«Me da mucha rabia que quienes decidieron ejecutar a Valentín Moreno no estén aquí, pero no pierdo la esperanza de que en este juicio podamos obtener información para reabrir la investigación». Son palabras del fiscal Félix Martín, que este jueves ofreció a los dos acusados por el asesinato del condenado por el crimen de la Villa Olímpica reconocer los hechos, a cambio de una rebaja de pena si decían «quién dio la orden» de matarlo , el 18 de noviembre de 2021, cuando recibió un tiro en la nuca. Daniel Díaz ha recogido el guante del fiscal. Es el sicario colombiano que apretó el gatillo de una semiautomática de 9mm, admitió haber dado «plomo» a Moreno, miembro de los Casuals –la facción más violenta de los Boixos Nois– pero aseguró desconocer quién fue el autor o autores intelectuales. Ante el tribunal del jurado, y a preguntas del representante del Ministerio público, sí señaló que su intermediario fue un compatriota, ahora en paradero desconocido, Alexander Chaverra , y el coacusado, Sergio Gutiérrez, que fue, apuntan los investigadores, quién le facilitó información sobre la víctima, así como alojamiento y teléfonos móviles. En definitiva, «los recursos y medios necesarios para matarle», ha recordado el fiscal, incluida el arma con la que lo ejecutó. El sicario ha relatado que fue ese tercero en paradero desconocido quien contactó con él en Colombia. De allí viajó en avión hasta Madrid y llegó a la estación de Sants (Barcelona) en un AVE. Su enlace, aseguró, era Sergio. Según su relato, el encargo que aceptó era realizar «seguimientos» a Moreno pero, tras varios días –se ha reconocido en varias imágenes en el bar al que acudía la víctima y cerca de dónde lo ejecutó, el Tam Tam de Sant Adrià– ese encargo, por el que le pagarían 5.000 euros, mutó. Aquel 18 de noviembre, sobre las 19.00 horas, su compatriota Alexander le trasladó «que ha habido un cambio de planes, y que al señor hay que darle plomo », apuntó. Aceptó porque sino tendría que hacerse cargo de los gastos de su traslado hasta España, y «no podía volverme a Colombia sin plata», ha detallado, mientras la familia de Moreno se revolvía en la sala de vistas, escuchándolo. Ejecutó a Valentín una hora después de ese supuesto encargo. Lo hizo desplazándose en una bicicleta que durante esta primera jornada del juicio ha estado expuesta ante el jurado popular. La bici fue el ‘plan b’, después de que un agente de la Guardia Urbana interceptase a los dos colombianos en Barcelona , tras saltarse un semáforo en rojo, por lo que les incautó sendos patinetes, con los que habían estado siguiendo a Moreno. Ese golpe de suerte permitió identificar a los dos sospechosos, ya que cuando el guardia les dio el alto se identificaron con sus pasaportes y, gracias a ese incidente, los Mossos d’Esquadra pudieron relacionarlos con la ejecución. Después de que Daniel haya admitido haber matado de un disparo a la víctima ha sido el turno del otro acusado, Sergio, supuesto intermediario entre los colombianos y un autor intelectual desconocido. El individuo, lejos de recoger el guante del fiscal, ha negado haber visto en su vida al sicario. Sí a Alexander, el otro colombiano, pero ha sostenido que su contacto se debió a una operación de tráfico de drogas y que nunca supo que la intención era matar a Valentín –lo que ha cosechado varios bufidos de desaprobación por parte de sus allegados–. Según Sergio, el encargo a los colombianos habría sido cosa de otro integrante de los Casuals , Javier G., apodado ‘Javidubi’, que declarará mañana, viernes, pero en calidad de testigo, a petición de la defensa de Gutiérrez.Noticia Relacionada EJECUCIÓN DE VALENTÍN MORENO estandar No Un asesinato por encargo con un sospechoso en paradero desconocido Elena Burés La Fiscalía pide 31 y 25 años de cárcel para dos acusados de matar al condenado por el crimen de la Villa OlímpicaGracias a su acuerdo con la Fiscalía , el sicario, que se encuentra en prisión provisional tras su detección en Cali (Colombia) y su posterior traslado a España, ha visto rebajada su petición de prisión de 25 a 19 años. En cambio, tanto como el Ministerio público como la acusación particular solicitan para Sergio 31 años de condena. Además de por el asesinato, por tenencia ilícita de armas y usurpación del estado civil. Este último ha sido el único ilícito que admitido, al haber facilitado a Alexander sendos documentos de identidad robados para que alquilase la bicicleta. Por el momento, nadie ha satisfecho la pretensión del fiscal quien, sólo al comenzar la vista, ya ha avanzado: « Aquí no están todos los que son, pero son todos los que están ». El sicario reconoció su papel, pero sólo tuvo contacto con un intermediario. Éste, por su parte, niega conocer al ejecutor, y señala a un tercero, ‘Javidubi’, que no está investigado por su presunta participación en el caso.

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