El fin de semana pasado se inauguró la primera ola de calor de este verano, que, a juzgar por las máximas registradas, no parece que vaya a ser más misericordiosos que el del año pasado, aupado como uno de los más calurosos de la historia de España. Ello complicará todavía más, si cabe, la vida de los aproximadamente 1.100 sintecho que viven en las calles de la capital. Como respuesta a ello, en la Central del Samur Social Darío Pérez Madera (barrio de La Latina), el ayuntamiento tiene un refugio al que llegan, de media, una decena de personas sin hogar al día. Allí, tienen a su disposición duchas y baños para asearse, sillones para descansar, agua y comida consistente en sopas frías y bocadillos.El otro conflicto que plantea el proyecto es la barrera idiomática que se alza entre gran parte de quienes acuden en busca de cobijo a la central y los trabajadores de la misma. Siendo la mayoría extranjeros, a menudo africanos, la comunicación de sus necesidades o requerimientos se complica. Para ello, el Ayuntamiento creó un código telefónico que contacta con un servicio de traducción que está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. Antes, deberá seleccionarse el idioma requerido, pero el servicio garantiza poder proporcionar comunicación en la totalidad de las lenguas y dialectos del mundo. Según Cobo, este proceso no suele desencadenar en ningún conflicto, más bien todo lo contrario: «Agradecen escuchar una voz que conoce su idioma«. Se abrió el 15 de mayo y no se cerrará hasta el 30 de septiembre. Igualmente, la posibilidad de acceso a esta alternativa es intermitente, dado que sólo permanece abierta en los periodos que la Comunidad de Madrid decida emitir la alerta de nivel 2 por riesgo de calor.Noticia Relacionada estandar No Madrid pondrá en marcha un dispositivo de emergencia para atender a las personas sin techo que viven en el aeropuerto Alba García El recurso social, con capacidad para 150 personas, se habilitará en el centro Pinar de San José a partir de la segunda quincena de julioAl diseñar y ejecutar esta solución al infernal clima madrileño, el Samur Social ha tenido que poner remedio a la barrera idiomática que se alza entre gran parte de quienes acuden en busca de cobijo a la central y los trabajadores de la misma. El ayuntamiento, en este sentido, creó un código telefónico que contacta con un servicio de traducción que está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.El servicio garantiza poder proporcionar comunicación en la totalidad de las lenguas y dialectos del mundo. Según Cobo, este proceso no suele desencadenar ningún conflicto, más bien todo lo contrario: «Agradecen escuchar una voz que conoce su idioma».Cuenta la jefa de sección que quienes acuden al refugio se suelen enmarcar en dos perfiles mayoritarios: subsaharianos cuyo proyecto migratorio en Madrid ha resultado truncado, e hispanoamericanos que esperan a un desbloqueo de su solicitud de protección internacional o asilo. En ambos casos, no consiguen acceder, por las largas listas de espera, a las alternativas públicas de acceso al hogar, o simplemente no quieren optar a ellas.El verano pasado, «la demanda de estos recursos fue baja», admiten desde el Área de Políticas Sociales. Se trató de una experiencia piloto cuyo escaso éxito achacan desde el Samur Social al desconocimiento entre los sinhogar de la existencia de estas posibilidades.Para que este recurso fuese más atractivo, ya desde 2024 se trató de seguir un modelo a demanda: libertad total de entrada y salida dentro de las horas de apertura y con las mínimas preguntas, sólo hechas en el primer ingreso al recinto.Sin embargo, la cifra de gente sin hogar que ha llegado al refugio en la primera ola de calor del verano invita a pensar que se le sacará mucho más partido este año. En 2024, esta sede sólo pudo acoger una segunda etapa del plan contra el calor de unos 50 días, en los que se sumaron un total de 22 asistentes. En cambio, tan solo en este fin de semana pasado, el cual ha inaugurado la primera ola de calor del verano, 26 personas han pasado ya por el centro.El refugio de Vallecas que en 2024 también llevó a cabo esta función, no se abrirá hasta que la demanda exceda las posibilidades de las 12 plazas fijas de la central del Samur, pero, por ahora, informan desde la concejalía que dirige José Fernández, la sede única está respondiendo perfectamente a la demanda.En la central del Samur Social esperan que para esta segunda vez se haya corrido la voz, puesto que «el sinhogarismo también es un problema de salud pública», sentencia Cobo.

Leave a Reply