este Wimbledon puede ser la mejor opción de sumar el Grand Slam 25 por los resultados que he tenido, por cómo juego aquí, por ese extra de motivación y de energía que me da este lugar para mostrar mi tenis al más alto nivel». También ha vuelto a él Jannik Sinner, después de unos días de descompresión tras perder esa gran oportunidad de ganar Roland Garros, (tuvo tres bolas de partido y 5-3). «Lo que pasó en el pasado se queda en el pasado. Me siento bien mentalmente. En Halle sí sufrí un poco más porque no había tenido tanto tiempo para desconectar. Pero he vuelto a entrenar duro, estoy jugando bien en hierba. Espero poder demostrarlo en los partidos. Solo pienso en competir y en volver a disfrutar en la pista». Debutará contra su compatriota Luca Nardi.

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